No es de extrañar, y ya se esperaba, la reacción del pueblo yemení, ante la situación que sacude al mundo árabe como un todo.
En Yemen es donde se consiguen las más difíciles condiciones para el pueblo, y continuamente se han venido presentando pequeñas, pero múltiples y contínuas movilizaciones ante problemas y conflictos relacionados con las difíciles condiciones que allí reinan, desempleo, explotación exagerada, falta de servicios, bajos salarios.
Se conoció asimismo anteriormente, una especie de programa de las protestas, que mencionaba a Sudán el 30 de Enero, y se cumplieron movilizaciones allí. Yemén, prevista al 3 de Febrero. Se habla de llamados para protestas en Siria, el 5 de Febrero, Argelia, el 12 y Bahrein, el 15.
En el caso Yemenita, se produjo una importante movilización en Saná, la capital, con más de treinta mil personas, que allí es bastante . Se dió un factor que parece que se está convirtiendo en respuesta tipo de estos gobernantes: movilizar a los policías, empleados gubernamentales, sus partidarios, en contramanifestaciones a las protestas, incluyendo en estas movilizaciones progobierno la preparación del factor violencia. Así pasó en Túnez, en Egipto, en las de solidaridad y respaldo a los pueblos hermanos en Argel y Marruecos, en Sudán, y ahora en Yemen.
Las consignas en Yemen fueron las de la exposición de las situaciones difíciles que se viven en ese País: además de las condicioines políticas opresivas y falta de libertades y corrupción, la presencia del desempleo, vida cara, máximo nivel de explotación con bajísimos salarios, represión, falta de derechos sindicales, educación elitista, y de mala calidad la que cubre a escasas capas del pueblo, analfabetismo, mala calidad y escasos servicios de salud, de vivienda y atención social.
Las manifestaciones, simultáneas, cubrieron a las ciudades de Adén, Ib, Radafán, Taíz,Damar, y Dalna. Entre las fuerzas que conforman los contingentes populares sumados a la protesta se encuentra el Partido Socialista Yemenita, los comunistas del Yemen, que juegan un papel de orientación y de organización de importancia, dada la fortaleza de ese Partido.
El gobernante Abdalla Sallee, como ha ocurrido en las protestas de otros países árabes, acudió a la misma treta de decir que "no se reelegirá, pero que lo dejen terminar su período, que lo dejen gobernar, y, por supuesto, que va a "solucionar toda la situación", que ya es una respuesta como de cartilla de estos gobernantes.
El Partido Socialista Yemení ( Comunistas), las fuerzas patrióticas y revolucionarias incorporadas en la protesta, han expresado claramente que las reivindicaciones exigidas no tienen espera y que la lucha proseguirá y se reforzará hasta que se consigan los objetivos propuestos por las masas populares.
Fuente: PrensaPopularSolidaria
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