A 44 años del Secuestro, Tortura y Asesinato del Camarada Dirigente del Partido Comunista de Venezuela: Alberto Lovera.
Caracas, 23 oct. 2009, Tribuna Popular TP.- En el día de ayer, 22 de octubre, en el Salón Andrés Eloy Blanco de la Alcaldía El Libertador, se rindió un nuevo homenaje al dirigente comunista venezolano, Alberto Lovera, quien hace 44 años, fuera secuestrado, brutalmente torturado y finalmente asesinado por los esbirros del entonces presidente ADECO, Raúl Leoni, quien inauguró la desaparición forzada en nuestro continente.
En este acto participaron, camaradas, amigos, familiares de Alberto Lovera y Dirigentes Nacionales del Partido Comunista de Venezuela (PCV), donde Lovera militó toda su vida y sin claudicar.
Por la significación de la fecha y el profundo sentimiento de admiración y compromiso revolucionario, a continuación destacamos en forma integra la intervención realizada en dicho acto, por Alberto Lovera Álvarez, hijo del héroe comunista.
Estimados camaradas y compatriotas:
El pasado domingo 18 de octubre de 2009, se cumplieron cuarenta y cuatro (44) años del secuestro, tortura, asesinato y desaparición del Camarada Alberto Lovera, quien era miembro del Buró del Partido Comunista de Venezuela, para octubre de 1965.
Alberto (mi padre) era partidario de la lucha armada como medio para la toma del poder, para así construir la revolución en Venezuela, para crear una sociedad de justicia e igualdad, para la gran mayoría de los venezolanos, y representaba el sueño de miles de mujeres y hombres en nuestro país y en el mundo, como decía el Ché “Sean capaces de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario” y esa cualidad era la que motivaba a mi papá en todas sus luchas, y lo acompañó hasta el día de su muerte.
Ese 18 de octubre de 1965, estaba Lovera en las inmediaciones de la Plaza de las Tres Gracias circulando en su vehículo, según algunas versiones, y según otras fuentes, estaba en una reunión con miembros del Partido en un apartamento en los Chaguaramos.
El hecho concreto fue que, ese día de octubre, de manera absolutamente ilegal, fue secuestrado por esbirros de la Digepol, y digo secuestrado de acuerdo al significado de ésta palabra en el diccionario. Luego fue llevado a varios de los centros clandestinos de tortura que tenía la Digepol, donde de manera cobarde y aberrante fue brutal y salvajemente torturado, hasta incluso causarle la muerte, y aquí es imprescindible reivindicar su valor con el que se estrellaron sus torturadores ante el contundente muro de su silencio: estuvo durante nueve (09) días soportando ésta situación.
Meses antes habían secuestrado, asesinado y desaparecido a otros camaradas, como parte de lo que era el “Terrorismo de Estado, como ejercicio represivo del poder de los gobiernos de Acción Democrática y COPEI, es decir el Terrorismo de Estado como política pública.
Fue específicamente durante el gobierno de Raúl Leoni, y el ministro de relaciones interiores era Gonzalo Barrios, cuando sucedió la desaparición de mi papá. Es fundamental recordar que durante ese gobierno con el apoyo y asesoría de la agencia central de inteligencia, se crea en Venezuela la terrible figura del desaparecido político, tal y como lo ha dicho en más de una oportunidad el Dr. José Vicente Rangel, como aberrante elemento central del Terrorismo de Estado, cuya asquerosa práctica se aplicó después en los países de Centro y Suramérica, como política de exterminio hacia toda la oposición durante esos años y los posteriores.
Es estrictamente necesario recordar que la Constitución de 1961, plenamente vigente cuando secuestran y asesinan a Lovera, consagraba el derecho a la vida como un derecho inalienable, e igualmente Venezuela era ya signataria de la Convención de Viena, o como se conoce la Convención de los Derechos Humanos.
Todo ese aparataje legal fue completamente obviado durante el asesinato de mi padre, y el de más de tres mil (3.000) asesinados y asesinadas y desaparecidos y desaparecidas durante la IV República, y como acertadamente menciona con frecuencia el Dr. José Vicente Rangel Vale “un pueblo que olvida su pasado, está condenado a repetir sus errores en el futuro”.
Lovera el desaparecido.
Luego de su secuestro, tortura y asesinato, a mi papá le amarraron unas cadenas, un pico y un candado a su cuerpo antes de lanzarlo al mar en las playas de Barcelona. Sus asesinos esperaban que se hundiera su cuerpo y fuese un desaparecido más, como Felipe Malaver, los hermanos Pasquier, Alejandro Tejero, entre otros.
Pero el destino quiso que su cuerpo flotara, y denunciara lo que era una práctica aberrante durante esos gobiernos de ultra derecha, la desaparición forzada de personas.
Mis recuerdos de esos momentos, y de él, son muy vagos, yo tenía apenas seis (06) años de edad, sin embargo vienen a mi memoria las angustias de mi mamá María del Mar, para saber donde estaba mi papá y que había pasado con él.
Cuando le preguntábamos nos decía que él estaba enfermo fuera de Caracas, hasta que, en marzo de 1966 es ordenada la exhumación de un cuerpo en una tumba sin nombre del cementerio de Barcelona en el Estado Anzoátegui, y luego de los exámenes odontológicos fue identificado como el cuerpo de Alberto Lovera. a
Al día siguiente mi mamá nos sentó a mi hermana y a mi, en la sala de la casa y nos dijo que nuestro papá había muerto. En ese momento nos abrazamos y lloramos los tres, un profundo dolor se apoderó de nosotros, yo tenía seis años y mi hermana Yanira solo tenía cuatro (04), y nos quedamos sin papá por el resto de nuestras vidas.
Que injusticia tan grande, y más aún cuando pienso en las miles de familias que vivieron situaciones similares en nuestro país, y peor aún en Centro y Suramérica, cuyas prácticas terroristas de estado, asesinaron y desaparecieron a cientos de miles de luchadores y luchadoras por un mundo mejor.
Al hacer esta gran reflexión y para culminar, quisiera compartir con todos ustedes una pregunta que me he estado haciendo en los últimos días.
¿Cuando dejamos de ser seres humanos?: porque los cobardes que torturaron y desaparecieron a mi papá y a otros miles no pueden llamarse humanos, como tampoco los torturadores y asesinos en Centro y Sur América.
Lo que sucede es que dejamos de ser, solo para existir, y, sí continúa la acción depredadora del capital, pareciera que irremisiblemente, como bien dice el Camarada Fidel Castro, la nueva especie en peligro de extinción es el hombre, y lo que ahora es una especulación, es una opción que cada día más se convierte en un realidad inexorable.
Gracias por su atención, y “Que su valor, fortaleza e infinito amor por la humanidad, sean ahora y siempre ejemplo de Revolucionario”
Honor y Gloria para Alberto Lovera
¡Hasta la Victoria Siempre!
Fuente: Tribuna Popular/ Edición de: PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda
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