Impresiones desde la plaza Tahrir
Informe del eurodiputado de IU Willy Meyer sobre Egipto después de haber estado allí formando parte de la delegación oficial del Parlamento Europeo.
El 20 de marzo el pueblo egipcio votaba en referéndum enmendar o no artículos de la actual constitución para iniciar el camino que señaló la Revolución de la Plaza Tahrir: el fin de la era Mubarak.
Los Hermanos Musulmanes (islamistas liberales), el Ejército y los restos del antiguo régimen todavía muy influyentes, pidieron el voto favorable.
Los jóvenes, la izquierda plural, los sindicatos, el centro y liberales, es decir, los protagonistas de la revolución, defendieron el voto negativo insistiendo en la necesidad de iniciar un verdadero proceso constituyente.
El resultado fue, con una bajísima participación del 41%, y total ausencia de verificación internacional- 77, 2 % favorable a las enmiendas y 22,8 en contra.
¿Qué lectura podemos hacer de este resultado?
Los días 19, 20 y 21 de marzo participé, junto con el staff del grupo Mireia Rovira, en una visita a El Cairo como parte de la delegación del Parlamento Europeo. Esta visita me permitió intercambiar opiniones con los protagonistas de la Revolución y con los que quieren reconducirla para impedir un cambio sustancial.
Las entrevistas obviaron la representación más activa de la Revolución de Tahrir. La agenda oficial incluyó encuentros con:
- Embajadora de los Estados Unidos
- Embajadores de la UE
- Amre Mousa, Secretario General de la Liga Árabe
- Primer Ministro, Essam Sharaf
- Ministro de Asuntos Exteriores, El Araby
- El Papa Shenouda de la Iglesia Copta
- Los Hermanos Musulmanes
- Partido El Ghad
-Partido Al Wassat
-Partido Tagammu
Sólo hubo una reunión con parte de los representantes de la sociedad civil y defensores de derechos humanos (sin presencia de los sindicatos) que permitió recibir valoraciones sobre la situación de Egipto durante y después de la Revolución.
Fueron las reuniones fuera de la agenda oficial las que me permitieron conocer las claves de la Revolución y del referéndum.
Mantuvimos reuniones con una delegación del Partido Comunista de Egipto (Salah Adly y Mohamed Fakruldeen) y con un representante del Comité Sindical (Hamdy Hussein), y también con Samir Amin.
LA REVOLUCIÓN
En 2006, en el Delta del Nilo, la ciudad industrial de Al-Mahalla, se paralizó por una huelga general convocada por sindicalistas que al margen de los sindicatos del régimen, constituyeron un Comité Sindical.
Esta huelga se expandió por otras ciudades en 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011. Este Comité sindical, junto con jóvenes y otros sectores participaron en las manifestaciones en Tahrir instalando tiendas en la plaza desde el principio.
Esta base social de la revolución se silenció por las grandes empresas de comunicación internacionales.
La convergencia de las luchas obreras con la juventud, con unas clases medias liberales y democráticas fue creando las condiciones de una verdadera insurrección democrática muy organizada pero sin un liderazgo partidario.
Las reivindicaciones de cambio eran demandas universales de libertad, derechos sociales, creación de empleo y salarios justos, una nueva Constitución y el desmantelamiento del régimen. La religión, al igual que en Túnez no aparecía ni de forma tangencial.
La juventud, que representa el 63 % de la población egipcia (la media de edad es de 24 años), democrática, antiimperialista y de izquierdas fue la catalizadora de una convocatoria sin precedentes en la plaza Tahrir, como altavoz de movilizaciones populares en todo Egipto. De un millón de personas movilizadas se pasó en cuestión de días a quince millones.
Hay que tener en cuenta que no existían partidos legalizados contrarios al régimen. La izquierda marxista ilegalizada está muy atomizada. El Partido Comunista sólo ha sido legal entre 1922 a 1924 y es ahora, desde el 13 de Marzo cuando han decidido volver a salir a la superficie.
Un "Comité Nacional por el Cambio", que agrupaba a todo el frente anti-Mubarak, fue el motor de la caída de Mubarak. En ese Comité participó, entre otras fuerzas, el PC, quien montó una radio para emitir en directo desde la Plaza Tahrir.
Según Samir Amin, ese movimiento lo formaron:
-una juventud antiimperialista, democrática, poco ideologizada pero con simpatías con el PC y otras fuerzas marxistas.
-unas clases medias liberales democráticas pero no antiimperialistas.
-los sindicatos no oficiales.
Frente a ese Bloque o Movimiento, las Fuerzas Armadas Egipcias, aliadas de los Estados Unidos de América (reciben 1.300 millones de dólares anuales) junto con los Hermanos Musulmanes (tolerados por Mubarak), las clases medias fanáticas musulmanas y los aparatos de Estado supervivientes establecieron una estrategia tras la caída de Mubarak para contener el impulso revolucionario y mantener así su hegemonía.
EL REFERÉNDUM
El 13 de Febrero, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas suspendía la Constitución tras la renuncia de Mubarak.
El 20 de marzo se organizaba el referéndum sobre nueve reformas de la Constitución propuestas por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas. Estas enmiendas proponían reducir el mandato presidencial de seis a cuatro años, el establecimiento de un máximo de dos mandatos presidenciales para la misma persona y que el Presidente nombre uno o varios Vicepresidentes en el plazo de 60 días desde su investidura.
Pero quizás lo más significativo es que estas enmiendas trazan el camino para un proceso de transición concreta: se contempla la realización de unas elecciones parlamentarias y presidenciales en los próximos 6 meses. En las enmiendas también se prevé la elección de una comisión de 100 sabios que serán encargados de escribir una nueva Constitución, aunque no queda claro quien escogerá a esta comisión.
En un país en que los partidos y sindicatos siguen siendo ilegales, con un Ejército que sigue dirigiendo y controlando la situación, la convocatoria de un referéndum para "retocar" la Constitución del régimen se convertía para algunos sectores de Egipto en la mejor salida para frenar la Revolución y controlarla desde los restos del aparato de Mubarak.
Los protagonistas de la Revolución se posicionaron en contra de la reforma para exigir un proceso constituyente frente al bloque del sí (Hermanos Musulmanes, Ejército y restos del régimen y del Partido Nacional Democrático de Mubarak, con el apoyo de los Estados Unidos).
La victoria del sí con una baja participación indica que el escenario sigue estando muy abierto y en la medida que las fuerzas sociales y políticas organizadoras de la Revolución se legalicen y organicen, el camino para conseguir una Nueva Constitución seguirá abierto. Eso es lo que nos indicó Samir Amín un día antes del referéndum.
Ahmed Maher, jovencísimo líder del Movimiento 6 de Abril, nos trasmitió su intención de viajar a Europa para informar sobre la Revolución. De hecho nos indicó que se desplazará a Granada (España) en un acto organizado por la Diputación de Granada.
EL PAPELÓN DE LA UNIÓN EUROPEA
Al igual que los EEUU, la Unión Europea fue colaboradora de Mubarak al mantener un Acuerdo de Asociación con el objetivo de garantizar el libre comercio sin exigir el cumplimiento de los derechos humanos tal y como condiciona su artículo 2.
La orientación actual de la Unión Europa y de la mayoría de los grupos parlamentarios es tutelar e influir el proceso de cambio para evitar una orientación progresista, de izquierdas y antiimperialista de las nuevas instituciones egipcias.
Es significativo el comunicado de prensa del Presidente del Parlamento Europeo, el polaco Jerzy Buzek, del Grupo Popular Europeo, que al término de la visita de la delegación se comprometía a trasmitir y facilitar las experiencias de Europa Central y del Este a la sociedad civil egipcia.
Dicho de otra manera, a contribuir a evitar el avance de las ideas socialistas en Egipto.
Las fundaciones de los partidos europeos van a invertir mucho dinero para apoyar a las fuerzas conservadoras, liberales y reaccionarias. Así lo han anunciado ya.
Creo que nosotr@s, en la medida de nuestras posibilidades, deberíamos hacer lo propio para ayudar a impulsar la Revolución. La sociedad civil nos indicó que se siguen produciendo arrestos y torturas por militares y policías.
Ragia Omram, de la Coalición de Jóvenes de la plaza Tahrir, que tenía previsto su comparecencia ante la delegación parlamentaria europea, no pudo asistir al ser detenida por los militares el mismo día de la votación del referéndum. En la entrevista con el Primer Ministro Essam Sharaf le manifesté mi preocupación por estas detenciones y torturas que se siguen produciendo. Me respondió que efectivamente Ragia Omram fue detenida y puesta en libertad en la madrugada y que se interesaría para acabar con las detenciones.
Willy Meyer, GUE/NGL MEP
Fuente: Página delPartido Comunista de España/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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