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Editorial de El Popular N°295: «“Cada vez más
nosotros y menos el azar»
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Faltan tres días para que las uruguayas y los uruguayos, democrática y
soberanamente, decidamos los destinos del gobierno de nuestro país por
los próximos cinco años. No quienes nos gobernarán como dice la prensa
de derecha, porque el proyecto de izquierda, democrático, emancipador,
implica ampliar y profundizar la participación popular organizada y por
lo tanto debemos, y lo haremos, gobernar todas y todos.
La historia, que es sabia, hace que tal decisión coincida con un hecho
trascendental para el pueblo uruguayo. Hace 34 años, otro 30 de
noviembre, pero de 1980, el pueblo uruguayo le decía NO a la
constitución fascista que la dictadura, con el apoyo de la oligarquía y
la apasionada defensa del diario El País, quiso imponer.
Fue la primera vez que una dictadura perdió un plebiscito. El 56.83% de
las y los uruguayos dijeron NO y defendieron la libertad y la dignidad,
contra la mentira y el miedo. También aquella vez, una encuestadora,
Gallup, le erró como a las peras y vaticinó el triunfo del SI con un
60%.
La victoria del NO se sustentó en la resistencia popular organizada, a
lo largo y ancho del país, fue arrasadora en los barrios obreros y
populares, abrió el camino para la recuperación democrática y fue un
faro de dignidad y libertad.
Por supuesto que ese triunfo no fue solo de la izquierda y del
movimiento popular, el NO tuvo el respaldo explícito de los sectores
democráticos de los partidos tradicionales, expresó las hondas reservas
democráticas de nuestro pueblo. Pero también es cierto que el triunfo
del NO fue posible por el trabajoso y sacrificado proceso de acumulación
de fuerzas populares, por la identificación histórica de la UDELAR y
las figuras más representativas de la academia, la cultura y el arte con
la libertad, por su compromiso ciudadano, y por décadas de lucha y
aprendizaje del movimiento sindical, estudiantil y todo el sistema de
organizaciones populares. Se sustentó en un movimiento popular que
defendió la libertad y enfrentó el golpe con la Huelga General. Se
sustentó en cientos de miles que aprendieron luchando por ellas que la
libertad y la democracia son conquistas del pueblo.
Es muy significativo que 34 años después una decisión del calibre de la
que va a tomar nuestro pueblo sea el mismo día. Es un nuevo escalón en
el proceso de acumulación de fuerzas del pueblo uruguayo para transforma
el Uruguay y construir una sociedad nueva, ni más, ni menos.
Hoy ese afán democrático y libertario, ese compromiso con la mejor
historia de nuestro país, se expresa en el Frente Amplio, en su
programa, en su acción de gobierno y en los intereses sociales que
representa. El cauce ancho de unidad popular no se agota en el Frente
Amplio pero encuentra su mejor expresión política en él.
Es muy significativo recordar que la constitución fascista derrotada
hace 34 años establecía expresamente la proscripción definitiva del
Frente Amplio y habilitaba solamente al Partido Colorado, el Partido
Nacional y la Unión Cívica. Hoy 34 años después de esa victoria
histórica el pueblo uruguayo da respuesta de que fuerza política lo
expresa y lo representa mejor.
Podríamos hablar del desplome de la derecha, de la absoluta orfandad de
propuestas, de la incapacidad de unirse, con liderazgos desgastados, de
la disputa abierta en el Partido Colorado y las denuncias propias de
autoritarismo y falta de democracia interna, de la paralización de la
acción política. De la muestra de desorientación que implicó la
invitación por parte de un sector del Partido Nacional, que ellos mismos
califican como “la derecha de la derecha”, a una ignota politóloga
guatemalteca, que en su país no tiene incidencia alguna, la señora
Gloria Alvarez, para pasearla por diversas tribunas con un discurso
absolutamente primario, para agitar el cuco del populismo. Cuando la
derecha uruguaya tiene que apelar a una señora que viene de una de las
oligarquías más elitistas del continente, participante de un movimiento
que intentó derribar al presidente constitucional de Guatemala, Alvaro
Colom, con asonadas callejeras, que dice que la educación y la salud no
son derechos y que los debe cubrir el mercado, que califica de populista
todo lo que no sea neoliberal, formada en la Universidad Marroquín, que
no da derecho laboral porque dicen que no debe existir, es porque su
estado de elaboración ideológica, de propuesta política, es paupérrimo.
Podríamos hablar también de la campaña serena y de propuestas realizada
por la fórmula del Frente Amplio, de Tabaré Vázquez y Raúl Sendic,
recorriendo por quinta vez al país y dando respuestas concretas a las
demandas recogidas directamente del diálogo con la gente.
Todo ello es importante, pero no es lo principal. Este domingo 30 de
noviembre hay que conquistar el voto ciudadano para seguir haciendo
avanzar el proceso histórico de avances populares. Para ratificar la
victoria popular y el apoyo al programa logrado el 26 de octubre.
Será un enorme paso para seguir abriendo la perspectiva de los cambios,
es el tiempo del impulso y no del freno, es el tiempo de avanzar. Con
unidad, ampliando la base social y política de los cambios, con más
pueblo organizado y luchando, con más izquierda, con más Frente Amplio.
Por eso, este domingo, a votar por la historia, por el presente y sobre
todo por el futuro, que es un desafío abierto para construir con
emoción, con propuestas y con lucha. A votar por Tabaré Vázquez y Raúl
Sendic. A votar convencidos con Mario Bendetti que:
“Ya casi está llegando,
con su mejor noticia,
con puños, con ojeras,
con noches y con días,
con una estrella pobre,
sin nombre todavía,
lento pero viene,
el futuro real,
el mismo que inventamos
nosotros y el azar,
cada vez más nosotros
y
con su mejor noticia,
con puños, con ojeras,
con noches y con días,
con una estrella pobre,
sin nombre todavía,
lento pero viene,
el futuro real,
el mismo que inventamos
nosotros y el azar,
cada vez más nosotros
y
menos el azar”.
Fuente: El Popular/Pägina del PCU/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular.comunistasmiranda.blogspot.com
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