"El Partido Comunista de México ha de continuar realizando las tareas
que lo acerquen a los fines que persigue, ningún miembro del partido
titubea o retrocede, seremos más estrictos con las medidas de seguridad
que de por sí tenemos, pero también hacemos responsable, con esta
denuncia a Enrique Peña Nieto como cabeza visible del Estado mexicano y a
las fuerzas armadas como su brazo ejecutor, de cualquier agresión
física contra los miembros de nuestro partido, independientemente de
la coartada que se use para encubrir a la misma.
El Partido Comunista de México como partido revolucionario ha manifestado públicamente sus ideas, sus planteamientos y sus fines. De esta misma manera ha actuado todo el tiempo. Los cuadros comunistas actúan a la luz del día y de manera abierta y pública hacen declaraciones sobre los fines que perseguimos y la manera de alcanzarlos.
El Partido Comunista de México como partido revolucionario ha manifestado públicamente sus ideas, sus planteamientos y sus fines. De esta misma manera ha actuado todo el tiempo. Los cuadros comunistas actúan a la luz del día y de manera abierta y pública hacen declaraciones sobre los fines que perseguimos y la manera de alcanzarlos.
Así, hemos señalado como nuestro objetivo principal e inmediato la
lucha por el derrocamiento de la dictadura de los monopolios y la
instauración del socialismo-comunismo en nuestro país, y en ello
trabajamos todos los días, organizando a la clase obrera y a los
trabajadores todos, en sus centros de trabajo fundamentalmente, lo que
consideramos la acción más radical porque nuestra concepción
insurreccional pasa por la huelga general para paralizar la economía del
país. Y aunque el PCM ha declarado como válidas todas las formas de
lucha que históricamente han servido para la toma del poder por la
clase obrera, incluyendo a la lucha armada, nuestra estrategia se basa
en la movilización revolucionaria de las masas.
La caracterización que hemos realizado del periodo que estamos
viviendo, de dictadura desembozada de los monopolios, se comprueba
todos los días y lo que llamamos un nuevo régimen, de tipo represivo,
de barbarie y descomposición alcanza al movimiento social y a las
organizaciones que se oponen a él, entre estas al PCM: ya el año
pasado pagamos una alta cuota de sangre, con tres de nuestros mejores
cuadros en el estado de Guerrero.
Hoy, nuevamente se ciernen amenazas de sangre contra destacados
cuadros y dirigentes sociales de nuestro Partido y, aprendida la
experiencia, comenzamos a notar una constante: la mano del Estado y el
uso de las herramientas de que dispone, tales como los medios de
comunicación afines, y el entrelazamiento con grupos del crimen
organizado y organizaciones oportunistas para generar corrientes de
opinión y fabricar burdas coartadas que justifiquen ante la opinión
pública el accionar del aparato represor.
En Oaxaca, diversos
periodistas policíacos, están difundiendo un supuesto vínculo entre
nuestro camarada Gustavo Adolfo López Ortega, miembro del Buró Político
del PCM y dirigente del partido y del FIR en ese estado, y el
Ejército Popular Revolucionario; misma campaña de calumnias apuntada
también contra el compañero Miguel Cruz Moreno del CIPO-RFM. Alfredo
Martínez Aguilar desde su columna Polígrafo Digital, primero, y después
Alejandro Cacho y Leopoldo Mendívil, desde La Crónica Oaxaca y La
Crónica nacional, hicieron eco de esta calumnia.
No olvidamos que antes
del asesinato del camarada Raymundo Velázquez, dirigente del PCM en
Guerrero, hubo también versiones periodísticas con acusaciones
similares. Luis Olivares, dirigente de la Unión de Productores de la
Costa Grande y Rocío Mesinos, dirigente de la Organización Campesina de
la Sierra del Sur, sufrieron las mismas acusaciones desde diferentes
medios periodísticos antes de ser asesinados. Esa se ha convertido en
una constante del Estado mexicano
.
En Veracruz, miembros de la Secretaría de Marina, acosaron a la
familia del camarada Gaudencio Brito Flores, miembro del PCM y dirigente
del FIR en la región del Valle de Orizaba y las Altas Montañas, para
que les dijeran dónde estaba, cuando lo localizaron y hablaron con él
le dijeron “que se cuidara, pues en las redes sociales el jefe de
plaza” de conocido cartel que opera en esa región había firmado su
sentencia de muerte, más allá de lo ridícula que pueda parecer esa
acción, lo que vemos ahí es una amenaza velada a la integridad del
camarada.
En Morelos, Ernesto Blanco Medina, miembro del Consejo Central de la
Liga de la Juventud Comunista, fue amenazado, golpeado y su teléfono
celular robado por gente que no tuvo interés por nada más de sus
pertenencias; lo que nos hace pensar que no se trata de una vulgar
acción de la delincuencia.
En el Distrito Federal, el camarada Juan Rubio, miembro del Comité
Central del PCM y dirigente nacional de la FTI fue interceptado y
colisionado por un automóvil del cual un par de individuos lo amenazó si
continua con sus actividades sindicales, antes de darse a la fuga.
En Tamaulipas, el camarada Enrique López Gutiérrez, miembro del PCM y
dirigente de la FTI en la región petrolera de Tampico-Madero, fue
interceptado violentamente por miembros de la Marina, la propaganda
del partido confiscada y el contenido de su teléfono celular revisado
escrupulosamente.
En el estado de Jalisco y en Veracruz, diversas organizaciones a las
que caracterizamos como oportunistas, han desatado campañas de
difamación contra cuadros de dirección y miembros del PCM, acusándolos
de ser guerrilleros y de realizar acciones armadas.
En todos estos casos reconocemos la mano del Estado mexicano, y
aunque los comunistas no confiamos en la legalidad burguesa hemos
comenzado a trazar una línea de acción con un marco jurídico para
conminar a los periodistas mencionados que presenten las pruebas en las
que basan sus afirmaciones o al proceder legal de nuestros camaradas
por los delitos que les resulten. Misma acción se ejercerá contra todos
aquellos que sigan lanzando calumnias que pongan en riesgo la vida, la
libertad y los bienes de nuestros camaradas en cualquier parte del país.
El Partido Comunista de México ha de continuar realizando las tareas
que lo acerquen a los fines que persigue, ningún miembro del partido
titubea o retrocede, seremos más estrictos con las medidas de seguridad
que de por sí tenemos, pero también hacemos responsable, con esta
denuncia a Enrique Peña Nieto como cabeza visible del Estado mexicano y a
las fuerzas armadas como su brazo ejecutor, de cualquier agresión
física contra los miembros de nuestro partido, independientemente de
la coartada que se use para encubrir a la misma.
¡Proletarios de todos los países, uníos!
Buró Político del Partido Comunista de México
Fuente: BP del PCM/Redglobe/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
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