Por: Ramón Lozada Aldana
En el artículo anterior, relativo a las clases sociales en Gil Fortoul, comprobamos que para él las dos clases fundamentales de la sociedad actual están formadas por los obreros y los capitalistas. Y existe entre ellas, una total y aguda contradicción., que conduce necesariamente al conflicto y a la lucha de clases.
Ante esa problemática situación, el autor clasifica así las “soluciones” propuestas:
a) “solución” humanitaria, centrada en la caridad;
b) “solución” naturalista, con base en la teoría de la lucha por la existencia y
c) “solución” política, fincada en el concepto de libertad (liberalismo).
De seguida pasa a revisar cuidadosamente cada una de dichas tesis. Después de prolijo análisis descarta la primera “solución” y concluye:
“lo que se espera es una obra de justicia. El conflicto de la clase proletaria con la clase capitalista es lucha por la vida y el derecho, y su solución no está en la caridad, cuya eficacia se circunscribe fatalmente a aliviar miserias aisladas”.
La “solución” naturalista o lucha por la existencia, luego de una sostenida réplica, también es rechazada, pues no ofrece perspectiva para el desenlace positivo del “conflicto actual entre el capitalismo y el proletariado” y, “en lugar de la evolución progresiva, que es el ideal de las sociedades modernas, se realizaría de fijo una evolución regresiva”.
La tercera “solución”, el liberalismo, tampoco llena las exigencias de una verdadera solución, ya que, de acuerdo con el autor, la libertad para las dos clases, lo es realmente para la capitalista y, a tal efecto, ofrece como ejemplo la América del Norte, donde “la clase capitalista oprime, lo mismo que en las viejas monarquías, a la clase proletaria”.
Para rematar con esta síntesis: “…podemos concluir ya, que la organización de las sociedades actuales tiene en sí una antinomia que es irreductible mientras tal organización subsista, y, por consiguiente, las tres soluciones examinadas, son, o inadecuadas o ineficaces”.
¿Si ninguna de las “soluciones” analizadas resulta conducente a la conquista de la justicia social, si todas ellas se acoplan a la conservación de la sociedad de la injusticia, si la totalidad de las mismas se consideran como propuestas incapaces de llevar a un orden social sin la pobreza y la miseria, cuál es la postulación del ilustre autor? Éste piensa que “la organización en que hoy vive el mundo civilizado no será ciertamente la última”.
La “solución” naturalista o lucha por la existencia, luego de una sostenida réplica, también es rechazada, pues no ofrece perspectiva para el desenlace positivo del “conflicto actual entre el capitalismo y el proletariado” y, “en lugar de la evolución progresiva, que es el ideal de las sociedades modernas, se realizaría de fijo una evolución regresiva”.
La tercera “solución”, el liberalismo, tampoco llena las exigencias de una verdadera solución, ya que, de acuerdo con el autor, la libertad para las dos clases, lo es realmente para la capitalista y, a tal efecto, ofrece como ejemplo la América del Norte, donde “la clase capitalista oprime, lo mismo que en las viejas monarquías, a la clase proletaria”.
Para rematar con esta síntesis: “…podemos concluir ya, que la organización de las sociedades actuales tiene en sí una antinomia que es irreductible mientras tal organización subsista, y, por consiguiente, las tres soluciones examinadas, son, o inadecuadas o ineficaces”.
¿Si ninguna de las “soluciones” analizadas resulta conducente a la conquista de la justicia social, si todas ellas se acoplan a la conservación de la sociedad de la injusticia, si la totalidad de las mismas se consideran como propuestas incapaces de llevar a un orden social sin la pobreza y la miseria, cuál es la postulación del ilustre autor? Éste piensa que “la organización en que hoy vive el mundo civilizado no será ciertamente la última”.
Es decir, la actual organización capitalista habrá de ser sustituída por otra diferente y superior ¿cuál? La sociedad socialista, responde el escritor. En este sentido, luego de confesar que no es socialista militante, sostiene: “y con los que sufren y padecen creo en una próxima organización social, menos imperfecta y más humanitaria, con luchas menos brutales y leyes más equitativas. En suma, creo en el advenimiento de otra civilización que será, a un tiempo, más intensa, más completa y más alta”.
Ya antes, en Filosofía Constitucional, había definido al socialismo en términos semejantes: “el socialismo no es un partido político, sino una aspiración general a mejorar la suerte de las clases proletarias y a resolver con nuevos métodos los problemas sociales”.
Sorprende el sostenido hilo conceptual con que Gil Fortoul llega a la conclusión de la vía socialista como respuesta a la problemática contenida en “la lucha por la vida y lucha por la justicia”, todo ello basándose especialmente en la contienda entre obreros y capitalistas.
Es de destacar como el autor va más allá del liberalismo e incluso toma a Estados Unidos como ejemplo de que esa vía no resuelve el problema. Este argumento es válido incluso contra el neoliberalismo de hoy.
Ya antes, en Filosofía Constitucional, había definido al socialismo en términos semejantes: “el socialismo no es un partido político, sino una aspiración general a mejorar la suerte de las clases proletarias y a resolver con nuevos métodos los problemas sociales”.
Sorprende el sostenido hilo conceptual con que Gil Fortoul llega a la conclusión de la vía socialista como respuesta a la problemática contenida en “la lucha por la vida y lucha por la justicia”, todo ello basándose especialmente en la contienda entre obreros y capitalistas.
Es de destacar como el autor va más allá del liberalismo e incluso toma a Estados Unidos como ejemplo de que esa vía no resuelve el problema. Este argumento es válido incluso contra el neoliberalismo de hoy.
A la vez que racional, el examen de Gil Fortoul no ofrece transigencia alguna a concepciones fantasmagóricas o fuera de la realidad., y deviene pleno de contemporaneidad y futuro.
En fin, el análisis que el escritor nos entrega constituye un buen ejemplo de tratamiento realista y de renovación social para los intelectuales y creadores de esta hora venezolana
Edición: Prensa Popular Comunistas Miranda
No hay comentarios:
Publicar un comentario