Discurso del KKE en el Encuentro Internacional del AKEL
“La lucha de la Izquierda y la lucha de los pueblos por la paz mundial y la seguridad contra el orden imperialista mundial”
Elisseos Vagenas
Miembro del CC del KKE
Responsable del Departamento de Relaciones Internacionales
Agradecemos el AKEL por la invitación a participar en su Congreso y en este Encuentro Internacional. Nos gustaría aprovechar la oportunidad para reiterar la plena solidaridad del KKE con la lucha por un estado federal, bizonal, bicomunal con una sola soberanía y personalidad internacional, un Chipre unificado, independiente, sin bases y tropas extranjeras, una patria común para turco-chipriotas y griego-chipriotas, sin garantes extranjeros y protectores.
Amigos y camaradas;
La cuestión que estamos discutiendo hoy es de suma importancia y para examinar todos sus aspectos debemos estudiar la experiencia importante de las luchas que se han llevado a cabo hasta hoy en día por la paz mundial y la seguridad. Los comunistas han contribuido en gran medida en la lucha antiimperialista, en la lucha contra las guerras y las intervenciones imperialistas. Sin embargo, hay que examinar este asunto en mayor profundidad.
La evaluación de nuestro partido es que en el pasado, en el nombre de la “coexistencia pacífica” de los pueblos, y especialmente en la forma en que esta línea fue seguida después del XX Congreso del PCUS, se cometieron graves errores que favorecieron el cambio negativo de la correlación de fuerzas. ¿Qué tipo de errores? Estos errores tenían sus raíces en la separación de la economía y la política. En la base de la evaluación que sólo ciertas potencias imperialistas eran belicosas y agresivas y que otras podrían construir junto con la URSS y los demás países socialistas de Europa Central y Este un sistema de “seguridad mutua”, de cooperación pacífica, incluso de “emulación” pacífica.
Esta evaluación equivocada que no se limitó solamente a las fuerzas comunistas en poder sino que fue adoptada ampliamente por el movimiento revolucionario, llevó a la adopción de puntos de vista utópicos entre los pueblos que el imperialismo supuestamente renunciaría a las armas de catástrofe masiva, inventadas y utilizadas por primera vez por los EE.UU en Hiroshima y Nagasaki. Estos ataques no servían a fines militares sino tenían como objetivo intimidar la URSS. En esta base se desarrollaron posiciones políticas utópicas y políticas oportunistas sobre los “sistemas de seguridad” internacionales y regionales.
Sin embargo, hoy, sabemos por los resultados que a pesar de que las potencias imperialistas habían firmado varios acuerdos de desarme y se habían visto obligadas a regirse por ellos en varios asuntos internacionales en la ONU, bajo la presión de la URSS y de los demás países socialistas, nunca renunciaron a sus planes. Una prueba de ello es que una serie de importantes cuestiones internacionales, como las cuestiones chipriota y palestina, todavía quedan pendientes ya que las decisiones adoptadas por la ONU nunca se pusieron en práctica bajo la responsabilidad de las potencias imperialistas.
Hoy en día, ya sin la URSS, la correlación de fuerzas a nivel internacional se ha vuelto aún más negativa. El derecho internacional ya no existe tal como lo conocíamos hace 30 años. Se utiliza cuando sea conveniente igual que la ONU, que se ha transformado en un terreno de conflictos entre las potencias imperialistas y en “instrumento” para la imposición de los planes imperialistas.
La decisión del Tribunal de la Haya, que legitimó la intervención de la OTAN en los Balcanes y el protectorado de Kosovo demuestra lo que significa en realidad el derecho internacional y europeo. Otro ejemplo es la decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que reivindicó Letonia, persiguió y encarceló el veterano antifascista Vasili Kononov porque según el tribunal tuvo acción “terrorista” en 1944 luchando en contra de las hordas nazistas que habían invadido su patria, la URSS.
Otra demostración de esto es la decisión de los EE.UU. a continuar su bloqueo criminal contra Cuba, a pesar de las protestas internacionales y las votaciones repetidas cada año en la asamblea general de la ONU.
Especialmente después de la disolución de la URSS y del Pacto de Varsovia, el término “seguridad” se utiliza por las organizaciones imperialistas en el marco de la llamada lucha contra el “terrorismo” y el “extremismo” para justificar las intervenciones imperialistas, las duras medidas de represión y el encadenamiento del movimiento obrero-popular.
¿Hay esperanza para los pueblos en estas circunstancias difíciles con el deterioro de la correlación de fuerzas? Nosotros decimos que sí! Sin embargo, en primer lugar los pueblos deben rechazar como inaceptables, perjudiciales y peligrosas las opiniones cultivadas por la socialdemocracia internacional sobre la “gobernanza mundial pacífica”, la “democratización de la gobernanza mundial” y de la nueva “arquitectura mundial” que supuestamente pueden lograrse a través de la modernización de las organizaciones europeas e internacionales.
Se trata de engaño, una quimera que no tiene nada que ver con la realidad. Propuestas similares, que no ofrecen ninguna salida, se promueven por el llamado “Partido de la Izquierda Europea” (PIE) sobre un “sistema democratizado reformado en las Naciones Unidas” creando confusiones y exonerando el papel peligroso del imperialismo y de las potencias imperialistas. En este marco se habla de la llamada “multipolaridad” que supuestamente llevará al respeto de las normas y de los principios internacionales.
Nuestro partido considera que estas y otras propuestas, como por ejemplo la ampliación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con otros países o el fortalecimiento del papel mundial de la UE o incluso de Rusia o de China en los asuntos internacionales no son capaces de cambiar el rumbo de los desarrollos mundiales. Ignoran el hecho que EE.UU. no es la única fuerza imperialista.
Estas propuestas en concreto no pueden detener las contradicciones interimperialistas que se están agudizando en cuanto a las materias primas, la energía, las rutas de transporte, los conflictos por el mercado. En realidad estas propuestas adornan ideológicamente la nueva correlación que se establece en el marco de la barbarie capitalista e imperialista y tienen como objetivo engañar a los trabajadores.
El antagonismo monopolista conduce a intervenciones y guerras tanto locales como generalizadas. Este antagonismo se lleva a cabo a través de todos los medios que tiene a su disposición la burguesía en cada país; se refleja en los acuerdos interestatales que se cuestionan constantemente debido al desarrollo capitalista desigual. Este es el imperialismo, la fuente de guerras de agresión de mayor o menor alcance.
El KKE considera que la solución a favor de los pueblos no se puede encontrar a través de llamadas por el respeto del derecho internacional y la democratización de las Naciones Unidas. Tampoco se puede encontrar en esperanzas que carecen de base de un mundo multipolar constituido de potencias imperialistas emergentes cuyo carácter clasista es igual de “depredador” que lo de los EE.UU.
El camino de los pueblos es el camino de la lucha antiimperialista firme y masiva, el frente común en contra del imperialismo y de sus uniones, a pesar de sus nombres o de las fuerzas que están en la cabeza. Es el camino en contra de la “sumisión a las instituciones” que se cultiva hacia las Naciones Unidas y las demás instituciones y organizaciones imperialistas que reflejan cada vez la correlación de fuerzas entre los imperialistas.
La clase obrera y los demás sectores populares deben luchar en primer lugar por la liberación de sus países de los planes imperialistas. Además, deben luchar para que regresen del exterior las fuerzas militares implicadas en guerras imperialistas, en la ocupación de otros países y en la imposición de los planes imperialistas. Esta lucha debe acompañarse por la demanda de desvinculación de los países de organizaciones imperialistas, como la OTAN y la UE.
Especialmente porque hoy en día:
--la OTAN está preparando su nueva percepción estratégica peligrosa que legislará la ampliación de su actividad tanto fuera de las fronteras como en los aspectos socio-políticos internos de los países,
--la UE está colaborando estrechamente con la OTAN y está creando cuerpos policiales y militares para nuevas intervenciones imperialistas.
Aparece aún más claramente la necesidad de la lucha por la desvinculación de estas organizaciones imperialistas. Se requiere una lucha que sea indisolublemente ligada con la lucha por el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo -->comunismo.
Fuente: Página del Partido Comunista de Grecia KKE/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blgspot.com/
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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