Editorial 60 años de la Catástrofe Palestina: el retorno es la solución
60 años han transcurrido de la Gran Catástrofe (Al-Nakba) el 15 de mayo de 1948, en la que el invasor sionista, respaldado por las fuerzas del colonialismo mundial, expulsó el pueblo palestino de su tierra, privándolo de su natural desarrollo, así como lo hace cualquier pueblo del mundo asentado en su patria.
Mediante horrorosas masacres cometidas por los grupos terroristas sionistas (Haganah, Irgún y Stern)
contra niños, ancianos, mujeres y ante la mirada de la comunidad internacional, el pueblo palestino fue despojado de sus hogares y propiedades y se vio obligado a vivir la amarga diáspora sin derechos y en condiciones inhumanas.Desde aquel mes de mayo de 1948, no ha cesado la lucha del pueblo palestino y su movimiento nacional con el fin de eliminar las huellas de Al-Nakba y lograr el retorno de los refugiados a sus hogares, en virtud de la Resolución 194.
La causa de los refugiados es la más antigua que ha podido conocer la humanidad y debido al rechazo de Israel de ejecutar las resoluciones de la legalidad internacional y al ciego apoyo del imperialismo encabezado por Estados Unidos, aun continúa sin ser resuelta.
Durante los últimos años se ha creado un movimiento activo de comités e instituciones palestinas dedicadas a defender y proteger el derecho al retorno frente a los proyectos de naturalización y dispersión. Estas estructuras, junto a las diferentes organizaciones del Movimiento Nacional Palestino, están convocadas a intensificar la lucha política y diplomática para que la causa de los refugiados y sus derechos tengan el lugar que corresponde en las agendas nacional, regional e internacional. También, les concierne recordarle a la comunidad internacional sus responsabilidades respecto a hacer cumplir las resoluciones referentes a los refugiados.
La conmemoración del aniversario 60 de Al-Nakba, con actividades, movimientos de masa y campañas propagandísticas, con el apoyo de las fuerzas progresistas y solidarias del mundo, constituye una sólida barrera para frenar los intentos de liquidar, mediante diabólicos planes, el derecho al retorno.
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