Después de la sorpresa general que produjo la renuncia de Ratzinger al Papado, comienzan las especulaciones. La mayor, la de que no es precisamente la enfermedad la causa de su dimisión. Sobretodo por los señalamientos acerca de una vida teñida de participación no propiamente sancta sanctorum de Ratzinger, desde su juventud.
Todo, porque Ratzinger ha sido acusado de actitudes no compatibles con la conducta de un cristiano, primero, como participante activista nazi en las juventudes hitlerianas, y luego como cura y obispo ha tenido una vida muy ligada a las actividades negativas que se le han comprobado a sectores de la iglesia, como son las conocidas y continuas denuncias de corrupción sexual entre los sacerdotes ---de pederastia, principalmente-- no investigadas y sobre todo no rechazadas y castigadas ejemplarmente en su Papado, como corresponde.
Se rechaza también su actividad como participante de intrigas inter paria para subir y/o establecerse en las escalas vaticanas, así como los problemas relacionados con el Banco dependiente del Vaticano, problema aún no resuelto totalmente y muy oscuro, que tiene en el centro al más inmediato colaborador de Ratzinger. Sea cual sea la situación real, es significativo que Ratzinger ---Benedicto XVI--- pida el mayor tiempo posible para rezar y seguramente pedir perdón a Dios por sus pecados.
ASPECTOS POSITIVOS DE SU PAPADO
De todas maneras Ratzinger --Benedicto XVI-- tiene a su favor su posición positiva ante las guerras en Irak, Afganistán, en su solidaridad con Líbano y sobretodo en el caso de su apoyo al establecimiento definitivo del Estado Palestino y a la busca de una solución pacífica de dos Estados en este caso, así como en los casos de las condiciones relacionadas a los inmigrantes y los indocumentados en los países desarrollados en Europa.
LAS PERSPECTIVAS DE LA SUCESIÓN DE BENEDICTO XVI
Mientras pasa el tiempo y se espera la fecha fijada para hacer efectiva la renuncia Papal, ya se tejen muchas especulaciones alrededor de la orientación del próximo Papa, sobre todo si por fin se le abre camino a otro tipo de figura, no relacionado directamente con el Papado Eurocéntrico y ligado a los grupos internos de la burocracia vaticana, generalmente interesada no sólo en el manejo de los asuntos eclesiásticos, sino también al gobierno del Estado vaticano y sobre todo a sus inmensas riquezas, inmobiliarias en las grandes ciudades de Italia, financieras del mundo y otros intereses "mundanos".
Para el Cónclave de elección ya se anuncian movimientos donde se introducen de manera solapada los intereses no sólo de los grupos de la burocracia religiosa del Vaticano propiamente, de otros situados en sectores fuertes de la organización eclesiástica en distintos países, de los reclamos de participación en el Papado desde los conglomerados católicos de Asia, América, Africa, que piden y ven la oportunidad de elegir un Papado que no indique una especie de discriminación racial en base a Papas exclusivamente blancos, así como las corriente progresistas religiosas que buscan una iglesia más ligada a los pueblos.
No son extraños los movimientos en la sombra de los grandes poderes mundiales del imperialismo, el OPUS DEI, y otros, que buscan un Papado más sumiso a sus intereses, y que de una u otra manera siempre encuentran la manera de entrometerse de una u otra forma en las decisiones correspondientes.. Se señalan ya a "candidatos" posibles, entre ellos al Cardenal Canadiense Marc Ouellet, conocido como conservador, no propiamente muy progresista.
En todo caso, sin una indicación directa, el pedido de Benedicto XVI de elegir un Papa que sea "más joven que él cuando ascendió a Papa" huele a mensaje indirecto a los "electores" y señalarían en una cierta dirección, e indicaría cuando menos una "opinión" que no deberá ser de él solamente sino de los que en una vida política "civil" se podría concebir como "su grupo" o "tendencia" de opinión o algo más integrado, su corriente dentro de la Iglesia. Habrá que esperar a proximos días para saber como se desarrollan las informaciones, y si ese Cardenal "más joven" que Ratzinger recomienda no lleva ya un nombre puesto, que circulará seguramente con el cuidado necesario entre quienes corresponde.
RAYO EN EL VATICANO
Ahora se presenta un nuevo elemento para la especulación con el Rayo que cayó en la Cúpula del Vaticano. Se han desatado toda suerte de análisis, de asignación de significados, de atribución de mensajes relativos a la situación, para unos en beneficio, para otros de sombrías perspectivas ligadas al manejo actual o futuro de la Iglesia.
En todo caso, estamos seguros que pedir o tener esperanzas de que entre a gobernar a la Iglesia Católica un Sumo Pontífice que atesore en sí mismo todas las virtudes posibles a favor de la humanidad y de la marcha de la propia Iglesia, un Obispo procedente y ligado en su ministerio eclesiástico a las masas desposeídas, no importa su vinculación racial, que sea de un Continente aún o hasta ahora no representado en las estructuras papales, ligado a lo que ha significado la Teología de la Liberación y los movimientos religiosos progresistas, que sea un Papa dispuesto a resolver favorablemente los problemas ligados con las acusacioines que se hacen contra las autoridades eclesiásticas en distintos niveles de su actuación, es como pedir mucho, pero al menos la humanidad espera que en verdad sea un Papa que no se convierta en un instrumento de los grandes poderes imperiales del mundo, o en un aliado cómplice de ellos.
Fuente: PrensaPopularSolidaria
Correo: pcvmirandasrp@gmail.com
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