Sobre la necesidad de la lucha conjunta de los partidos comunistas con estrategia revolucionaria |
Εl movimiento
comunista lucha en condiciones complejas y es necesario intensificar el
proceso del desarrollo de las relaciones entre los Partidos Comunistas,
el intercambio colectivo de experiencias y la acción conjunta, abrir aun
más el debate sobre la necesidad de una estrategia revolucionaria que
corresponda a las necesidades populares de la lucha de clases, la
abolición de la explotación capitalista, la construcción de la nueva
sociedad socialista-comunista.
Este proceso puede fortalecerse en la
medida que fortalece la actividad independiente de los partidos
comunistas y el frente ideológico y político con las llamadas fuerzas
“progresistas”, de “izquierda” y los respectivos “foros” que siguen el
camino de la gestión burguesa o promueven consignas para un “socialismo”
que carece de base científica con el fin de atrapar a fuerzas
populares.
Por supuesto, este problema no tiene que
ver solamente con las fuerzas socialdemócratas de “izquierda”, sino
además con los partidos que se presentan como comunistas mientras que en
la práctica han sido erosionados por el oportunismo y se han entregado
al concepto de la “humanización” del capitalismo, que son apoyos y parte
de la socialdemocracia actual.
Tal partido no es sólo el Partido
Comunista de los EE.UU. pero además son, por ejemplo, los partidos en el
liderazgo del Partido de la Izquierda Europea (PIE), que es uno de los
“partidos europeos”, que fueron creados bajo las reglas de la Unión
Europea imperialista y respaldan su estrategia.
El debate ideológico y político
decisivo con estas fuerzas es un criterio para el avance del movimiento
comunista y la superación de la crisis que sufre.
La combinación de la acción conjunta y
del debate para que los principios de nuestra cosmovisión correspondan
con la práctica, las direcciones programáticas, la política de alianzas,
la dirección de la lucha en el movimiento obrero y popular son asuntos
que conciernen los partidos comunistas con referencia al
Marxismo-Leninismo y que sostienen que actúan en base a estos
principios.
Un asunto crucial es la adaptación de la estrategia de los partidos comunistas a la época histórica en que están luchando
No caben dudas de que la estrategia de
los partidos comunistas, la dirección básica de su lucha, está
determinada por el carácter de nuestra época.
En esta base es necesario examinar la
contradicción fundamental (capital-trabajo asalariado), el carácter
(socialista) de la revolución y las fuerzas motrices, la línea de
agrupación, la política de alianzas, la dirección de la labor ideológica
y política en la clase obrera para que desvíe de la orientación
unilateral por la conquista de mejores condiciones de venta de la fuerza
de trabajo y para que se oriente al derrocamiento de las causas de la
explotación.
El desarrollo social se está
moviendo hacia un nivel mayor y no puede dar pasos hacia atrás por haber
ocurrido la contrarrevolución y el derrocamiento del socialismo en la
Unión Soviética y en los demás países socialistas.
Esto ha sido demostrado por el propio
curso del desarrollo social, la sustitución del sistema comunitario
primitivo por el modo de producción esclavista, su sustitución por el
feudalismo, y de éste por el capitalismo, la revolución socialista en
Rusia y la construcción del socialismo, la creación del sistema
socialista.
A lo largo de este curso hubo
grandes conflictos sociales, victorias y derrotas de las clases
dirigentes en cada circunstancia, se produjeron retrocesos pero lo que
determinó fue la inevitabilidad general de la sustitución del sistema
socioeconómico viejo por el nuevo.
Las propias leyes del
capitalismo conducen a su desarrollo. Las semillas de las relaciones de
producción capitalistas nacieron con graduaciones, con diferentes ritmos
de un país a otro, en el feudalismo. Se formó y se culminó el
capitalismo pro-monopolista, avanzó la concentración y la centralización
del capital, nacieron los monopolios, las empresas participadas.
El capitalismo monopolista predominó y
llevó a una agudización sin precedentes de la contradicción entre las
fuerzas productivas y las relaciones de producción capitalistas.
Por lo tanto, es necesario, que
en estos asuntos cruciales, el debate de los partidos comunistas se
oriente a la elaboración de una estrategia moderna y revolucionaria y
una táctica que puede ser un factor flexible pero no está determinado de
manera subjetiva sino que deriva de la propia estrategia, es parte de
esta, está a su servicio.