
Las guerras imperialistas, incluidas las guerras coloniales, son siempre declaradas por intereses económicos, sea para resolver contradicciones inter-imperialistas, para el reparto del planeta o para ocupar otros países.

Los complejos militar-industriales y las transnacionales imperialistas no pueden funcionar sin guerras. Las guerras son en su esencia la consecuencia natural del sistema capitalista, sistema de explotación y desigualdades profundas, cuyo sistema no puede subsistir sin generar la violencia en la sociedad y el mundo. Como decía Lenin ““el imperialismo está preñado de guerra”