Ha sido un fin de semana duro para los comunistas del Partido Comunista de Asturias y del Partido Comunista de Extremadura, pero no sólo para ellos.
A falta de tres meses para las elecciones cientos de comunistas siguen fuera de una IU que no se acaba de refundar, y peleando por sus derechos en federaciones en las que los han violado durante años.
Cada día que pasa es un día menos para saber si habrá algún candidato comunista en las elecciones de esos territorios, y uno más de ventaja precisamente para quienes estarían encantados con que no hubiera ninguno.
Tras la decisión del Comité Federal del pasado 7 de febrero de posponer una decisión que terminará siendo irremediable, muchos comunistas, no sólo de Asturias y Extremadura, sino de toda España, se indignaron y lo hicieron con todo el derecho del mundo. Apenas unas horas después de que el PCE pidiese que todos los comunistas asturianos rellenasen la ficha durante lo que queda del mes de febrero, el Coordinador de Izquierda Unida de Asturias vino a decir casi literalmente que no iba a haber de ningún modo candidatos comunistas en IUA. No duró mucho la ilusión de un posible entendimiento, aunque personalmente duraría de cualquier tipo de acuerdo con alguien que ya me hubiera robado la cartera varias veces.
Y es que si algo ha sido discutido durante muchos años, no sólo aquí sino en toda España, era lo único que es indiscutible: el Partido Comunista.
Y con todo el respeto hacia una decisión del Comité Federal – contra la que habría votado si hubiera pertenecido a él -, no puedo evitar preocuparme por el estado de ánimo de cientos, por no decir miles, de comunistas que ven día tras día como determinados personajes de la falsa “izquierda plural” hacen todo lo posible por acabar con el Partido Comunista. Algunos hablan de rendirse, de dejar el carné, de darse de baja del Partido, de que está todo perdido.
No. Aquí no se rinde nadie. Los comunistas no se rinden.
Y aquí no se rinde nadie porque hay que Reconstruir el Partido Comunista de España y no nos podemos quedar a medio camino, pese a quien pese, disguste a quien disguste. Porque a pesar de las dificultades vamos a seguir en la calle, en las universidades, en los centros de trabajo, en los sindicatos, trabajando más y mejor que nadie. El Partido se reconstruye dejando en evidencia a quienes lo destruyen. Se reconstruye ganando mayorías sí, pero sobretodo logrando la hegemonía en el discurso y en el trabajo, y esa la estamos consquistando. Se reconstruye estando orgulloso de pertenecer a un Partido por encima de cualquier otra filiación.
Las agrupaciones se están fortaleciendo en casi todos los territorios, los comunistas están sabiendo avanzar y enfrentar y resistir las peores dificultades. Y recordemos que nuestro trabajo no es llegar a las elecciones de Mayo, sino reconstruir una organización de resistencia, de lucha y de transformación, y lo haremos porque es una necesidad histórica, y porque se lo debemos a Dolores, a Pepe, a Grimau, a Romero Marín, a Rosario, a Marcelino…a tantas decenas y cientos de miles de personas que han dado lo mejor de sí mismos por nuestro Partido. Y se lo debemos a éste, al PCE, a lo que significa, porque el Partido somos todos y cada uno de nosotros y nadie nos puede robar eso.
Por eso, vamos a trabajar para ilusionar, para enfrentarnos a quienes viven del Partido y no mueren por él.
Así que, camaradas… ¡Aquí no se rinde nadie! Los Comunistas no se rinden !!