La Bandera de la Gran Victoria
G.A.Ziugánov
Presidente del CC del PCFR,
Dirigente del Grupo del PCFR
en la Duma Estatal
¡Estimados camaradas! ¡Amigos y compañeros de lucha!
La Bandera de la Gran Victoria colocada sobre el Reichstag. Demostraciòn gràfica de que fueron la URSS, el Ejèrcito Rojo, el Partido Comunista Bolchevique de la URSS, y los Partidos Comunistas y aliados de la Resistencia en los Paìses de la Europa ocupada quienes derrotaron a la bestia parda nazi y a su ejèrcito.La Historia no podrà ser cambiada. |
Toda persona honesta en cualquier rincón
del mundo reconoce que el papel decisivo en la derrota de la Alemania
nazi lo desempeñaron la valentía de los guerreros del Ejército Rojo y el
heroísmo masivo de todo el pueblo soviético. La Unión Soviética soportó
el principal peso de la lucha contra el hitlerismo. E hizo el decisivo
aporte a la derrota del Japón militarista asegurando de esta manera la
terminación de la Segunda Guerra Mundial.
En el momento de la agresión contra la
URSS los ocupantes fascistas alemanes ya habìan conquistado a casi toda la
Europa continental. Ni un solo Estado burgués pudo hacer nada contra la
máquina bélica de Hitler. Incuso Francia, uno de los Estados más
avanzados del mundo, se doblegó ante los ocupantes en apenas 40 días.
Solamente la Unión Soviética, que construía el socialismo, fue la que: primero
resistió a la agresión del Wehrmacht y, luego, quebrantó la columna
vertebral de la bestia fascista. Únicamente el poder soviético bajo la
dirección del partido bolchevique fue capaz de organizar la resistencia
frente al poderoso enemigo y conducir a su pueblo hacia la victoria.
No es casual que el Mariscal de la Unión Soviética G.K.Zhúkov escribió que: "Como
resultado de la influencia del modo de vida soviético, el ingente
trabajo educativo del partido en nuestro país se formó un hombre
convencido ideológicamente de la justeza de su causa, hondamente
consciente de su responsabilidad personal por el destino de la Patria."
Fue precisamente el hombre soviético educado por el Partido Comunista
quien se convirtió en la fuerza principal que venció al fascismo. Es
igualmente justo decir que los Comunistas fueron la vanguardia de la
resistencia antifascista en los países sojuzgados por los hitlerianos.
Dentro de dos años vamos a celebrar el
100 Aniversario de la Gran Revolución Socialista de Octubre. Su bandera
roja fue izada sobre el Reichstag en mayo de 1945. No fue pura
casualidad. Como expresó el destacado periodista y hombre público
norteamericano John Reed, en octubre de 1917 en Rusia se produjeron
acontecimientos que “conmovieron al mundo”. Cambió nuestro planeta. Por
primera vez en la historia apareció el Estado de obreros y campesinos
que eliminaron la explotación del hombre por el hombre.
La Rusia soviética se levantó
rápidamente de las ruinas dejadas por la Guerra Civil y la intervención
extranjera de los 14 Estados. En plazos muy breves la URSS creó la
ciencia y la educación modernas y sobre su base el modelo económico
avanzado. La industrialización hizo una gran cosa. Los ritmos de
crecimiento promedio de los bienes industriales durante los años 1930
fueron constantemente de 16,5%. Fue un verdadero milagro económico.
Durante los primeros dos quinquenios estalinianos fue creado un
extraordinario potencial. La productividad de trabajo se duplicó. En
1937, el 80% de los bienes industriales de la URSS se produjeron en las
nuevas empresas.
Históricamente, la industria alemana fue
muchos más desarrollada que la de Rusia anteriormente agraria. Pero los
científicos, ingenieros y obreros lograron crear los sistemas de
armamentos que no tenía Hitler. La victoria de la Unión Soviética sobre
el fascismo fue victoria de las ideas del humanismo, de las ideas del
progreso sobre las oscuras fuerzas del mal, sobre la ideología
misantrópica. En febrero de 1946, I.V. Stalin tuvo todas las razones
para escribir que: "Tras las ilustrativas lecciones de la guerra
ninguno de los escépticos se atrevería ya a expresar dudas en cuanto a
la vitalidad del régimen social socialista. Ahora se trata de que el
régimen soviético…es la mejor forma de organización de la sociedad."
El gran heroísmo en los frentes de
batalla continuó con la proeza de la restauración de la economía
nacional destruida por la guerra. A pesar de todos los sufrimientos de
ese período, la Unión Soviética creó las bases del escudo
nuclear-coheteril que defiende seguramente al mundo contra una tercera
guerra mundial. Un salto intelectual cualitativo de la sociedad en el
período de preguerra encontró su desarrollo en la multiplicación del
potencial industrial y científico-educativo en los años 1950-70.
La victoria de la Unión Soviética en la
Gran Guerra Patria, el rápido renacimiento del país de la ruinas de
posguerra, la entrada de los nuevos Estados en la vía de la construcción
del socialismo, el vuelo espacial de Yuri Gagarin, la participación
activa de la URSS en la liquidación del sistema colonial mundial
confirmaron convincentemente las ventajas del socialismo. Y las
dificultades que enfrentaron la Unión Soviética y sus aliados más
cercanos en la década de los 1980 eran indudablemente superables. El
papel decisivo en la destrucción de URSS lo jugó sin duda alguna la
traición de Gorbachov y sus allegados. Sin aquellos acontecimientos
dramáticos la fisionomía del mundo sería completamente diferente.
Mundo moderno: características clave
Al hablar del 70 aniversario de la Gran
Victoria sobre el fascismo tenemos que recordar las causas que
engendraron al fascismo. Ya en 1916, V.I. Lenin en su obra «El
imperialismo como fase superior del capitalismo” mostró que antes de los
principios del siglo XX el capitalismo agotó su carácter progresista.
La Primera Guerra Mundial evidenciaba que el capitalismo se convirtió en
un fenómeno totalmente reaccionario.
El camino de las potencias imperialistas
es camino de la explotación despiadada de los trabajadores, del
colonialismo y saqueo a los pueblos. Es el camino del apoyo a las
fuerzas políticas más reaccionarias y la conservación de los modelos
económicos más primitivos. Y, por fin, es el camino de las incesantes
guerras sangrientas. Ese camino de los Estados imperialistas está
sembrado de muchos millones de vidas humanas y sufrimientos humanos
incalculables.
Hoy, al explorar la historia de la
Humanidad desde el siglo XXI vemos con claridad que el capitalismo
simplemente desconoce las otras vías. Es incapaz de cambiarse hacia lo
mejor. Las pruebas de ello son Yugoslavia e Iraq, Afganistán y Libia,
Siria y Ucrania. En los últimos años todos estos Estados fueron víctimas
de la acrecentada agresividad del imperialismo norteamericano.
Esa agresividad la entendemos muy bien.
Ya durante un siglo en el planeta se desarrolla la crisis general del
capitalismo. Al final del siglo XX, la agudeza de esa crisis fue
aminorada temporalmente por la desintegración de la URSS y del sistema
de los países socialistas en la Europa del Este. En manos del capital,
ante todo el norteamericano, cayeron ingentes recursos. La coyuntura
global también cambió a favor de los países occidentales: disminuyó el
número de competidores fuertes. Pero apenas transcurrieron dos decenios
el mundo volvió a caer en la vorágine de una crisis. Se manifestaron de
nuevo las contradicciones sistémicas entre el carácter social de la
producción y la forma privada de apropiación.
La crisis actual abarca a todo el mundo.
Esta crisis, junto con las finanzas y la economía afecta también al sector
energético y de materias primas. Se hacen cada vez más agudos los
problemas del medio ambiente. La crisis ha empezado a adquirir las
características de estructural. Las dos crisis anteriores de semejantes
dimensiones desembocaron en dos guerras mundiales.
Al examinar atentamente las tendencias
de los últimos decenios, el PCFR ha definido la forma moderna del
imperialismo como globalismo. Sí, los procesos integracionistas en el
mundo tienen carácter objetivo global. La Humanidad se desarrolla por la vía de
unidad cada vez más estrecha y universal. En estos momentos, esos
procesos se aceleran extraordinariamente a tenor del progreso
tecnológico impetuoso y de los medios de comunicación. Una nueva etapa
de la revolución científico-técnica abre ante la Humanidad las
posibilidades colosales del crecimiento económico y progreso social. Sin
embargo, la permanencia del capitalismo deforma el proceso de
desarrollo mundial, agudiza las contradicciones. El imperialismo y el
globalismo son formas reaccionarias, deformadas, de integración mundial.
Hoy, el centro imperialista incluye a
EEUU y varios Estados europeos. Son ellos los que se apropian de la
parte leonina de la riqueza global recurriendo al saqueo de otros
pueblos. La colonización de los paìses formalmente independientes por
parte del gran capital se hace hoy utilizando tales métodos como la
creciente espiral de endeudamiento, creación de las zonas financieras
offshore, operaciones de las agencias de ranking.
Con el objeto de continuar la
concentración del capital se utiliza activamente la privatización, se
destruyen las funciones sociales del Estado. Aumentó bruscamente la
significación de especulaciones financieras. La plusvalía se traslada
cada vez más de la esfera productiva a los bolsillos de los monstruos
financieros. Son elocuentes es este caso los ejemplos de EEUU, Unión
Europea y Japón.
El Partido Comunista de la Federaciòn Rusa_PCFR considera que la hegemonía
financiera del capitalismo provoca el despilfarro de las fuerzas
productivas. Se profundiza el reparto extremadamente injusto de los
ingresos entre el capital y el trabajo. Crece el desempleo. Degrada la
situación social.
El capitalismo es incapaz de asegurar el
desarrollo socio-económico a largo plazo en condiciones del entorno
natural del hábitat de la humanidad. El afán de maximizar la acumulación
del capital destruye el medio ambiente.
Los acontecimientos producidos en
nuestro planeta confirman la certeza del análisis marxista-leninista.
La
norma de ganancia tiende a caer y el capitalismo lucha contra ello con
todos los medios: exacerbación de la explotación, especulaciones
financieras, aventuras militares. Es patente la naturaleza depredadora
del capital.
Hace dos años, en el curso de las
labores del XV Congreso del PCFR nuestro partido hizo un análisis
detallado de la situación en el mundo moderno. Sus características clave
son las siguientes:
1. Afirmación del globalismo como forma moderna del imperialismo.
2. Ofensiva amplia y generalizada del capital contra los derechos de los trabajadores.
3. Activismo creciente del imperialismo
en la palestra internacional, aumento de los conflictos militares y la
creciente amenaza de una nueva gran guerra, de caràcter mundial, global.
4. Crisis económico-financiera global que anuncia una nueva fase de la descomposición del capitalismo.
5. Crecimiento rápido de varios paìses emergentes que lanzan el desafío a la hegemonía del imperialismo norteamericano.
6. Consolidación del movimiento obrero y
popular; activación de los Partidos Comunistas tras la crisis del
movimiento Comunista al final del siglo XX.
7. Crecimiento del papel del Socialismo como alternativa imprescindible y única al capitalismo.
8. La apuesta cada vez más abierta del capital oligárquico-financiero por las fuerzas más reaccionarias y bestiales.
La justeza de esas estimaciones se
confirma cada día. El capital sigue empujando al mundo hacia un
conflicto militar global. Las condiciones para una nueva guerra mundial
son formadas por tres grupos de contradicciones:
1-- entre los países
desarrollados;
2--entre el núcleo imperialista y la periferia mundial;
3--entre las ambiciones del capital financiero global y los intereses
nacionales de los países, incluidos los desarrollados.
Al desplegar su política neocolonial las
principales potencias practican activamente el terrorismo de Estado.
Están formando de hecho gobiernos títeres y los imponen a los países más
débiles a despecho de la voluntad de las masas populares. El último
ejemplo demostrativo y trágico es el destino de Ucrania.
Ucrania, víctima del terrorismo de Estado
En febrero del año pasado en Kiev se
perpetró el golpe de Estado. Fue provocado en muchos aspectos por los
círculos gobernantes de EEUU y sus aliados de la OTAN. Largo tiempo la
política del Occidente en cuanto a Ucrania tenía carácter de una burda
intromisión en los asuntos internos de un Estado soberano. Se manifestó
aun en los tiempos del primer Maydán de 2004. Entonces el
resultado de la intromisión exterior fue el ascenso al poder del
presidente pronorteamericano Yushenko. Hoy Washington no oculta su papel
en la crisis ucraniana: la vice secretaria del Estado de EEUU V.Nuland
declaró abiertamente que Washington gastó no menos de cinco mil millones
de dólares para reforzar su influencia en Ucrania.
La política agresiva de los círculos
banderistas no solamente goza del total apoyo de EEUU. Los titiriteros
foráneos de las autoridades kievlianas no solamente se apoderan de los
recursos naturales y el mercado de Ucrania. La propia Ucrania la
convierten en un ariete contra Rusia, destruyendo activamente los lazos
multiseculares entre nuestros pueblos hermanos.
El golpe de Estado en Kiev fue de vital
importancia para Estados Unidos. La inmensa deuda externa de más de 18
billones de dólares le empuja a Estados Unidos a las aventuras en la
solución de sus problemas internos. Para la dirigencia de Estados Unidos
el ascenso de las fuerzas reaccionarias al poder en ese país (Ucrania) y la
provocación de la guerra civil significan resolver simultáneamente
varias tareas. a) Crean allí un foco de tensión que disminuiría las
ventajas competitivas de Europa, b) debilitarían a Rusia y c) serviría como el
detonante de una eventual guerra de grandes dimensiones.
El conflicto en Ucrania le permite a
Estados Unidos crear condiciones para “asfixiar en sus abrazos”, con una mayor fuerza, a los
países de Europa Occidental. Las sanciones contra Rusia tienen el efecto
de rebote también para la economía de la Unión Europea. Washington lo
aprovecha para para lograr su anhelo antiguo: mantener bajo su control
el mercado europeo.
La política de Poroshenko-Yatseniuk
lleva a la economía nacional de Ucrania a la quiebra, la pérdida de los últimos
restos de la independencia de ese país. A pesar de que en Ucrania hay
muchos profesionales talentosos y bien preparados, en el gobierno ya
están ubicados con posiciones dominantes, decisivas, ciudadanos extranjeros. Estos mismos son más numerosos entre
diferente tipos de asesores. En esencia, ya se formaliza el estatus
colonial de la ex república soviética. Al mismo tiempo, se realiza la
incorporación de Ucrania en el bloque agresivo militar de la OTAN.
En esas condiciones, el PCFR respaldó
hace un año la reunificación de Crimea y Sebastopol con Rusia. En este
caso se trata del respaldo al amplio movimiento popular antifascista.
Por su carácter el movimiento masivo de los ciudadanos de Crimea era
completamente soviético, y los resultados del referéndum totalmente
democrático son irrefutables.
Al mismo tiempo, fiel a su posición
antifascista, el PCFR presta ayuda sistemática a las Repúblicas
Populares de Lugansk y Donetsk. Somos el Partido que presta constantemente su ayuda humanitaria al pueblo de Novorrusia que es víctima del
neonazismo en Ucrania. Enviamos allí 35 convoyes de camiones con ayuda
humanitaria, en primer lugar, alimentos y medicamentos. Según opina el
PCFR, ahora en Novorrusia se libra la lucha de liberación nacional de su
población contra el régimen banderista oligárquico en Kiev. Exigimos
que la dirigencia de Rusia reconozca la independencia de la RP de
Donetsk y la RP de Lugansk tomando en consideración los resultados de
los referéndums que allí tuvieron lugar.
Consideramos que la dura situación
actual en Ucrania es resultado de un serio fracaso de las autoridades
rusas. De hecho, dieron carta blanca para la actividad de EEUU que
creó centenares de “organizaciones no gubernamentales”, “centros de
investigación” y “medios de comunicación independientes”. La cúpula
dirigente de Rusia limitó las preocupaciones sobre las relaciones con
Ucrania a solamente lo relacionado con el problema de la tubería de gas. En realidad hubo
una componenda entre la oligarquía rusa y ucraniana en el marco de la
cual se debilitaban los lazos multiseculares entre nuestros pueblos. El
carácter clasista de la política exterior rusa se manifestó en este caso
en la plena medida.
Es natural y se debe entender que el apoyo del PCFR a una
serie de decisiones políticas de la dirigencia rusa no significa de
ninguna manera que respaldemos en general su política y rumbo económico.
Estamos convencidos de que la crisis en Rusia no surgió como resultado
de las sanciones internacionales ni por la caída de los precios
mundiales del petróleo, o por la combinaciòn de ambos factores.. Esa crisis económica es resultado de la política
liberal de largo plazo dirigida a satisfacer los apetitos de la
oligarquía especulativa y propietaria de materias primas rusas a expensas de
las amplias capas de la población. Un ejemplo ilustrativo: para apoyar a
los bancos, en los últimos meses las autoridades de Rusia destinaron
casi dos billones de rublos, y para sustentar a la industria solamente
unos 20 mil millones.
¡Digamos no a la reacción y el fascismo!
En la víspera del 70 aniversario de la
victoria sobre la Alemania hitleriana, el imperialismo mundial apostó en
Ucrania por las fuerzas nacionalistas más radicales y fascistas. Lamentablemente,
no hay nada de nuevo. No fue ayer que el Occidente se puso en la vía de
la rehabilitación latente de los nazis. Ya a mediados de los años 2000,
la APCE adoptó la Resolución №1481 que llamaba a denunciar a los
“regímenes comunistas totalitarios” en Europa. Ya entonces fue claro que
no solamente era el odio hacia la Unión Soviética. Era elemento de la
revancha fascista. Hoy, el “renacimiento pardo” se convierte en la parte
integrante de la realidad europea cotidiana. No podemos cerrar los ojos
ante ello.
Históricamente el imperialismo existe en
sus dos modalidades: liberal y dictatorial-fascista. Se diferencian por
la forma del régimen político, pero la base económica es la misma. Todo
imperialismo resuelve la tarea de la multiplicación del capital
explotando a los países y pueblos enteros. Como muestra la práctica, el
liberalismo se transforma fácilmente en el fascismo.
Hoy la Humanidad debe hacer una opción
excepcionalmente responsable. a) recordando la Gran Victoria en mayo
de 1945, dirá un “no” decidido a la restauración fascista; b) o, de no hacerlo, de no dar ese no rotundo al fascismo, el
imperialismo sumirá el mundo en la vorágine de un nuevo conflicto
bélico. La tarea de las fuerzas progresistas es unirse en la lucha
contra las amenazas que originan las fuerzas de la reacción y el
neofascismo.
La situación de la Federación Rusa es
muy complicada.
La victoria de la contrarrevolución y la instauración
del régimen burgués significaron para el país numerosas calamidades y
destrucciones colosales. Muchos sectores de economía fueron rechazados
para varios decenios atrás. En los últimos 15 años el número de
trabajadores industriales se redujo en 2 millones. En el capital
nacional dominan dos sectores: el de materias primas y exportación y el
bancario. Otros sectores de economía, sobre todo altamente científicos, han sido destruìdos sin piedad con la complicidad directa de las
transnacionales. Los que sufrieron más fueron los sectores que eran más
competitivos en el mercado mundial. Al convertirse en el apéndice de
materias primas del Occidente, Rusia perdió su independencia económica y
seguridad nacional.
El PCFR evalúa el capitalismo restaurado
en Rusia como regresivo y parasitario, oligárquico y comparador. Como
consecuencia de ello, no es vital y està condenado históricamente. La
integración en el sistema del “capitalismo global” desembocó en el
sojuzgamiento del país por el capital global.
El capitalismo como fue hace un siglo
dividió nuestro país en dos clases principales, opuestas: la burguesía y
el proletariado. La estratificación de la sociedad rusa fue llevada
hasta una insólita polarización de los ingresos. Casi un tercio de
habitantes de Rusia viven en la zona de pobreza.
En condiciones del poder omnímodo de la
propiedad privada la clase obrera de nuestro país volvió a ser explotada
y oprimida. Por ello está objetivamente interesada en la reconstrucción
socialista de Rusia. En octubre de 2014, el Pleno del CC del PCFR
estudió muy atentamente el tema del trabajo del partido entre el
proletariado. En el afianzamiento de sus vínculos con la clase obrera y
demás capas proletarias vemos la garantía de la materialización exitosa
del objetivo programático del PCFR: la construcción del socialismo
renovado.
Nuestro partido entiende bien que:
solamente al formar la conciencia clasista proletaria de la mayoría de
los obreros, la formaremos también en las capas sociales que le son
cercanas. Es de vital importancia para nosotros una sólida alianza de la
clase obrera industrial, los proletarios de trabajo intelectual, el
campesinado trabajador, las capas semiproletarias de la ciudad y el
campo y del sector de la pequeña empresa. En la aguda confrontación con
el gran capital solamente esa alianza permitirà neutralizar a las “capas
superiores” de la pequeña burguesía y la burguesía media, y asegurará un
paso seguro hacia el socialismo en la contienda contra la gran
burguesía.
La experiencia del Gran Octubre nos indicará el camino
Una importante experiencia de la lucha
pacífica y no pacífica por el socialismo nos dio la Gran Revolución
Socialista de Octubre. En 2017 vamos a celebrar su 100 Aniversario. Es
una fecha destacada. Requiere un trabajo preparatorio largo y esmerado.
En marzo de este año, empezamos ese trabajo. La herencia revolucionaria
del Gran Octubre y las tareas del PCFR constituyeron el centro de
atención del último Pleno del Comité Central del partido.
Como hace cien años, la cúpula
burocrática-oligárquica gobernante en Rusia no es capaz de sacar el país
de la crisis. En el empalme de los siglos XX-XXI, la clase gobernante
de Rusia trata de llevar a cabo la línea de “convergencia de las
elites”, de fusión con la oligarquía mundial. Para hacerlo en Rusia se
implementaban por fuerza reformas liberales, se desmontaban paso a paso
las conquistas del socialismo.
Al tropezar con la agresión de los
imperialistas occidentales, la dirigencia rusa y la oligarquía se han
visto desorientadas y divididas. Una parte, al ver la amenaza a sus
capitales, intentó resistir. La otra parte, para salvar su situación
está lista a aniquilar definitivamente la soberanía de Rusia. Los dos
grupos se hallan distanciados de los intereses de los trabajadores. El
principal peso de una profunda crisis socio-económica recae sobre los
hombros de las masas populares.
La Rusia moderna heredó del socialismo
soviético una poderosa economía.
Pero el régimen actual no supo conservar los logros de antaño. Para justificar su propia ineficiencia, los círculos gobernantes y sus criados ideológicos vierten torrentes de lodo sobre el pasado soviético. El antisovietismo es la seña distintiva del régimen gobernante de Rusia. El PCFR lucha contra ese fenómeno de una manera perseverante. Guardamos la memoria sagrada del aporte singular del pueblo soviético a la civilización humana. Esa herencia es una importante arma nuestra en la lucha contra el enemigo de clase.
Pero el régimen actual no supo conservar los logros de antaño. Para justificar su propia ineficiencia, los círculos gobernantes y sus criados ideológicos vierten torrentes de lodo sobre el pasado soviético. El antisovietismo es la seña distintiva del régimen gobernante de Rusia. El PCFR lucha contra ese fenómeno de una manera perseverante. Guardamos la memoria sagrada del aporte singular del pueblo soviético a la civilización humana. Esa herencia es una importante arma nuestra en la lucha contra el enemigo de clase.
El PCFR está consciente de que la
restauración capitalista rechazó, retrasò, enviò a Rusia a una situaciòn en la cual estuvo hace muchos años atrás. Estamos
convencidos de que tendremos que recorrer una vez más el camino de
Octubre. Nuestra importantísima herencia es la práctica única de los
pioneros del socialismo. Con toda seguridad podemos colocar aquí en el
primer lugar las experiencias de restauración de la economía nacional.
Los bolcheviques resolvieron esa tarea muy compleja en dos ocasiones.
La tarea del PCFR es volver a poner a
Rusia en la vía del socialismo.
Para ello tenderemos que vencer la ruina económica actual y alcanzar a los países que nos han adelantado. Para movilizar al pueblo en la resolución de esa complicadísima tarea mañana tenemos que ganar ya hoy la más amplia confianza popular. Debemos convencer a la clase obrera, ingenieros, científicos, maestros, a todos los trabajadores de que somos capaces de ser la vanguardia de las grandes transformaciones.
Para ello tenderemos que vencer la ruina económica actual y alcanzar a los países que nos han adelantado. Para movilizar al pueblo en la resolución de esa complicadísima tarea mañana tenemos que ganar ya hoy la más amplia confianza popular. Debemos convencer a la clase obrera, ingenieros, científicos, maestros, a todos los trabajadores de que somos capaces de ser la vanguardia de las grandes transformaciones.
Por consiguiente, nuestro partido
elaboró el Programa anticrisis y lo está propagandizando activamente. En
calidad de la medida primordial en la lucha contra la crisis exigimos
formar el gobierno de confianza popular. El grupo del PCFR en la Duma
Estatal elaboró y presentó iniciativas legislativas sobre la nueva
política industrial, la nacionalización, las garantías sociales de los
trabajadores. Con el fin de fortalecer sus posiciones en la sociedad
venimos ampliando el arsenal del potencial propagandístico del partido,
usamos tecnologías de avanzada. Se registró oficialmente y empezó a
emitir programas el canal de TV del partido “Línea roja”. Es el segundo
año que funciona el Centro de educación política del CC del partido,
donde se forman nuestros jóvenes Camaradas. Se despliega un trabajo
esmerado para denunciar las falsificaciones de la historia soviética.
Al transcurrir 100 años desde la
victoria del Gran Octubre, los partidarios de la reforma del país, sobre
la base de la justicia social, han atesorado una rica experiencia de
luchas y victorias. A las nuevas generaciones de luchadores por la paz
les inspiran los nombres de Carlos Marx y Federico Engels, Vladímir Lenin y José Stalin, Ernst Thälmann
y Gueorgui Dimitrov, Gueorgui Zhúkov y Kosntantín Rokossovski, Serguei
Koroliov y Yuri Gagarin, Ernesto Che Guevara y Fidel Castro, Ho Chi Min y
Salvador Allende, Daniel Ortega y Hugo Chávez. La luz de la Bandera
Roja del Gran Octubre y la Gran Victoria sobre el fascismo se repite en
el romanticismo de la Revolución Cubana, en los actuales éxitos de China
y Vietnam, en el avance consecutivo de la modesta y laboriosa
Bielorrusia, en la América Latina cada vez más roja.
Según el convencimiento del PCFR,
solamente el socialismo puede dar una alternativa real, no
utópico-reaccionaria al “orden mundial” global. En esta relación una
particular significación tiene la unidad de la lucha de clases de los
trabajadores por la liberación social con la lucha de los pueblos por la
independencia, el desarrollo autóctono, democrático y libre. En esa
lucha las fuerzas progresistas del mundo deben estar juntas. En aras de
lograr sus objetivos es necesaria la unidad de las organizaciones
juveniles, femeninas, sindicales, ecologistas y otras organizaciones, de
todas las asociaciones, uniones que luchan por la paz y amistad de los
pueblos, por la justicia y el progreso social.
Los comunistas rusos están seguros que
al consolidar su unidad, las fuerzas progresistas del mundo son capaces
de atribuir una amplia envergadura al movimiento antiimperialista.
--Por la emancipación del trabajo de la explotación y la justicia social.
--Por el internacionalismo y patriotismo
como valores fundamentales de la convivencia humana e internacional.
--Contra el chovinismo y cosmopolitismo.
--Por la independencia nacional y estatal.
--Por el respeto a los derechos humanos,
tanto cívicos y políticos como sociales y económicos: el derecho al
trabajo y descanso, la educación y asistencia médica, al seguro social.
--Por la libertad de expresión e información. Contra el totalitarismo informativo y cultural imperialista.
--Por la protección del medio ambiente
contra el efecto destructivo del “consumismo” y la división del trabajo
internacional actual.
--Por el derecho del pueblo a la
insurrección, a la autodefensa contra la agresión y la lucha armada
contra los opresores e intervencionistas.
Contra el terrorismo internacional. Por la diferenciación --exacta del terrorismo y de la lucha de liberación nacional.
--Contra la discriminación racial y nacional, de todas las formas de apartheid.
--Contra el yugo de la deuda.
--Por la liquidación del control policial totalitario sobre el individuo.
--Por el desmantelamiento de los bloques político-militares agresivos.
Todas estas son las tareas de lucha del amplio frente de las fuerzas antiimperialistas, auténticamente democráticas.
Nos vemos obligados a lograr éxito, a unir
los esfuerzos de la clase obrera, el campesinado trabajador, los
intelectuales democráticos, luchadores por la liberación nacional.
¡70 años de la victoria sobre el
fascismo y el venidero 100 Aniversario del Gran Octubre es un buen
estímulo para continuar nuestra causa común, para la mirada optimista al
futuro, para estar seguros de nuestras victorias nuevas!
Fuente: PCFR/Solidnet/PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Correo: pcemirandasrp@gmail.com
Fuente: PCFR/Solidnet/PrensaPopularSolidaria
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