Tabaré Vázquez va por segunda vez a buscar la presidencia en nombre del Frente Amplio de Uruguay (FA), que ha gobernado por dos periodos de cinco años consecutivos la patria de Artigas y ofrece una obra que sus antecesores no pueden brindar.
El 26 de octubre, Vázquez se enfrentará a los representantes de la oposición, encabezados por Luis Lacalle Pou (Partido Nacional o Blanco, PN) y Pedro Bordaberry (Partido Colorado, PC), ambos con una propaganda basada en un supuesto cansancio de los uruguayos por la continuidad de diez años de gobierno del partido más popular de los últimos tiempos.
Las empresas dedicadas a los sondeos de opinión no pueden ocultar que la intención de voto favorece al FA con el 42 %, según una encuesta de la consultora Factum realizada en septiembre, que da al candidato frenteamplista 10 puntos de ventaja sobre Lacalle Pou y 27 sobre Bordaberry.
Esta ventaja está calculada para una primera vuelta electoral, pues las encuestadoras y los políticos de oposición consideran que nadie tendrá mayoría absoluta y será preciso ir a un segundo turno en noviembre para decidir, y entonces se unirían las fuerzas de la oposición con intenciones de ganar. Sin embargo, en sus estimaciones obvian el hecho de que dos veces el Frente ha batido en el duelo de las urnas a la alianza de blancos y colorados, aparte de que la izquierda también tiene fuerzas aliadas.
Los ataques provienen actualmente de los grandes medios de difusión, con El País uruguayo y El País español al frente, seguidos por el sitio Infobae y otros más de derecha, que hacen hincapié en supuestas desventajas de Tabaré y más flexibilidad de sus oponentes.
La oposición uruguaya no quiere hacer mucha historia en sus ataques contra el FA.
Daniel Olesker, ministro de Desarrollo Social, recordó a los electores que desde el 2006 ha habido una mejoría en el gasto público, y sobre todo en su distribución.
La primera cifra que citó el Ministro —Uruguay tiene algo más de tres millones de habitantes— fue la de las 696 000 personas que salieron de situación de pobreza en todos los departamentos (provincias), como el de Artigas, que antes del 2005 tenía un 50 % de su población en situación desventajosa y hoy la cifra se ubica en cerca del 18 %.
Cedió la miseria en todas las edades. Entre niños, niñas y adolescentes, la pobreza alcanzaba a una persona cada dos y hoy es una de cada cinco personas de este grupo de población.
Además, está el aumento de los ingresos per cápita, que en el 2013 fue 47 % mayor en valores reales (por encima de la inflación) de lo que eran en el 2005. Esto se complementa con mejoría en la igualdad, pues se redujo incluso la primacía que tenía la capital, Montevideo, sobre el resto del país.
Es decir, aumentos mayores en los sectores de menores ingresos, contribuyendo a reducir la inequidad.
En el periodo de los diez años que gobernó el Frente, el 60 % de la población más des-protegida tuvo una mejoría. Otro indicador importante radica en los 220 000 nuevos puestos de trabajo creados desde 2006 (más de 300 000 si se parte del 2004, cuando el Frente Amplio ganó los comicios).
Se llegó así a la tasa de desempleo más baja de la historia del país y mantenida a lo largo de los últimos años.
A la vez, la cantidad de contribuyentes a la seguridad social se incrementó en más de 450 000, y mucho empleo precario que existía antes del 2005 se formalizó con todos los derechos que ello implica: aguinaldo, salario vacacional, seguro de enfermedad, y derecho a la jubilación.
Más personas que cumplieron 22 años desde el 2006 pudieron continuar sus estudios y culminaron la educación media. Es decir, muchos hogares excluidos en los años 90 pudieron reincorporar hijas e hijos al sistema educativo.
Antes de la reforma de la salud, la asistencia cubría a 586 000 personas, de las cuales había 50 000 jubiladas y cero menores de 18 años; hoy se atienden 2 millones 200 000 personas entre las que se incluyen 350 000 jubilados y más de 500 000 menores de 18 años.
El ataque masivo de la prensa de derecha contra el Frente Amplio busca restarle adeptos, levantando supuestas capacidades de los oponentes de la reacción.
Pero los logros, no contados por la derecha en sus cálculos, tienen también un peso, sobre todo en los receptores de los beneficios mencionados, y el ataque masivo de los dirigentes de la derecha y sus medios de difusión no los consideran, aunque al fin y al cabo tienen una influencia en las urnas y el próximo 26 de octubre se sabrán los resultados y si hay una segunda ronda electoral.
Fuente:Granma/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
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