Por: Jurgi San Pedro y Beñat Onaindia*Fecha de publicación: 30/04/09
Queridos compatriotas de un posible mejor mundo, el desencadenante de estas lineas es la detención y el peligro de deportación que se cierne sobre Iñaki Etxebarria, vasco independentista y socialista originario de las tierras ancestrales del Libertador, Euskal Herria, que fue detenido el pasado martes 21 de abril, en su residencia, al más puro estilo gangsteril de la IV República venezolana; nocturnidad y alevosía, coches 4x4 sin distintivos institucionales, lentes oscuras, vestidos de civiles con chalecos antibalas y armados hasta los dientes.
En un primer momento se pensó en un secuestro apolítico más que en una detención política ilegal donde se evidencia de nuevo la porosidad del (a)sistema policial venezolano, en el que algunos policías actuaron al margen de sus máximos superiores jerárquicos venezolanos, y fueron dirigidos por pistoleros con placa y salvoconducto del Reino de España.
Ya ocurrió en los casos de Juan Galarza, en junio de 2002, y Sebastián Etxaniz, en diciembre de 2002, deportados al Reino, vía express, sin haberse respetado las garantías al debido proceso que les asistían. Estos casos fueron denunciados ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (caso 12 555) y asumidos posteriormente como “errores” por el propio Gobierno Bolivariano, en los que fue condenado por violar los derechos humanos fundamentales de los ilegalmente deportados.
La detención y riesgo de deportación de Iñaki, que vive y trabaja legalmente en Venezuela desde hace trece años, nos lleva a pensar lo siguiente:
a) En un proceso donde se esta primando la integridad garantista de los agentes de la justicia revolucionaria bolivariana, comprometidos con el cumplimiento riguroso de todas las garantías procesales que asisten a todo ser humano, ¿La V República se puede permitir el lujo de traficar con revolucionarios vascos con un Imperio en decadencia que además acosa día y noche a éste proceso bolivariano de transformación profunda?
b) ¿Cuál es la finalidad que persiguen los promotores de su apresamiento? El ataque es bidireccional. Por una parte, se trata de dar otra vuelta de tuerca a la represión que sufrimos los vascos en la lucha por nuestra soberanía, y por otra, se busca criminalizar y complicar la Agenda de Relaciones Exteriores del Gobierno Venezolano, como ya ocurriera con su mediación en el conflicto colombiano. Se trata, en definitiva, de enfrentar a dos Pueblos hermanos que históricamente han compartido un adversario imperial común.
c) ¿Si tantas “supuestas” pruebas contra Iñaki tiene el Reino, porqué no acudir al debido proceso de extradición con todas las garantías? Tienen un antecedente demoledor: el caso del ciudadano vasco Luís Olalde. Tras una solicitud extradicional del Reino, se siguió el procedimiento establecido en el Tratado de Extradición firmado en enero de 1989, se respetaron las garantías jurisdiccionales de un debido proceso. La Sala de Casación Penal del TSJ no estimo la solicitud de extradición (Sentencia 15 de Mayo de 2003). Es precisamente un proceso con las debidas garantías lo que el Reino teme y es por esto que trata de forzar la deportación - ilegal-. Quedan días complicados para saber que pasa.
Así las cosas, es necesario que sepan sobre “dos detalles” en relación a la situación que vive hoy día el Pueblo vasco en la lucha por su emancipación:
La negación de la representatividad política institucional de la izquierda independentista vasca (más de cuatro partidos ilegalizados durante los últimos 7 años; más de 300 candidaturas durante los últimos 6 años).
El bipartidismo español (PSOE-PP) unido en tierras vascas, con el 40% de los votos, tomará el poder en un territorio mayoritariamente vasco y nacionalista éste próximo 5 de mayo. ¿Que credibilidad democrática tiene un Reino y su democracia representativa que se ve en la necesidad de ilegalizar una opción política para hacerse con el poder?
La violación sistemática de los derechos humanos individuales de los miembros de la colectividad disidente vasca. Las detenciones y los casos de tortura se han disparado en las estadísticas de la represión política en el Reino, un veterano histórico planetario en lo que a violación de derechos humanos se refiere, aprovechándose del “saco roto” o “cheque en blanco” que implica el uso del término “terrorismo”.
Hoy, la comunidad política vasca continental que ronda las 3 millones de personas tiene 750 prisioneros políticos. La vergüenza de Europa.
El informe del Relator Especial de la ONU, presentado el pasado 10 de marzo en Ginebra, por Martín Scheinin, especialista en Derechos Humanos y Libertades Fundamentales en su mención a España, merece una parada de atención para saber con quien se trata cuando se trata con el Reino: Véase el documento: http://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G09/114/34/pdf/G0911434.pdf?OpenElement (paginas 62 a 67)
Ante este panorama donde la disidencia política vasca es perseguida dentro y fuera de su patria, hacemos un llamado a la reflexión sobre quien está con el Proceso y quien trata de sabotearlo una vez más. Si éste Proceso, y el que vivimos en el País Vasco, se sustenta sobre los pilares de la Soberanía y el Socialismo, es necesario activar la solidaridad trasatlántica que esterilice los intentos de injerencia en las luchas emancipatorias de ambos Pueblos, por parte de un Reino que, ayer subyugó a Venezuela, y hoy lo sigue haciendo con el País Vasco. No nos engañemos compañeros, ¿primamos las relaciones humanitarias o las relaciones económicas y de dominación cuando hablamos de un mundo mejor?
El proceso revolucionario venezolano se encuentra en una fase de consolidación lejos del contexto situacional de Golpe de Estado y Paro petrolero en que el Reino logró las deportaciones ilegales del 2002. Por lo tanto, hoy más que nunca se hace necesario un posicionamiento claro de los bolivarianos, revolucionarios y republicanos de uno y otro lado del Atlántico ante el caso de Iñaki Etxebarria y su Pueblo originario, Euskal Herria. ¡Liberación ya!
*Jurgi San Pedro y Beñat Onaindia.
Juristas. Asesores Institucionales en Venezuela.
P.S: El documento del cual se adjunta el enlace misteriosamente solo esta disponible en Ingles pese a ser un documento oficial de la ONU que debiera estar traducido al Castellano.
Queridos compatriotas de un posible mejor mundo, el desencadenante de estas lineas es la detención y el peligro de deportación que se cierne sobre Iñaki Etxebarria, vasco independentista y socialista originario de las tierras ancestrales del Libertador, Euskal Herria, que fue detenido el pasado martes 21 de abril, en su residencia, al más puro estilo gangsteril de la IV República venezolana; nocturnidad y alevosía, coches 4x4 sin distintivos institucionales, lentes oscuras, vestidos de civiles con chalecos antibalas y armados hasta los dientes.
En un primer momento se pensó en un secuestro apolítico más que en una detención política ilegal donde se evidencia de nuevo la porosidad del (a)sistema policial venezolano, en el que algunos policías actuaron al margen de sus máximos superiores jerárquicos venezolanos, y fueron dirigidos por pistoleros con placa y salvoconducto del Reino de España.
Ya ocurrió en los casos de Juan Galarza, en junio de 2002, y Sebastián Etxaniz, en diciembre de 2002, deportados al Reino, vía express, sin haberse respetado las garantías al debido proceso que les asistían. Estos casos fueron denunciados ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (caso 12 555) y asumidos posteriormente como “errores” por el propio Gobierno Bolivariano, en los que fue condenado por violar los derechos humanos fundamentales de los ilegalmente deportados.
La detención y riesgo de deportación de Iñaki, que vive y trabaja legalmente en Venezuela desde hace trece años, nos lleva a pensar lo siguiente:
a) En un proceso donde se esta primando la integridad garantista de los agentes de la justicia revolucionaria bolivariana, comprometidos con el cumplimiento riguroso de todas las garantías procesales que asisten a todo ser humano, ¿La V República se puede permitir el lujo de traficar con revolucionarios vascos con un Imperio en decadencia que además acosa día y noche a éste proceso bolivariano de transformación profunda?
b) ¿Cuál es la finalidad que persiguen los promotores de su apresamiento? El ataque es bidireccional. Por una parte, se trata de dar otra vuelta de tuerca a la represión que sufrimos los vascos en la lucha por nuestra soberanía, y por otra, se busca criminalizar y complicar la Agenda de Relaciones Exteriores del Gobierno Venezolano, como ya ocurriera con su mediación en el conflicto colombiano. Se trata, en definitiva, de enfrentar a dos Pueblos hermanos que históricamente han compartido un adversario imperial común.
c) ¿Si tantas “supuestas” pruebas contra Iñaki tiene el Reino, porqué no acudir al debido proceso de extradición con todas las garantías? Tienen un antecedente demoledor: el caso del ciudadano vasco Luís Olalde. Tras una solicitud extradicional del Reino, se siguió el procedimiento establecido en el Tratado de Extradición firmado en enero de 1989, se respetaron las garantías jurisdiccionales de un debido proceso. La Sala de Casación Penal del TSJ no estimo la solicitud de extradición (Sentencia 15 de Mayo de 2003). Es precisamente un proceso con las debidas garantías lo que el Reino teme y es por esto que trata de forzar la deportación - ilegal-. Quedan días complicados para saber que pasa.
Así las cosas, es necesario que sepan sobre “dos detalles” en relación a la situación que vive hoy día el Pueblo vasco en la lucha por su emancipación:
La negación de la representatividad política institucional de la izquierda independentista vasca (más de cuatro partidos ilegalizados durante los últimos 7 años; más de 300 candidaturas durante los últimos 6 años).
El bipartidismo español (PSOE-PP) unido en tierras vascas, con el 40% de los votos, tomará el poder en un territorio mayoritariamente vasco y nacionalista éste próximo 5 de mayo. ¿Que credibilidad democrática tiene un Reino y su democracia representativa que se ve en la necesidad de ilegalizar una opción política para hacerse con el poder?
La violación sistemática de los derechos humanos individuales de los miembros de la colectividad disidente vasca. Las detenciones y los casos de tortura se han disparado en las estadísticas de la represión política en el Reino, un veterano histórico planetario en lo que a violación de derechos humanos se refiere, aprovechándose del “saco roto” o “cheque en blanco” que implica el uso del término “terrorismo”.
Hoy, la comunidad política vasca continental que ronda las 3 millones de personas tiene 750 prisioneros políticos. La vergüenza de Europa.
El informe del Relator Especial de la ONU, presentado el pasado 10 de marzo en Ginebra, por Martín Scheinin, especialista en Derechos Humanos y Libertades Fundamentales en su mención a España, merece una parada de atención para saber con quien se trata cuando se trata con el Reino: Véase el documento: http://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/G09/114/34/pdf/G0911434.pdf?OpenElement (paginas 62 a 67)
Ante este panorama donde la disidencia política vasca es perseguida dentro y fuera de su patria, hacemos un llamado a la reflexión sobre quien está con el Proceso y quien trata de sabotearlo una vez más. Si éste Proceso, y el que vivimos en el País Vasco, se sustenta sobre los pilares de la Soberanía y el Socialismo, es necesario activar la solidaridad trasatlántica que esterilice los intentos de injerencia en las luchas emancipatorias de ambos Pueblos, por parte de un Reino que, ayer subyugó a Venezuela, y hoy lo sigue haciendo con el País Vasco. No nos engañemos compañeros, ¿primamos las relaciones humanitarias o las relaciones económicas y de dominación cuando hablamos de un mundo mejor?
El proceso revolucionario venezolano se encuentra en una fase de consolidación lejos del contexto situacional de Golpe de Estado y Paro petrolero en que el Reino logró las deportaciones ilegales del 2002. Por lo tanto, hoy más que nunca se hace necesario un posicionamiento claro de los bolivarianos, revolucionarios y republicanos de uno y otro lado del Atlántico ante el caso de Iñaki Etxebarria y su Pueblo originario, Euskal Herria. ¡Liberación ya!
*Jurgi San Pedro y Beñat Onaindia.
Juristas. Asesores Institucionales en Venezuela.
P.S: El documento del cual se adjunta el enlace misteriosamente solo esta disponible en Ingles pese a ser un documento oficial de la ONU que debiera estar traducido al Castellano.
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