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El KKE y la “Declaración de Praga”
Los días 23-24 de mayo de 2015, el
Partido Comunista de Bohemia y Moravia celebró una Conferencia
Internacional en Praga, α la que fue invitado y tomó parte el KKE. En
esta actividad internacional los partidos comunistas y obreros no fueron
los únicos invitados. También se invitó a otras fuerzas encubiertas
bajo el manto de la “izquierda”, como el partido alemán Die Linke que
desde hace años participa en los intentos de sembrar ilusiones a los
trabajadores acerca de la “humanización” del capitalismo y de la UE,
mientras que a menudo desempeñan un papel destacado en la campaña
anticomunista y antisoviética de la UE. Este hecho concreto, es decir
que participaron fuerzas de carácter político totalmente diferente, hace
imposible que el KKE firme una declaración conjunta sobre asuntos
políticos e ideológicos muy serios cuando es sabido que existen
posiciones diferentes.
Los camaradas del Partido Comunista de
Bohemia y Moravia, que prepararon un proyecto de Declaración conjunta
dijeron que los representantes de los partidos tendrían la posibilidad
de informarles si apoyan la declaración hasta finales de mayo de 2015.
Sin embargo, al mismo tiempo, enviaron este texto a Solidnet, donde fue
publicado el 26 de mayo sin las firmas de los partidos, dejando espacio
para interpretaciones erróneas sobre cuáles son los partidos que lo firman.
Por parte del KKE, quisiéramos decir en breve por qué nuestro partido no puede firmar la “Declaración de Praga”:
1. El texto limita en varios puntos, en
nuestra opinión equivocadamente, el significado del imperialismo como
una política exterior agresiva “expansionista”.
El KKE apoya firmemente la posición de
Lenin de que el imperialismo es el capitalismo monopolista, con todas
las características significativas descritas en la obra del gran líder
de la Revolución de Octubre.
2. El texto incluye puntos de vista
equivocados, en nuestra opinión, respecto el tema de la cooperación y
promueve la “unidad de las fuerzas de izquierdas y progresistas” que es
profundamente fútil y que ha sido utilizada como un instrumento para la
gestión del capitalismo y la aplicación de las políticas antipopulares
en varios países.
El KKE en oposición a este punto de
vista promueve la necesidad de la alianza social de la clase obrera y
los demás sectores populares urbanos y rurales contra los monopolios y
el capitalismo.
3. El texto destaca el objetivo de EE.UU
y de la UE de distorsionar la historia y revisar los resultados de la
II Guerra Mundial.
Sin embargo, EE.UU. y la UE no son las
únicas fuerzas que participan en este intento de revisión de la
Historia. Esto ocurre, en nuestra opinión, porque el resultado más
importante de la II Guerra Mundial fue la aparición de los estados
socialistas en Europa Central y Oriental y el fortalecimiento de la
URSS. Aparte de EE.UU. y la UE, las fuerzas políticas que están en el
poder en estos países y que antes habían liderado la contrarrevolución y
la restauración capitalista en la URSS y los demás países de Europa
Este, han contribuido a esta revisión. El liderazgo de Rusia actual
participa también en la distorsión de la Historia y además toma parte
activamente en la campaña anticomunista inaceptable sobre la masacre de
Katyn, a pesar de las publicaciones sobre la falsificación que inició
durante el período de Yeltsin, siguiendo los pasos de Goebbels.
4. En el texto la cuestión de la guerra se abarca desde posiciones pacifistas, con “deseos” generales para la paz.
La opinión del KKE sobre este tema es que es el enfoque de Lenin es completamente válido: “La
guerra no ocurre por casualidad, no es un “pecado”, como creen los
sacerdotes cristianos (que predican el patriotismo, el humanismo y la
paz tan mal como los oportunistas), sino que es una etapa inevitable del
capitalismo, una forma de la vida capitalista tan natural como es la
paz.” Las guerras imperialistas, las guerras por la conquista de
mercados, territorios, control político directo, son características de
la época contemporánea del capitalismo y expresan la necesidad de un
nuevo reparto de los mercados, de nuevos “acuerdos” para la paz, sobre
el avance del desarrollo capitalista desigual. Todas las clases
burguesas son responsables de las guerras imperialistas, no sólo
aquellas que se han aliado en el marco de la OTAN y de la UE.
Para el movimiento obrero y popular en
cada estado capitalista la cuestión no es elegir un grupo de
imperialistas para aliarse sino elegir llevar a cabo su propia lucha
contra la guerra entre las clases burguesas para que el pueblo no
derrame su sangre por intereses ajenos por el enriquecimiento de los
explotadores. La lucha contra la guerra imperialista no se puede separar
de la lucha por el derrocamiento del poder del capital.
5. Responsabilidad de las guerras
imperialistas tienen además las fuerzas oportunistas y socialdemócratas,
como Die Linke, y otras fuerzas del llamado Partido de la Izquierda
Europea (PIE) que las apoyan, como ocurrió por ejemplo en el caso de la
guerra en Libia, en la República Centroafricana, en Siria etc.
6. El texto mantiene una postura
“aforística” hacia la violencia, sin examinar el tipo de violencia, el
tipo de guerra, qué clase la lleva a cabo, con qué propósito. Y esto en
un momento que es bien sabido que los burgueses quieren que los
trabajadores rechacen por completo la violencia revolucionaria, para que
puedan ejercer en ellos la violencia del capital sin obstáculos.
El KKE y el movimiento comunista en
general condenan la violencia y la guerra que provocan las clases
burguesas en todas sus formas. Tanto con la intervención expansionista,
claramente militar, como con la forma de la política burguesa en período
de paz, que incluye la violencia de la explotación clasista sobre la
clase obrera y abre el camino para nuevas guerras imperialistas.
Además, consideramos que el movimiento
obrero revolucionario debe adquirir la capacidad de hacer frente a la
violencia del capital con su propia violencia. Respecto a este tema,
Georgi Dimitrov en su juicio en Leipzig utilizó una frase del poeta
alemán Goethe: “Sí, el que no quiere ser yunque, ¡debe ser el martillo!” mientras que en el Manifiesto Comunista de C.Marx y Fr. Engels se destaca que: “Los
comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e
intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden
alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente.”
7. El texto aboga por un mundo “sin
guerras, sin miseria”, por el “desarrollo democrático de la sociedad”
sin mencionar por qué sociedad debemos luchar. De este modo deja espacio
para que se creen confusiones de que la guerra y la miseria, el ataque
contra los derechos sociales y democráticos pueden dejar de existir en
las condiciones del capitalismo.
El KKE y muchos partidos comunistas y
obreras declaran que nuestra época es la época de transición del
capitalismo al socialismo. El capitalismo no puede resolver los
problemas de los trabajadores; solamente provoca crisis y guerras
imperialistas, la represión de los derechos democráticos y sociales, el
fascismo, el empobrecimiento relativo y absoluto de la clase obrera y de
los demás sectores populares. La única alternativa para los pueblos es
el socialismo.
Por todas estas razones es obvio que el KKE no puede firmar la “Declaración de Praga”.
La Sección de Relaciones Internacionales del CC del KKE
Fuente:KKE/Solidnet/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo: pcvmirandasrp#gmail.com
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