La
lucha política es de clases no de individualidades.
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Por: Febres Rodríguez ,
La teoría marxista nos indica, científicamente, que los cambios de los sistemas sociales son definidos por la lucha de clases, clases antagónicas con intereses irreconciliables que se enfrentan.
La clases sociales son distintos sectores de la sociedad, cada uno con claras posiciones bien definidas en el sistema económico productivo, unos, dueños de los medios de producción, es la burguesía. Los otros –la gran mayoría–, dueños de su capacidad de trabajo, la fuerza laboral, que constituyen el proletariado, la clase obrera, los explotados.
Los explotados, son la gran masa social, que en su lucha diaria reivindicativa se organiza en sindicatos, gremios, consejos comunales, consejos de trabajadores, asociaciones deportivas, comités de salud, comités de viviendas, etc., entendiéndose entre ellos: “en sí”, como iguales, explotados, y concientes de la necesidad de la unión y la lucha organizada por sus reivindicaciones, por conquistas específicas en los diversos campos de la actividad diaria en búsqueda de una mejor calidad de vida.
Las conquistas específicas, las diversas reivindicaciones, mejoran la calidad de vida de las masas sociales pero no suprimen su condición de explotados. Para revolucionar esta situación se amerita de un paso adicional, de un escalón adicional, la conciencia de clase “para sí”, para realizar la lucha por la dirección y cambio de la sociedad, que es la lucha política, la lucha por la toma y conservación del Poder para la clase obrera, para el proletariado, requiriéndose, para la lucha política, de un Partido político, el Partido de la clase obrera, el Partido Comunista, que Lenin definió y estructuró como el Partido de Nuevo Tipo, Partido de cuadros, de dirigentes de organizaciones de masas, con una estructura propia que lo caracteriza.
Los militantes comunistas deben ser cuadros, dirigentes de organismos de masas, imbricados en las masas donde lleven la Línea Política del Partido Comunista para dar el salto de la conciencia de clase “en sí” a la conciencia de clase “para sí” y pasar de la lucha reivindicativa a la lucha política por la toma y conservación del Poder para la clase obrera; cumpliendo el rol de vanguardia de la clase obrera que le corresponde al Partido Comunista.
La lucha política es lucha de clases, no es lucha de individualidades. La vanguardia, el Partido Comunista, debe estar en la lucha con las masas, marchando con las masas, al frente, sin adelantarse ni atrasarse. Si la vanguardia se adelanta termina enfrentando al enemigo de clase solo sin el apoyo de las masas; si se atrasa, las masas lo rebasan enfrentando al enemigo sin la dirección de su vanguardia.
Fuente: Tribuna Popular/PrensaPopularSolidaria
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