Por: Faustino Rodríguez Bauza
El Porteñazo constituyó la Jornada de lucha popular por la Liberación Nacional de mayor trascendencia e impacto en la política revolucionaria que se dió en Caracas en la década de los sesenta. Estuvo ligada con el alzamiento de Puerto Cabello y se mantuvo por una semana.-
El movimiento revolucionario, y principalmente el Partido Comunista de Venezuela, estaba en pleno proceso de reforzamiento de su estructura orgánica en función de una lucha más dura, de hecho, de pase a la clandestinidad, desde la semiclandestinidad en la calle que se manejaba hasta ese momento, en arreciamiento de las acciones de calle con autodefensa debido a los ataques policiales continuos, en la organización del aparato armado, y de las unidades de autodefensa en los barrios, de la inteligencia del proceso armado popular, de la preparación de las bases de lo que constituyó posteriormente las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), de la estructuración de todo el entramado organizativo para la lucha en situación de ilegalidad.-
Para inicios de Junio se había producido la suspensión de Tribuna Popular, ocupación de los locales del Partido y taller de Tribuna Popular, y el Decreto de ilegalización y la persecución de los comunistas en general, consecuencia del Carupanazo. El Ministro de la Defensa para entonces Briceño Linares ya hablaba de que se trataba de “una guerra”. -
Para la organización del Partido, el reto lo constituía el mantener la actividad de calle a la vez que garantizaba la organización clandestina interna con el mínimo de pérdidas. Esto fue posible por la previsión que se había tenido, trabajando desde bastante antes en las preparaciones respectivas, entre otras la inteligencia para obtener la información necesaria que previniese de golpes policiales, la garantía de conchas, cambios de cuadros, manejos operativos. y otros preparativos necesarios.-
Y todo, sin rebajar las actividades de calle, que se mantuvieron con éxito, provistas de autodefensa, las acciones de propaganda, las acciones de tomas de barrios y sectores, de manera alternativa en toda la ciudad, la edición y distribución del Diario Trinchera. la actividad en las fábricas y concentraciones de trabajadores.-
El pase a la clandestinidad definitiva se hizo sin disminuir la actividad de calle, con riesgo, pero con todas las previsiones, resguardando al Partido. Generalmente veníamos actuando con Planes mensuales de Operaciones Políticas y de actividades de masas en general. Se logró mantener esta continuidad.-
Eso fue lo que permitió que para el momento en que estalla el Porteñazo, en Caracas se cumplió con el Plan previamente determinado.-
Se volvió a la misma planificación ya aplicada en acciones generales anteriores: toma total de los barrios y urbanizaciones populares, de tal forma que en las noches era total, hasta se izaban banderas rojas, y se desarrollaba un control territorial.- Los despliegues de la Policía se aventuraba solo en las entradas de las grandes Avenidas. De todas formas, para ese momento el Ministerio de la Defensa colocó a la Guardia Nacional y el Ejército acuartelado, no en las calles.-
Tal situación se mantuvo mientras hubo los combates en Puerto Cabello, y había la expectativa de suma de otros componentes militares en Caracas lo que al final no ocurrió, quedando entonces la acción popular civil de Caracas, de una semana, en el aire, debiendo pasar al repliegue después, lo que se hizo de manera ordenada y de hecho sin pérdidas.-
Fue la primera vez que actuaron en conjunto los distintos niveles de componentes del Aparato armado, fuerza de autodefensa del Partido Comunista y los aliados del Mir y los componentes de los grupos populares de luchas en los Barrios. Todo en conjunto con actividades masivas de protestas en los barrios, con distribución de propaganda, pintas, ataques y repliegues según el caso a fuerzas policiales, toma de posiciones etc. que constituyeron un todo operativo orgánico.-
Esa acción, bajo la Planificación, dirección y ejecución del Comité Regional del Partido Comunista de Venezuela de Caracas, de los Distritos, Radios y Células, en coordinación estrecha con la Juventud Comunista, con los aliados del Mir, con la Comandancia de las Brigadas Uno y Dos de las en formación FALN, con los componentes de las autodefensas, con los sindicalistas revolucionarios, con las organizaciones de los barrios, constituye un ejemplo.-
Fue una acción típica de demostración de lo que se conoce como Caracas la Roja, y la del grito famoso de Viva Caracas la Roja. Todo ello por supuesto silenciado por los medios de entonces, si acaso citados como desórdenes en las calles y ataques a Policías.-
Lo importante de esta acción es el aprendizaje que se puede sacar de ella. Estamos ante Planes imperialistas de posibles ataques, de uso de paramilitares, de calentamiento de orejas a militares, de iniciativas golpistas y separatistas, de movilización de la IV Flota, de todas esas amenazas. La experiencia nos indica que en la situación de Venezuela la guerra urbana y la preparación para ella es decisiva.-
Que hay ventajas ahora. Que la organización y preparación de la Reserva será un componente muy importante. Pero que si no se une su acción con el enlace y la preparación general de todo el pueblo, con la preparación de la inteligencia popular, de las comunicaciones, de los instrumentos de propaganda y agitación, del transporte, de los planes de logística, de abastecimiento alimentario, de conocimiento de rutas y recovecos, con la toma de medidas, adecuada y a tiempo, con antelación, todo ligado a la acción del Poder Comunal, de la autodefensa de los barrios, de la ubicación de todos estos y otros componentes no citados en un Plan General por sector, barrio etc., no estaremos aprovechando las posibilidades de lucha que ofrece Caracas.-
Esa experiencia nos ofrece tal lección. Que está presente en los barrios de San Juan, de La Vega, de Antímano, del Valle, San Agustín, La Pastora, San José, Lídice, Sarría, Simón Rodríguez, Petare, 23 de Enero, Catia en general, de lo cual merece cita especial la combatividad de Lomas de Urdaneta y Lomas de Pro Patria, siempre los últimos en bajar las banderas rojas.-
Una acción que afinca sus raíces en el avance de la conciencia revolucionaria, del trabajo consciente en la clase obrera y en las fábricas, en la formación política, el crecimiento y aceramiento del PCV, la actividad a fondo del Poder Popular y los Consejos Comunales.-
Ofensiva imperialista que nos obliga a dominar y estar preparados para manejar y aplicar, para combinar todas las formas de lucha, de acuerdo a como plantee sus ataques el imperialismo y las fuerzas que le sirven en el país, formas de lucha de las que la lucha armada de masas en las ciudades, con todas sus variantes y combinaciones, constituye un componente fundamental en las ciudades venezolanas y especialmente Caracas, con todas sus características, y esa es una experiencia que se debe extraer de las acciones del Carupanazo y del Porteñazo.
Fuente: PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
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