Por: Jerónimo Carrera
Se estarán cumpliendo ahora, este ya muy próximo día 3 de julio, los primeros veinte años de la muerte de Eduardo Gallegos Mancera, para mí, y muchos otros de sus contemporáneos, uno de los grandes venezolanos del siglo XX. Para comenzar estas líneas de homenaje a su memoria, de seguidas copio las breves palabras con las cuales ya entonces dimos tal información luctuosa a los lectores de la edición venezolana de Revista Internacional, prestigiosa revista editada en numerosos idiomas y de cuya edición en nuestro país yo era director para aquella época:
“Al momento preciso del cierre de esta edición, acaba de entrar en su infinito reposo el valiente corazón comunista de Eduardo Gallegos Mancera. Ha de seguir con vida útil para siempre, no obstante, mientras se mantengan en luchas la clase obrera venezolana y su Partido. (3-VII-1989.)”
Igualmente, de inmediato recibimos el siguiente expresivo mensaje dirigido a nuestro PCV:
“Comité Central del Partido Comunista de Venezuela, Caracas
Estimados camaradas:
El Consejo de Redacción y la colectividad multinacional de Revista Internacional expresan sus profundas condolencias con motivo de la muerte del destacado dirigente de los comunistas venezolanos, el camarada Eduardo Gallegos Mancera, y ruegan transmitan nuestro pésame y simpatía a los familiares y allegados del fallecido.
Alexander Subbotin, Director de Revista Internacional,
Praga, julio de 1989.”
Y es que nuestro camarada Eduardo era un personaje bastante conocido en muchos otros países, pues durante años había participado en una gran cantidad de congresos de diversa índole, lo que lo llevó a ser, creo yo, el único venezolano que estuvo entonces en el remoto Afganistán.
Pero nunca viajó como turista, por placer o descanso, sino siempre por razones de trabajo, y así llegó a conocer no “medio mundo”, según la expresión popular, sino bastante más que eso. Fue un abanderado de la paz y la amistad entre los pueblos, y uno de los fundadores, en el año 1949, del Consejo Venezolano por la Paz y el Desarme, presidido por el honorable General José Rafael Gabaldón.
Hay que decir que Eduardo fue un extraordinario amigo de Cuba, y lo fue durante prácticamente toda su vida. Cuando acá en Venezuela, allá por la primera mitad de los años ’40, los comunistas se encontraban divididos en tres sectores que se combatían entre sí duramente, tomó Eduardo la iniciativa de ir hasta Cuba para solicitar la ayuda de los camaradas cubanos y logró que el prestigioso dirigente Blas Roca, en forma de amistad y solidaridad revolucionaria, viniera para lo que se considera nuestro Congreso de Unidad y Primer Congreso del PCV, aquí en Caracas, en octubre de 1946.
Su amistad con Cuba se incrementó con el triunfo de la Revolución en 1959, lógicamente, y habló bastante en varias ocasiones con Fidel Castro, Raúl, el Che Guevara y dirigentes del viejo Partido como Carlos Rafael Rodríguez y otros.
Aquí en esta rápida reseña no puedo dejar de recordar que Eduardo fue también un gran médico, que introdujo lo que ahora se denomina medicina “Barrio Adentro”, en los barrios populares de El Valle, en Caracas, con la peculiaridad de que no cobraba nada a sus pacientes, quienes luego le retribuían eligiéndolo concejal por esa parroquia varias veces.
Un poco más tarde fue electo senador de la república, y entonces sostuvo en el Senado una famosa polémica con el escritor Arturo Uslar Pietri sobre los ferrocarriles. Allí Eduardo los defendió y Uslar los condenaba.
Además, Eduardo fue autor de varios libros y escribió poesía, pero ahora me debo limitar y dejar todo eso para otra ocasión.
Fuente: PrensaPopularSolidaria_ComunistasMiranda
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com
Encuentro de Partidos Comunistas de América Latina
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*Importante y trascendental iniciativa de los comunistas peruanos*
*Artículo de El Comunista, edición de Mayo)*
*Organizado por el Partido Comunista Peruan...
Hace 6 años
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