DECLARACIÒN DE BRUSELAS
Nosotros y nosotras, parlamentarios,  intelectuales, y luchadores 
sociales, provenientes de América Latina y El Caribe y de Europa, 
reunidos en la ciudad de Bruselas, Bélgica, el 10 de junio de 2015, en 
la Cumbre de los Pueblos paralela a Cumbre CELAC-UE, proclamamos:
El rechazo a la ofensiva del capital, en la llamada Doctrina Obama, 
que enmarca las nuevas reacciones del imperialismo a través de una 
geopolítica del miedo, que amenaza en términos políticos, económicos y  
sociales a todo el mundo y particularmente a los pueblos y fuerzas 
insurgentes de Nuestra América y  Europa, sacrificados a la lógica de 
los ajustes neoliberales, ejemplificado en el proceso de Grecia, a quién
 expresamos nuestra solidaridad por su resistencia a los ajustes, como 
han sido afrontados por las sociedades de América Latina.
 
Condenamos la tergiversación y la manipulación de los poderes 
mediáticos sobre los procesos de cambio en América Latina y las luchas 
de las fuerzas progresistas en Europa.
Denunciamos la agresión imperial desarrollada en forma ininterrumpida
 desde hace quince años, a través de una feroz campaña, de parte de la 
prensa al servicio de la reacción internacional contra Venezuela, que ha
 sido sometida a una guerra económica sin cuartel, por medio, del 
acaparamiento,  de los sobreprecios y precios de transferencia aplicados
 por las trasnacionales, los incidentes violentos que generaron 43 
muertos y centenares de heridos, entre los meses de febrero y abril de 
2014,  buscando socavar la credibilidad y el papel histórico que juega 
la patria de Bolívar.
Rechazamos enérgicamente una intervención militar foránea o un golpe 
de Estado, estimulado y amparado por la extrema derecha nacional e 
internacional, y la incomprensión y la complicidad de sectores de la  
socialdemocracia, tal como ya lo hicieron en Honduras en 2009, o los 
intentos contra Ecuador, Paraguay y Bolivia, entre otras.