Por: Ferrebé
Uno de los problemas básicos de la Revolución Bolivariana es el de la reconstrucción del movimiento de la Clase Obrera desde un punto de vista de clase. Se trata --y esto es en todo el mundo--del desarrollo de la Conciencia de Clase, que coloca a la Clase Obrera en condiciones de cumplir su papel de sujeto directivo de vanguardia, no sólo interesado sino situado indispensablemente como conductor de cualquier proceso revolucionario, que no puede ser dejado al garete, bajo conducción del policlasismo, de conducciones individuales o de remiendos de coaliciones de circunstancias.
Después de la caída de la URSS, en el mundo se presentaron en el seno de algunos Partidos Comunistas, situaciones de discusiones difíciles, principalmente acerca de la aplicación del marxismo-leninismo y la lucha de clases como base de la política comunista, que en algunos casos llegaron a convertirse en corrientes internas, aunque prácticamente en todos los casos estas posiciones fueron, o han sido ya y/o están siendo derrotadas.
Hay otros países donde, todavía, en los propios Partidos Comunistas, existen corrientes que están ubicados en posiciones reformistas, que incluso proponen la eliminación del marxismo leninismo, como guía teórica de los Partidos Comunistas, y que en cuanto a lo orgánico, organización de los Partidos Comunistas, procuran eliminar la aplicación del centralismo democrático como fundamentación de la estructura orgánica de los Partidos Comunistas, y que proponen que los comunistas deben funcionar como corrientes sociales y no como Partidos Comunistas dedicados al desarrollo del proceso de la lucha de clases revolucionaria y de luchas sociales de masas conduciéndolas a la revolución por el socialismo en vías al comunismo.
Lo anterior señalado, a diferencia de la gran mayoría de los Partidos Comunistas del mundo, donde se admite y aplica consecuentemente el marxismo leninismo, a pesar de que en varios hubo posiciones internas vacilantes al respecto, en los momentos iniciales siguientes a la caída de la URSS, con el crecimiento de corrientes internas que plantearon dudas acerca de la aplicación de la lucha de clases y el marxismo leninismo, pero que en ellos , posteriormente, en sus discusiones y análisis internos, privaron las posiciones consecuentes, apegadas al marxismo-leninismo, a plantear con claridad la lucha de clases .
Otros Partidos Comunistas, ---caso de Grecia, Portugal, Chipre, Japón, nuestro propio Partido Comunista de Venezuela, correspondió a posiciones donde los Partidos Comunistas actuamos apegados al marxismo-leninismo----, a la lucha de clases, a la construcción de los Partidos sobre la base del Centralismo Democrático, y proclamando la finalidad propia de la Clase Obrera, o sea: la construcción del Socialismo y el avance al Comunismo. En nuestro caso, Venezuela, con la consigna de :"La esperanza de los pueblos sigue siendo el avance al Socialismo", un Socialismo consecuente construído sobre bases científicas y con vías al comunismo, consigna emitida inmediatamente después de la caída de la URSS, como guía de la política del PCV.
Estamos en general en el mundo en una situación de superación de concepciones derrotistas y reformistas que calaron en la Clase Obrera, e incluso en Partidos Comunistas, acerca del "fin de la historia", de que el capitalismo es eterno, de que ser consecuentemente comunistas es ser stalinistas ---si así lo ven, stalinistas somos, a mucha honra---, que se regaron en la gran mayoría de los países del mundo. Allí donde esas concepciones derrotistas calaron, y por tanto, afectaron el proceso de avance de los Partidos Comunistas, tal situación se refleja en los movimientos sindicales con las conocidas dificultades de hoy, pero, en general, en vías de superación de tales situaciones
Todavía, en algunos países, esas concepciones e influencias reformistas en el movimiento comunista y movimiento sindical obstaculizan la superación de las dificultades existentes actualmente en el movimiento revolucionario. Se dificulta el avance de las luchas de la Clase Obrera, aunque las condiciones crecientes de pauperización por el dominio irracional capitalista y el avance de la crisis en todos los países, están ayudando a despertar la conciencia de la Clase Obrera, y, sobrepasando los actuales bajos niveles de conciencia de clase presente en algunos sectores de trabajadores, debido a que el capitalismo ha conseguido debilitarlos ideológicamente, se proyectan hacia la incorporación en lo inmediato y a futuro en las luchas sindicales reivindicativas consecuentes , y a las posiciones políticas más radicales en la lucha de clases de la clase obrera, con vistas a la sustituciòn del capitalismo.
Para las luchas dentro del capitalismo, el avance al Socialismo y el Comunismo, el contar con un Movimiento Obrero consciente y poderosamente organizado, la actividad revolucionaria de la Clase Obrera organizada en torno a la lucha de clases revolucionaria es siempre fundamental en las luchas ideológica, política, reivindicativa, de masas y de destruccción del capitalismo y el avance al Socialismo y el Comunismo. Por consiguiente, para todos los comunistas del mundo, y para nuestro Partido Comunista de Venezuela, integrante de un movimiento actual en nuestro País, de Liberación Nacional, de una posible y anunciada marcha al Socialismo, todavía no plenamente marcada y consolidada, ----que para nosotros, los Comunistas, está perfectamente claro que debe ser con el Comunismo en la mira----, la defensa de los postulados del marxismo-leninismo, de la lucha de clases, del centralismo democrático como base de la construcción del Partido, constituyen el centro de nuestro trabajo ideológico, político y de organización.
Esta situación es la que caracteriza nuestro trabajo político en los sindicatos, muchos de los cuales, aunque se manifiestan revolucionarios, aún se encuentran en ellos cúpulas burocratizadas, que colocan a la clase obrera en una situación de debilidad, que dificulta, y hasta en casos impide y paraliza la presión de las bases, y que, fundamentalmente, detiene el desarrollo de la conciencia de clase, de clase en sí, y por consiguiente anula la posibilidad de que la clase obrera cumpla su papel de sujeto dirigente y conductor colectivo de la Revolución, para que esta pueda garantizar su avance.
Incluso, hay tendencias hacia concepciones reformistas en las fuerzas más numerosas participantes del proceso, que llevan a asumir posiciones que impiden garantizar los derechos adquiridos por las trabajadoras y los trabajadores, con la posición de que hay que salvar y estabilizar las Empresas --en el caso de las nacionalizadas, o llamadas socializadas en otros casos-- cuando ambas situaciones, avance de las empresas y derechos de los trabajadores no son contradictorias, sino que por el contrario se pueden combinar, salvando una y otra situación, y sobre todo sin afectar a los trabajadores, donde con una buena administración se pueden salvar y combinar el rendimiento empresarial, los derechos de los trabajadores y el avance de las empresas hacia nuevas metas de crecimiento, con participación de los trabajadores en su dirección en forma decisiva.
Todavía se reflejan elementos negativos de las "teorías" difundidas por el Capitalismo a la caída de la URSS y el bloque Socialista, que al "creérselas" a los propagandistas capitalistas muchas capas del movimiento obrero caen en derrotismo y retroceden en su conciencia de clase, puesto que desaparecen elementos "guía", ideológicos, político-revolucionarios, de construcción de poder de la clase obrera, que ya estaban posicionados, y por ello posicionada la clase obrera, con la idea de gobiernos de la clase obrera básicamente.
Esto fue contrarrestado por la burguesía a la caída de la URSS y las Democracia Populares con el argumento de que "el capitalismo había vencido", de que esto significaba el fin de la historia, que se había superado y no hacía falta la lucha de clases en todos los sentidos, situación que influyó en crear la conciencia falsa en capas de la población --incluso sectores y luchadores de la clase obrera--- de que por consiguiente el mundo sería del capitalismo, sin opción para el avance al Socialismo-Comunismo, e incluso para las luchas de la Clase Obrera dentro del Capitalismo.
Tal situación nos coloca a nosotros --comunistas-- en la obligación de reforzar nuestro papel de siempre en cuanto a la lucha de clases revolucionaria, en cuanto corresponde a la lucha ideológica, de demostrar que esos son argumentos falsos de la burguesía capitalista imperialista, y, por el contrario, que están vivas las condiciones que llevan a la lucha de clases y a la necesidad de acabar con el capitalismo y avanzar al Socialismo-Comunismo. Aún hay opciones de referencia revolucionaria y socialista en el mundo, que el campo socialista no está destruído, y sigue vigente con los Países que están transitando por la vía socialista, a pesar de la disminución que significa la desaparición de la URSS y las Democracias Populares. Que la clase obrera de nuevo está avanzando en su lucha contra los efectos de la crisis capitalista que está en marcha, que se va superando progresiva y aceleradamente el estado de conciencia negativa imbuído por el aparataje de propaganda del Capitalismo, y esto en Venezuela es fundamentalmente importante, donde se requiere acelerar la toma de conciencia de la clase obrera de sus propios objetivos en la lucha de clases y la participación en ella de las organizaciones obreras, para cumplir su papel de clase vanguardia de la revolución.
El papel de nuestro Partido Comunista de Venezuela-PCV, de los comunistas, en el seno de los sindicatos, es el de impulsar la unidad de la clase obrera, de toda la clase obrera, en su moderna complejidad en cuanto a sus componentes, ya que la explotación abarca a los trabajadores manuales, trabajadores especializados en niveles básico, medio y superior, profesionales de nivel intermedio y superior, administradores directos e indirectos en la función de producción, de administración y aún de ventas, incluso intelectuales y científicos, en diferentes condiciones laborales, pero con una condición unificadora: todos están sometidos a explotación y producción de plusvalía, que es lo que determina la pertenencia o no a la clase obrera.
En el desarrollo de todo el proceso del trabajo sindical, tanto bajo el capitalismo, como en los procesos de la marcha al socialismo, y en el propio socialismo, uno de los factores a tener en cuenta es el de combatir la burocratización del sindicalismo y de cada sindicato en particular, y este es un tema que incumbe igualmente a la dirigencia sindical comunista en ambos casos. La lucha de clases se prolonga aún en el Socialismo.
Los Sindicatos son de los trabajadores, su instrumento de defensa y avance, "escuelas de comunismo" como los llamó Lenin, y su vigencia no se pierde hasta que se elimine la explotación.Y aún estando en marcha al socialismo, el papel de la clase obrera es fundamental en la dirección de todo el proceso, como clase vanguardia y dirigente real de la Revolución por encima de cualquier otra forma de conducción, como son los partidos policlasistas, o conducción individual, o combinación de ambas ---sin negar liderazgos posibles---, pero que si se quiere ir al socialismo de verdad y real y realmente, siempre los liderazgos deben ser o estar supeditados al interés de la Clase Obrera.
Es una situación que coloca en primer Plano la necesidad de crear los instrumentos que permitan esclarecer y combinar estas situaciones, en el caso de los sindicatos, una Ley del Trabajo adecuada a la situación, y en cuanto a la participación concreta de la clase obrera en la conducción del proceso administrativo, una Ley para tal fin, de los Equipos de Conducción de las Empresas y procesos productivos, organización de Empresas, o sean los Consejos para la participación de los trabajadores en la dirección concreta de la empresas, y la Ley respectiva que garantice esa participación a todo nivel.
Estamos en una situación donde conviven dos sistemas, con empresas capitalistas todavía muy importantes, y en muchas empresas los Sindicatos andan por la vía reformista, al menos sus direcciones reformistas aún enquistadas. Es decir, en estos casos estamos al igual de los países capitalistas. Pero, incluso, el Movimiento Obrero en el mundo se consigue actualmente en difíciles y a la vez diferentes situaciones.Y esto ocurre también en empresas nacionalizadas y supuestamente "socializadas", pero cuya socialización es de hecho de palabra, porque se comienza por la no participación de la clase obrera en su dirección, o si lo hace es en un papel secundario y supeditado y no decisivo, quedando la dirección en manos pequeñoburguesas, burocráticas o de capas medias reformistas, socialistas de palabra, que no garantizan un proceso real de participación de los trabajadores, con todo el peligro de burocratización, corrupción y desinterés de lo verdaderamente revolucionario.
En unos países del mundo capitalista se manejan los sindicatos, los movimientos políticos de la clase obrera, como en Grecia, en Portugal, con una clara conciencia de clase y de avance. Mientras que en otros se está presentando un combate interno entre las orientaciones revolucionaria y reformista. Y otras formaciones de la clase obrera, Sindicatos y Federaciones, así como los movimientos políticos de la clase obrera, aún no han salido de una orientación reformista, independientemente de la acción de los Partidos Comunistas, generalmente en estos casos Partidos Comunistas todavía relativamente débiles, dentro de su crecimiento actual en todo el mundo.
De allí la importancia de garantizar una orientación y actividad sindical revolucionaria en Venezuela, por estar en condiciones muy especiales, de un anunciado avance al socialismo y participación administrativa en dicho proceso, por una parte, y de combate al capitalismo, por la otra, entremezclados, lo cual en cuanto al combate político, sindical, de la clase obrera, contra el empresariado capitalista privado y oficial, que son factores complejos presentes aquí en Venezuela, y que están referenciados con los combates anticapitalistas en otros países de dominio abierto del capitalismo, y para los comunistas este es un factor importante a considerar para nuestra política en el movimiento obrero y para la lucha de clases. Este es un factor de gran importancia en la necesidad de la organización de la Clase Obrera en nuestro País, para garantizar su presencia y papel protagónico, sobre todo ante la peligrosa irrupción muy importante ----y que puede llegar a ser decisiva, de concepciones reformistas burocráticas, pero que se presentan como revolucionarias----, de la pequeña burguesía y sectores burocráticos y burocratizadores de las capas medias, cuyos intereses de clase son muy diferentes de los de la Clase Obrera. Solo una Clase Obrera consciente, con conciencia de clase, y Organizada, puede garantizar su papel decisivo en el proceso revolucionario y que, de verdad, se avance al socialismo y la cosa no se quede en puro bla,bla,bla.-
Fuente: Prensa Popular Comunistas Miranda