México profundo, libro de Bonfil, arranca telarañas: religión, lengua, cultura, que no nos pertenecen
Pedro Echeverría V.
1. El libro México profundo -Una civilización negada- de Guillermo Bonfil, publicado hace poco más de 30 años (unos siete años antes de la rebelión indígena del EZLN de 1994) transformó radicalmente mi concepción sobre la historia de México. Ignoro si los dirigentes de esta maravillosa rebelión –metidos en la selva de Chiapas- lo conocieron antes; pero sí me atrevo a afirmar que así como el EZLN vino en 1994 a reivindicar y a recordarnos los derechos indígenas, el libro de Bonfil ayuda a entender lo que ha sido nuestra civilización mesoamericana negada, tergiversada, casi destruida y en proceso de olvido. El libro consta de apenas 250 páginas, que por su interés, pueden leerse en un tirón, es decir, en una cuantas horas. ¿Cómo no tratar de entender las radicales diferencias entre nuestra cultura mesoamericana, original, autóctona y la cultura que nos impusieron –la occidental- con todo el afán de someternos?
Pedro Echeverría V.
1. El libro México profundo -Una civilización negada- de Guillermo Bonfil, publicado hace poco más de 30 años (unos siete años antes de la rebelión indígena del EZLN de 1994) transformó radicalmente mi concepción sobre la historia de México. Ignoro si los dirigentes de esta maravillosa rebelión –metidos en la selva de Chiapas- lo conocieron antes; pero sí me atrevo a afirmar que así como el EZLN vino en 1994 a reivindicar y a recordarnos los derechos indígenas, el libro de Bonfil ayuda a entender lo que ha sido nuestra civilización mesoamericana negada, tergiversada, casi destruida y en proceso de olvido. El libro consta de apenas 250 páginas, que por su interés, pueden leerse en un tirón, es decir, en una cuantas horas. ¿Cómo no tratar de entender las radicales diferencias entre nuestra cultura mesoamericana, original, autóctona y la cultura que nos impusieron –la occidental- con todo el afán de someternos?
2. “La historia reciente de México, la de los últimos 500 años –escribe Bonfil- es la historia del enfrentamiento permanente entre quienes pretenden encauzar al país en el proyecto de la civilización occidental y quienes resisten arraigados en formas de vida de estirpe mesoamericana: el primero llegó con los invasores europeos, no se abandonó con la independencia: los nuevos grupos que tomaron, primero los criollos y después los mestizos, nunca renunciaron al proyecto occidental”. Este párrafo ha sido esencial para mí al mantener una posición totalmente crítica de los llamados héroes; no sólo para combatir a los conservadores aliados a españoles, franceses, ingleses, yanquis, militares y clero, sino que también para combatir a los héroes liberales (Juárez, Madero, Obregón, entre otros) que en nombre de la justicia y anticonservadurismo consolidaron el dominio de la burguesía y occidente.