El Reichstag, con su incendio por los nazis, fue el punto de partida de la consolidación del régimen nazista. A su vez, el Ejército Rojo Comunista, donde había voluntarios de toda Europa, incluso alemanes, al colocar la bandera roja con la Hoz y el Martillo, símbolo del Comunismo mundial, culminó la derrota que le infligió como fuerza más importante en la segunda guerra mundial al ejército nazista.
Hitler aprovechó la situación y declaró el estado de emergencia y animó al anciano presidente Paul von Hindenburg a firmar el Decreto del Incendio del Reichstag, aboliendo la mayoría de las disposiciones de derechos humanos de la constitución de 1919 de la República de Weimar.
Los líderes nazis tenían preparada la demostración de que el incendio del Reichstag fue organizado por la Comintern, y en los primeros días de marzo de 1933, fueron arrestados los ciudadanos búlgaros Georgi Dimitrov, Vasil Tanev y Blagoi Popov tres hombres que jugaron roles fundamentales durante el juicio de Leipzig, conocido como «El juicio del incendio del Reichstag»
Dimitrov era, a la sazón, presidente del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista. En un largo juicio él mismo demostró su inocencia y el carácter político del incendio, utilizado por las autoridades nazis para desprestigiar al movimiento comunista alemán e internacional.
Hitler había jurado como Canciller y jefe de la coalición de gobierno el 30 de enero de 1933. Su primer acto fue pedirle al Presidente Hindenburg que disolviera el Reichstag, de manera que pudiera aumentar el número de escaños nazis tanto en el parlamento como en el gobierno. La petición de Hitler fue aceptada y se fijaron elecciones para el 5 de marzo de 1933. El objetivo de Hitler fue abolir la democracia de una forma más o menos legal al activar la Ley Habilitante.
La Ley Habilitante fue un poder especial permitido por la Constitución de Weimar para darle al Canciller el poder de pasar leyes a decretos, sin la intervención del Reichstag. Se suponía que el Acta Permisiva era usada solamente en tiempos de extrema emergencia, y de hecho, había sido usada solamente una vez antes, en 1923–1924, cuando el gobierno usó la Ley Habilitante para rescatar a Alemania de la hiper-inflación.
Para activar la Ley Habilitante se requería una votación por una mayoría de dos tercios en el Reichstag. En enero de 1933, los nazis solamente tenían el 32% de los escaños y aun así no estaban en posición de activar la Ley Habilitante.
Sobre la base de las imposiciones logradas para establecer la Ley Habilitanmte, los nazis desplegaron y ampliaron su aparato de terror, acusando no solamente a los comunistas sino a todos los sectores avanzados de la sociedad alemana de entonces, los socialistas de avazada, de izquierda, sindicalistas, dirigentes de organizaciones sociales, para ampliar sus redadas y apresar a numerosos luchadores revolucionarios y democráticos, a fin de garantizar disminuír la votación comunista en las elecciones próximas, a otros sestores que se les oponían, y así consolidar su poder.
Los esfuerzos comunistas para lograr una alianza abierta antinazista con la socialdemocracia no fue posible por las posiciones de la derecha socialdemócrata, y esto permitió que definitivamente se impusiera el régimen nazi.
Fuente: De Envíos a Nuestro Correo/Prensa Popular Comunistas Miranda/
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