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Sobre la necesidad de la lucha conjunta de los partidos comunistas con estrategia revolucionaria | 
Por Giorgos Marinos, miembro del Buró Político del Comité Central del KKE
 Εl movimiento 
comunista lucha en condiciones complejas y es necesario intensificar el 
proceso del desarrollo de las relaciones entre los Partidos Comunistas, 
el intercambio colectivo de experiencias y la acción conjunta, abrir aun
 más el debate sobre la necesidad de una estrategia revolucionaria que 
corresponda a las necesidades populares de la lucha de clases, la 
abolición de la explotación capitalista, la construcción de la nueva 
sociedad socialista-comunista.
Este proceso puede fortalecerse en la 
medida que fortalece la actividad independiente de los partidos 
comunistas y el frente ideológico y político con las llamadas fuerzas 
“progresistas”, de “izquierda” y los respectivos “foros” que siguen el 
camino de la gestión burguesa o promueven consignas para un “socialismo”
 que carece de base científica con el fin de atrapar a fuerzas 
populares.
Por supuesto, este problema no tiene que
 ver solamente con las fuerzas socialdemócratas de “izquierda”, sino 
además con los partidos que se presentan como comunistas mientras que en
 la práctica han sido erosionados por el oportunismo y se han entregado 
al concepto de la “humanización” del capitalismo, que son apoyos y parte
 de la socialdemocracia actual.
Tal partido no es sólo el Partido 
Comunista de los EE.UU. pero además son, por ejemplo, los partidos en el
 liderazgo del Partido de la Izquierda Europea (PIE), que es uno de los 
“partidos europeos”, que fueron creados bajo las reglas de la Unión 
Europea imperialista y respaldan su estrategia.
El debate ideológico y político 
decisivo con estas fuerzas es un criterio para el avance del movimiento 
comunista y la superación de la crisis que sufre.
La combinación de la acción conjunta y 
del debate para que los principios de nuestra cosmovisión correspondan 
con la práctica, las direcciones programáticas, la política de alianzas,
 la dirección de la lucha en el movimiento obrero y popular son asuntos 
que conciernen los partidos comunistas con referencia al 
Marxismo-Leninismo y que sostienen que actúan en base a estos 
principios.
Un asunto crucial es la adaptación de la estrategia de los partidos comunistas a la época histórica en que están luchando
No caben dudas de que la estrategia de 
los partidos comunistas, la dirección básica de su lucha, está 
determinada por el carácter de nuestra época.
En esta base es necesario examinar la 
contradicción fundamental (capital-trabajo asalariado), el carácter 
(socialista) de la revolución y las fuerzas motrices, la línea de 
agrupación, la política de alianzas, la dirección de la labor ideológica
 y política en la clase obrera para que desvíe de la orientación 
unilateral por la conquista de mejores condiciones de venta de la fuerza
 de trabajo y para que se oriente al derrocamiento de las causas de la 
explotación.
El desarrollo social se está 
moviendo hacia un nivel mayor y no puede dar pasos hacia atrás por haber
 ocurrido la contrarrevolución y el derrocamiento del socialismo en la 
Unión Soviética y en los demás países socialistas.
Esto ha sido demostrado por el propio 
curso del desarrollo social, la sustitución del sistema comunitario 
primitivo por el modo de producción esclavista, su sustitución por el 
feudalismo, y de éste por el capitalismo, la revolución socialista en 
Rusia y la construcción del socialismo, la creación del sistema 
socialista.
A lo largo de este curso hubo 
grandes conflictos sociales, victorias y derrotas de las clases 
dirigentes en cada circunstancia, se produjeron retrocesos pero lo que 
determinó fue la inevitabilidad general de la sustitución del sistema 
socioeconómico viejo por el nuevo.
Las propias leyes del 
capitalismo conducen a su desarrollo. Las semillas de las relaciones de 
producción capitalistas nacieron con graduaciones, con diferentes ritmos
 de un país a otro, en el feudalismo. Se formó y se culminó el 
capitalismo pro-monopolista, avanzó la concentración y la centralización
 del capital, nacieron los monopolios, las empresas participadas.
El capitalismo monopolista predominó y 
llevó a una agudización sin precedentes de la contradicción entre las 
fuerzas productivas y las relaciones de producción capitalistas.
Por lo tanto, es necesario, que 
en estos asuntos cruciales, el debate de los partidos comunistas se 
oriente a la elaboración de una estrategia moderna y revolucionaria y 
una táctica que puede ser un factor flexible pero no está determinado de
 manera subjetiva sino que deriva de la propia estrategia, es parte de 
esta, está a su servicio.