Informe Político del XXXII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela PCV:
Caracas, 28 ene. 2010, Tribuna Popular TP.-
Con la tarea de avanzar en el proceso de liberación nacional, de enfrentar las amenazas que se ciernen sobre la revolución y consolidar la transición al socialismo, el XXXII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), considera urgente impulsar la Unidad Popular Revolucionaria, Ya!.
A continuación publicamos en forma integra el Informe Político del XXXII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), realizado los días 16 y 17 de Enero del 2010.
INFORME POLÍTICO DEL XXXII PLENO DEL COMITÉ CENTRAL
SITUACIÓN INTERNACIONAL
Continúa agravándose la situación política nacional e internacional. Las contradicciones en las esferas económica, política y social en medio de la crisis actual, inciden en todos los ámbitos del quehacer humano y se crean condiciones para manifestarse con fuerza la lucha de clases. El carácter contradictorio y complejo de la situación internacional, con una ofensiva mundial imperialista por la preservación y desarrollo de su hegemonía, en el marco de una profunda crisis del sistema capitalista global, y la disputa de espacios de influencia de las potencias imperialistas entre sí y con las potencias emergentes, ante la agudización de las relaciones de explotación y saqueo de pueblos y países enteros, hace prever que pudiéramos estar próximos a conflictos bélicos de tal naturaleza, que en mucho sobrepasarían los efectos de los más graves que ha conocido la humanidad.
La profunda crisis del capitalismo, en medio de la cual se desarrolla la ofensiva guerrerista-imperialista en Irak y Afganistán, y se inicia la contraofensiva hacia América Latina, en la pretensión y necesidad imperialista de control hegemónico del mundo, nos indica que estamos llegando al límite de las tensiones internacionales, de tal manera, que se aprecia ya la necesidad de un cambio radical, para resolver los principales conflictos o contradicciones antagónicas.
La política internacional de EEUU en este momento se torna más agresiva, con el envío de treinta mil soldados hacia Afganistán, el auge del militarismo en su ofensiva imperialista para el dominio mundial de fuentes de energía y su presencia creciente en el continente americano, contraofensiva mediante la cual aspira a recobrar espacios, a través del Plan Puebla-Panamá, el Plan Colombia, la Iniciativa Regional Andina, etcétera.
Uno de los principales problemas es el hambre, generada por una producción que no encuentra dentro de las relaciones económicas y políticas capitalistas dispositivos de retribución y distribución en las poblaciones más desprotegidas de la tierra. Son millones de seres humanos amenazados de muerte en todo el mundo, desde el continente africano hasta nuestra propia América. Basta recordar los más quinientos muertos por hambruna en Guatemala, en sólo un mes a mediados del año pasado, y las más de 54 mil familias que carecen de alimentos, situación que continúa agravándose y que requirió de la solidaridad internacional. El acelerado cierre de empresas ha dejado cesantes en todo el mundo a millones de obreros y obreras, trabajadores y trabajadoras, de la producción y los servicios, tanto de la ciudad como del campo. Esto tiene que ver pues con resolver la contradicción entre el CAPITAL Y EL TRABAJO.
Terminó en Copenhague, Dinamarca, la Cumbre Mundial sobre el clima, con participación de más de cien países. Reseñamos la importancia del evento porque fue un escenario de enfrentamiento ante la pretensión de las potencias mundiales de mantener los patrones de producción y consumo que imponen los monopolios transnacionales y de imponer “acuerdos” al mundo. Se logró señalar la destrucción del planeta y sus recursos naturales, de lo cual son principales responsables los países desarrollados encabezados por EEUU, y cuyo principal efecto actual es el calentamiento global y la desaparición de más de 20 mil especies biológicas.
LA OFENSIVA CAPITALISTA-IMPERIALISTA CONTRA NUESTROS PUEBLOS
Hay un sistema imperialista global, que expresa sus intereses al imponerse en todo el mundo. Pero dentro de esa totalidad, existen particularidades que se expresan a través de la imposición de intereses más específicos, como los de EEUU sobre la América Latina y el Caribe.
En consecuencia se ha desatado la febril actividad de la industria armamentista y una feroz competencia por la supremacía en todos los campos de su actividad, desde nuevos misiles transcontinentales “invisibles”, pasando por aviones de reconocimiento y de combate no tripulados, los que en número superior a cinco mil vienen siendo utilizados en Irak, Afganistán y el norte de Pakistán; escudos múltiples antimisiles y diversidad de naves de guerra anfibias, terrestres y aéreas.
Se aumenta la presencia militar de las bases estadounidenses, de la OTAN y sus aliados y hay aprestos de guerra en distintos lugares del planeta, con violaciones de espacios aéreos y uso de colonias de bases de operaciones, como en el caso de Curazao. De hecho esta industria es quizá la única que en este momento se encuentra en pleno auge y desarrollo, dejando enormes márgenes de ganancia al complejo industrial-militar, en primer lugar de EEUU.
Además, las políticas de EEUU están dirigidas a detener la crisis y salvar el sistema financiero que la generó, por ello los miles de millones de dólares emitidos se entregaron a la banca imperialista, mientras se abandonó a las víctimas. Inicialmente fueron sectores medios de la población los que, habiendo invertido en inmuebles, quedaron arruinados, sin viviendas y sin trabajo. La crisis se extendió después a los demás componentes no sólo financieros sino de la producción, servicios e industrias.
El gobierno de EEUU trabaja intensamente para que la ONU declare como “Patrimonio de la Humanidad y de Seguridad Estratégica” a la Amazonía y otros espacios geoestratégicos relacionados con producción de energía, biodiversidad, agua y minerales, y entregue su administración a dicho gobierno.
En zonas como la península arábiga, busca afianzar su influencia interviniendo en países con la manoseada excusa del antiterrorismo, como en el caso de Yemen, para controlar millones de barriles en el suministro de petróleo para Europa e incluso China, a través del Estrecho Bab-el-Mandeb.
Durante los últimos diez años, EEUU ha avanzado a pasos acelerados en alianzas, acuerdos y convenios económicos, políticos y militares que tienen que ver con el reacomodo que representa el auge de algunos países asiáticos, especialmente China, y con el dominio del área del Pacífico que ha adquirido enorme importancia, por el avance económico de este país y la mengua de otros como Japón, que se están viendo relegados a un segundo plano.
Tal situación agudiza y exacerba las contradicciones, a las que en varias oportunidades nuestro Partido ha hecho referencia y que tienen que ver con el dominio económico, político y militar en regiones muy sensibles como el Medio Oriente, Asia, África y América Latina; con la explotación, transporte y comercialización de combustibles y renglones económicos de la industria, la agroindustria y el comercio mundial
AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
En nuestros países de América Latina, particularmente en Suramérica y el Caribe, se viene dando respuesta al neoliberalismo impuesto por el gobierno de EEUU y demás potencias capitalistas, con la elección de gobernantes que, en mayor o menor medida, muestran cierta independencia, rescate de la soberanía y solidaridad internacional entre sí, lo que se enmarca en un acumulado para el proceso de liberación nacional. Se debaten abiertamente las contradicciones más generales y surgen mecanismos de integración económica y política, como son UNASUR y la ALBA.
Nuestro país, por la industria energética que posee, sus enormes reservas y por los cambios políticos internos, desarrolla una política exterior que se expresa en alianzas estratégicas con países de todos los continentes, pero muy especialmente, una política diferenciada por el nivel de desarrollo de los países, que ha logrado interesar en la exploración y producción del petróleo y otros elementos estratégicos, a sectores de distinta procedencia y tecnología. También ha contribuido al auge y desarrollo de alianzas y convenios con países que han asumido, en mayor o menor medida, posiciones democráticas y populares, que hacen resistencia al imperialismo estadounidense, principal exponente de las guerras como expresión de la política por otros medios.
El imperialismo ha entrado abiertamente a la contraofensiva que tiene la expresión más peligrosa en el fortalecimiento de su presencia militar con la puesta en marcha de la IV Flota y las bases militares en Colombia y Panamá. Estos países junto con Perú, forman el eje sobre el cual gira la agresión militar imperialista contra todo el continente, desde México hasta la Antártida, pasando por Centroamérica y el Caribe, para terminar apuntando hacia países de África.
El imperialismo no ha renunciado a ninguna forma de agresión y se desarrollan diversas iniciativas que conforman un arco de actividades abiertas y encubiertas, en medio de las guerras de cuarta generación, cuyo blanco inicial es el terreno de la opinión pública trabajada intensamente por los medios de comunicación. En el caso particular de nuestro país, se trabaja desde la participación en los procesos electorales, para ganar espacios de gobernabilidad de abajo hacia arriba, hasta la actividad del paramilitarismo que ha penetrado nuestras fronteras y ocupado nuestro territorio, en una muy bien planeada operación cuyo centro principal está en Colombia, con la abierta participación de su gobierno actual, actividad en la cual se hallan comprometidas organizaciones políticas de derecha, gobiernos estadales y municipales de nuestro país.
Un tanto diferente es la estrategia imperialista para golpear a Honduras, el eslabón más débil de la ALBA en Centroamérica, implementando dos niveles de acción, uno público aparentemente democrático y en el concierto de las naciones pero tendiendo a la inmovilidad; y, otro nivel, en el que realmente activa sus fuerzas, de manera discreta y por debajo de la mesa (lo que se llama Poder “inteligente” o “flexible”). Sacaron por la fuerza de las armas al Presidente legítimo Manuel Zelaya y con la complicidad del gobierno de Costa Rica prolongaron la agonía de los últimos meses de su mandato a la vez que se fortalecía el gobierno fascista, para culminar con una farsa electoral que trata de cubrir las apariencias a nivel internacional y ocultar los crímenes que se están cometiendo contra el pueblo, representados en decenas de asesinatos, desaparecidos y miles de presos en las cárceles del Estado.
Un pueblo que permaneció por más de 20 años en la desinformación, propiciada por los medios de comunicación y las trasnacionales del comercio, el agro y la industria, en poco tiempo creó la Coordinadora Nacional que organizó y dirige las luchas populares recogiendo las legítimas aspiraciones de obreros, obreras, campesinos, estudiantes, profesores, maestros y sectores medios de la población, bajo un programa que ha apuntado más allá del objetivo inicial de reinstalar a Zelaya en la Presidencia, como es el impulso de una Constituyente que reforme la actual Carta Fundamental, reforma agraria integral, redistribución de la riqueza nacional y mejoramiento de las condiciones de salud, trabajo, educación y vivienda.
Otro caso es el de la ocupación de Haití por tropas estadounidenses, aprovechando las circunstancias que vive el pueblo de ese país a consecuencia del reciente terremoto. No se trata de una acción humanitaria. Varios elementos lo indican así: las fricciones entre las tropas de EE.UU y los actuales ocupantes, la Misión de Paz (MINUSTAH) de la ONU, especialmente con Chile y Brasil, que tiene el mando militar; el entorpecimiento de la ayuda humanitaria y fomento de una situación de caos; y una campaña mediática consistente en la creación de una imagen de desorden y violencia, que justificaría la ocupación ante la opinión pública.
Hay motivos para afirmar que se está permitiendo deliberadamente el deterioro de la situación humanitaria en Haití. Por ejemplo, la reconocida descoordinación en las tareas de rescate, ampliamente difundida por los medios. En teoría, correspondería a la ONU dirigir tales tareas, pero al parecer ésta ha sido desautorizada por los Estados Unidos, que ocupó desde primera hora el aeropuerto y algunos puertos, puntos claves para la coordinación de las tareas de rescate, así como dependencias de la Presidencia de la República de Haití.
El XXXII Pleno del Comité Central del PCV expresa toda su solidaridad al pueblo haitiano y felicita muy especialmente al gobierno y pueblo venezolano, que se han hecho presentes con brigadas de rescate, más de diez mil toneladas de alimentos y otros elementos. Sin embargo, llamamos a no perder de vista la ocupación estadounidense.
En este contexto, se mantienen en desarrollo los planes desestabilizadores y de golpismo contra los procesos que avanzan en Ecuador, Bolivia y Paraguay, donde se expresa la agudización de contradicciones entre los avances populares y las estructuras del Estado burgués.
Este panorama contrasta con el resultado de las elecciones en Uruguay y Bolivia. Se afianza en el primero el Frente Amplio con la elección en segunda vuelta de José Alberto (Pepe) Mujica, de raigambre democrática y popular, que enfrentó a la dictadura militar de su país; y en la segunda, es reelegido Evo Morales, con más del 62% de la votación, rompiendo incluso la alianza de derecha que pretendió separar del país la llamada Media Luna, compuesta por cinco Departamentos, en la más grande conspiración fraguada por la burguesía interna y la abierta y descarada participación del gobierno de EEUU.
El heterogéneo movimiento indígena latinoamericano se ha activado mayoritariamente a favor de los movimientos progresistas que están avanzando en nuestra región, a pesar de la tendencia aún significativa de sentirse marginados del movimiento popular y diversas contradicciones presentes en algunos países por la influencia externa para exacerbar tendencias separatistas y etnocentristas, contrarias a la concepción multiétnica y pluricultural de una unidad como nación.
Todavía con niveles importantes de debilidad y atomización, se encuentra la clase obrera en Latinoamérica, no llegando aún a asumir su papel histórico ni siquiera donde los pueblos están en ofensiva, evidenciando que el imperialismo ha sido exitoso en su domesticación.
Durante los días del 7 al 9 de diciembre de 2009, con presencia de delegadas y delegados de diversos Comités Regionales y el entusiasmo y participación combativa de la JCV, participamos activamente en la constitución del Movimiento Continental Bolivariano, a partir de la Coordinadora Continental Bolivariana, de la que venimos haciendo parte desde su fundación, hace ya siete años. Participaron en esta tarea delegaciones de 30 países, lo cual indica un avance muy importante en la dirección indicada, no obstante las dificultades logísticas. A pesar del sabotaje desde importantes instancias oficiales, este Congreso fundacional fue de gran impacto nacional e internacional, sobre lo cual existen cifradas esperanzas para el desarrollo articulación e intercambio de políticas de las organizaciones y movimientos sociales revolucionarios, en la lucha antiimperialista.
Todos los países participantes tienen su propia historia, su propia experiencia en las diversas formas de lucha, y al interior de cada uno de ellos, las organizaciones conservan y desarrollan la línea política que elaboran de conformidad con los principios que las rigen, por lo tanto existen diferencias en cuanto a la táctica y a la estrategia política que se aplican. En este campo, para el trabajo de unidad se deben buscar los puntos de coincidencia en ambos aspectos, tanto frente a las burguesías locales como frente al imperialismo.
Estos son pasos ciertos hacia la creación del Frente Antiimperialista que articule las luchas de los pueblos por la liberación nacional, la democracia y la paz.
SITUACIÓN NACIONAL
La situación de nuestro país tiende a complicarse, por las razones expuestas en nuestro XXX Pleno del Comité Central (6 y 7 de junio de 2009) y que no es necesario repetir en este. A pesar de lo manifestado en las esferas del gobierno, la economía interna comienza a recibir el impacto de la crisis que ya se refleja en el desmejoramiento de los sistemas de salud, educación, vivienda y empleo. Especialmente preocupante es la situación de la salud, en la que ha habido un marcado desmejoramiento, producto de ciertas deficiencias que se han presentado en la Misión Barrio Adentro que ya han comenzado a corregirse, y de la persistencia de la falta de un sistema único, integrado y cohesionado de salud. En este sentido, el reciente anuncio del gobierno acerca de la creación de una compañía estatal de seguros que reemplace a los proveedores privados de pólizas HCM, no resuelve el fondo del problema.
A esto se le suma el impacto de la crisis en los servicios públicos de energía y agua; la quiebra de varias entidades bancarias, seriamente comprometidas en hechos de corrupción, lavado de dinero y lo más grave, con el manejo de activos gubernamentales a distintos niveles; la devaluación del bolívar, que expone la realidad de debilitamiento de la economía nacional; y la existencia de sectores burgueses medrando dentro del gobierno y buscando afianzar sus privilegios obtenidos a través de la corrupción. El PCV, desde hace varios años, había venido alertando pública y privadamente sobre estas amenazas que pudieron evitarse o reducir su impacto. El XXXII Pleno del Comité Central ratifica las opiniones expresadas por su Buró Político acerca de las medidas económicas tomadas recientemente por el gobierno.
La inseguridad, la impunidad y la violencia continúan disparadas, ahora con la presencia de sectores del paramilitarismo y el narcotráfico que han extendido su influencia a todo el país, como parte de los planes desestabilizadores en curso.
Preocupa de manera especial la situación que se viene presentando en el Estado Táchira y las provocaciones contra el PCV y la JCV, a raíz de la muerte de un estudiante y cuya autoría se atribuye a un militante de nuestro Partido, que nada tuvo que ver en este episodio.
El PCV expresa su voluntad de mantener inquebrantable su trabajo a todos los niveles para que el actual proceso siga adelante. Las dificultades provienen de la falta de planificación; de las deficiencias en el manejo conveniente y transparente de los recursos que se arbitran y distribuyen sin control alguno; de la tendencia a desarrollar en la población la política clientelar, elevando la burocracia estatal, mediante creación de 14 ministerios más de los existentes a comienzos del siglo. Todo ello en virtud de la presencia y conducción por la nueva burguesía en el actual Estado capitalista y las vacilaciones para avanzar hacia el socialismo.
Existen una serie de factores, que es necesario seguir combatiendo frontalmente, como lo son: la corrupción, la burocracia, la impunidad y la ineficiencia que a diario se conocen, por lo tanto el Ejecutivo Nacional debe abrir canales de intercambios con todas las fuerzas del proceso.
Llamamos a combatir el tratamiento que se está dando a los trabajadores y trabajadoras, principalmente desde los organismos del Estado. No es correcto que desde instituciones del Estado venezolano, como el Ministerio del Trabajo, se intente impedir el ejercicio del derecho a huelga declarando ilegales los conflictos y liquidando las demandas de los trabajadores y trabajadoras.
Es indudable que existe un giro muy marcado del Estado hacia el desconocimiento y atropello de los derechos e intereses de las y los obreros, trabajadores y trabajadoras en general; continúan los despidos masivos y la persecución hacia las organizaciones sindicales que por una u otra razón no comparten en toda su extensión la política del gobierno o que tienen diferencias de diverso signo con el PSUV. Existen distintos conflictos en los sectores campesinos e indígenas que incluyen persecución desde órganos del Estado a favor de intereses de latifundistas y terratenientes.
El PCV y otras organizaciones, nos hemos manifestado sobre la urgencia de aprobar la Ley Orgánica del Trabajo incluyendo en ella elementos sustanciales a favor de las y los trabajadores, sujeto histórico de la revolución y el socialismo, que garanticen el protagonismo y los intereses de la clase obrera.
Se aceleran las contradicciones internas dentro del proceso, por existir diversas concepciones sobre el modelo de desarrollo, por la falta de coherencia entre el discurso y la práctica, por la falta de unidad a todos los niveles de la administración pública y por la ausencia de medidas que frenen la inseguridad y el despilfarro.
Una de las deudas graves es que aún no se toma la decisión de avanzar a la creación de una Dirección Colectiva del proceso revolucionario. Es necesario fortalecer el proceso unitario de las fuerzas políticas y sociales que apoyan el proceso.
Otra deuda pendiente es el ejercicio cierto y pleno del control social sobre los procesos. Se habla mucho de control social, pero no se abren todos los caminos, ni se crean las condiciones para que de verdad las organizaciones y el pueblo puedan ejercer control y se rompa la subordinación de las y los trabajadores frente al patrono. Si queremos avanzar hacia el socialismo y construir una nueva sociedad, debemos dejar atrás esos esquemas que son una reproducción de la concepción capitalista del verticalismo y ejercicio de la dirección sin control social.
Todo lo anterior está siendo aprovechado por los sectores de la derecha y el imperialismo, que a fuerza de fracasos durante todo este tiempo, han aprendido sobre todo a ganar influencias en los sectores de la población, que si bien es cierto apoyan al Presidente Chávez y votarían por él, no están dispuestos a seguir tolerando imposiciones para la Asamblea Nacional o apoyando ciegamente a funcionarios que han demostrado en la práctica, que el socialismo para ellos tiene la misma connotación del capitalismo.
Nuestro Partido continúa trabajando intensamente y deberá seguir insistiendo en la necesidad de crear espacios de discusión y coordinación, a todos los niveles, con los partidos, organizaciones sociales y populares, dispuestos a continuar las tareas de construcción de la vanguardia colectiva, la organización, unidad y lucha populares por los intereses de la clase obrera y todos sus aliados.
El proceso de liberación nacional con perspectivas hacia el socialismo, que vivimos en nuestro país, está avanzando en una línea de rescate de la soberanía, de autodeterminación frente a la dominación imperialista, pero aún no hay las condiciones, ni subjetivas de conciencia y organización social, ni de transformación de la base productiva y relaciones de producción; es decir, no tenemos un plan estratégico para la construcción de la base económico-social de una sociedad socialista.
Para avanzar hacia el socialismo, es indispensable profundizar el nivel de conciencia y participación de la clase obrera venezolana, de las y los trabajadores en general, logrando un cambio de la correlación de fuerzas que despoje a la pequeña burguesía y a la burguesía (que de alguna manera hoy ejercen la dirección del proceso sin el objetivo socialista) de la posición hegemónica.
A pesar de esto, es importante señalar que el impacto de la crisis internacional en Venezuela fue atenuado por el desarrollo de planes y políticas acertadas del gobierno Bolivariano. Destacamos el establecimiento del Control de Cambio, como un elemento que ayudó a que el impacto no se sintiera con la magnitud de otros países.
En la Asamblea Nacional, es importante destacar la aprobación de leyes que tienden a la profundización del proceso e incluso para avanzar a la construcción del Poder Popular. Pero es fundamental resaltar que el Poder Popular no se da solamente en lo territorial con los Consejos Comunales, los Comités de Tierras Urbanas y las Mesas de Agua o de Energía; estas son organizaciones del Poder Popular, pero ellas solas no son el Poder Popular. La organización de la Clase Obrera en los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras es la pieza fundamental de la construcción del Poder Popular en un proceso hacia el socialismo.Es necesario aplicar las leyes que benefician a las y los trabajadores, como es el caso de la Ley de la Seguridad Social, aprobada en el año 2002 y que aún el Ejecutivo no la ha hecho cumplir.
Otro elemento positivo es la continuidad de las Misiones, que han significado grandes beneficios a la población. Sin embargo consideramos necesario que el Ejecutivo Nacional tome medidas para que estas Misiones no sigan avanzando en paralelo, ya que hay recursos que se pierden al tener dos sistemas funcionando. Es destacable que se ha hecho un llamado a la revisión crítica y autocrítica de las Misiones, con la intención de corregir. Sin embargo, debe advertirse que tanto el aparato de gobierno como el del principal partido de la alianza fallaron en la detección oportuna de los vicios y deformaciones que se han presentado en las Misiones.
Finalmente, dentro de los avances sociales y elementos positivos del año 2009, es importante resaltar lo hecho en educación con la incorporación de millones de venezolanas y venezolanos al desarrollo del país. Un ejemplo de esto es lo logrado por Venezuela en materia deportiva, aunque algunos sectores no lo valoren; los triunfos deportivos son también expresión de cambios en la sociedad.
Está abierto un camino, es el camino del proceso revolucionario venezolano, por eso el Partido Comunista sigue siendo parte de las fuerzas que propugnan en alianza estos cambios. Es un camino abierto que nos ha permitido avanzar en un proceso lleno de contradicciones; aún no estamos en la dirección correcta, ello depende de que el presidente Chávez se convenza de la necesidad de construir la vanguardia revolucionaria e implemente conscientemente la existencia de dicha vanguardia.
Por ello, es necesario llamar al pueblo, a las y los trabajadores, a las fuerzas políticas y sociales a construir colectivamente los correctivos necesarios para el proceso revolucionario, para ayudar al fortalecimiento del tránsito del proceso y para romper con los mecanismos de freno que la burguesía tecnoburocrática reformista viene imponiendo al proceso revolucionario venezolano.
RECIENTES MEDIDAS ECONÓMICAS DEL GOBIERNO
Las medidas económicas anunciadas el pasado 8 de enero, eran necesarias, debido a que ayudan a sincerar una realidad existente; de hecho ya venían produciéndose devaluaciones del bolívar. Es esperable que estas medidas le permitan al gobierno nacional mantener el conjunto de políticas sociales de salud, educación, vivienda, deporte y de importantes subsidios al transporte, la alimentación y misiones de carácter social, que benefician a buena parte de la sociedad venezolana, de menores recursos.
En este sentido consideramos que es necesario mantener las medidas de control de cambio y hacemos un llamado al gobierno nacional a fortalecerlas.
Aunque se trata de medidas necesarias, presionadas por la realidad, ellas no son suficientes, y por ello formulamos un conjunto de propuestas dirigidas a fortalecer la economía del país, bajo el control del propio gobierno, a defender el poder adquisitivo de los trabajadores:
1) Hacer más eficiente y transparente el funcionamiento de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), terminando con la burocracia existente para la aprobación de las divisas al sector importador. Esta burocracia ha permitido distorsiones importantes y creación de distintas formas de corrupción en su seno.
2) Desarrollar un Plan Nacional de Industrialización del país controlado por el Estado venezolano, con la participación protagónica de las y los trabajadores en su definición, planificación y administración. Un plan de mediano plazo, de revisión periódica para su evaluación y corrección y que ponga énfasis en la producción de alimentos.
3) Tomar medidas para fortalecer el poder adquisitivo de las y los trabajadores, contra la especulación, producto del impacto inflacionario que estas medidas tendrán y que debe ser controlada y neutralizada a través de:
a) Sistema de control de precios y ganancias. Este sistema tendrá como objeto poner un techo a las tasas máximas de ganancia del sector financiero, comerciantes y empresarios. Un sistema que permita el conocimiento de la estructura de costos en toda la cadena productiva, de distribución y comercialización, con el fin de que la contraloría social actúe contra los especuladores. Asimismo, restablecer la norma de los Precios de Venta al Público (PVP), otorgándole a la comunidad organizada un accionar vinculante para la sanción a los especuladores.
b) Eliminación del Impuesto al Valor Agregado (IVA), por ser un impuesto regresivo y que afecta principalmente a los y las trabajadores y consumidores de bajos recursos. Estas medidas beneficiarán a las capas medias de nuestra sociedad, golpeadas por el conjunto de medidas económicas y cambiarias adoptadas por el gobierno nacional.
c) Establecer la elevación de las Tasas de Impuesto sobre la Renta a las grandes empresas, consorcios, sectores financieros, comerciales y empresariales, haciendo más equitativa la distribución de la ganancia. Quien más gana debe pagar más.
d) Ordenar un incremento de salarios que permita dar respuesta a las alzas de precios y devaluaciones que se han venido produciendo. Con ello protegeremos el poder adquisitivo de las y los venezolanos.
Es necesario que defendamos una nueva economía que rompa la dependencia con respecto al mercado petrolero internacional, que logre capacidad productiva con elevación de la exportación. Todo esto con participación efectiva de las y los trabajadores.
Los factores de la oposición han hecho un escándalo en torno a las medidas anunciadas por el gobierno, incluyendo llamados a Paro Nacional; todo esto forma parte de un plan desestabilizador para cumplir los objetivos que el imperialismo y los sectores de oposición interna están fraguando contra Venezuela. Ellos fueron cómplices y partícipes de acciones que hicieron profundo daño al país, y entregaron la Nación al dominio de los capitales monopólicos y trasnacionales norteamericanos, y hoy se presentan como que supuestamente van a defender a nuestro pueblo.
Hacemos un llamado al pueblo y a las fuerzas del proceso para impedir y cerrarle el paso a la escalada desestabilizadora que ha iniciado la oposición antipatriótica, dirigida por los centros imperialistas mundiales.
Frente a esta ofensiva, es urgente rearticular la Alianza Patriótica y proceder a construir una dirección colectiva del proceso, para hacerle frente a los planes de la derecha venezolana y el imperialismo, Eso fortalecería al proceso revolucionario y la alianza antiimperialista.
NUESTROS OBJETIVOS PARA EL AÑO 2010
1º Debemos acelerar las tareas de preparación y desarrollo del XIV Congreso del PCV.
2º Seguir impulsado en todo el país, la lucha de los obreros, las trabajadoras y trabajadores en general, por la aprobación de la LOT.
3º Desarrollar la ofensiva ideológica, de crecimiento y organización a través de la CAMPAÑA NACIONAL “PEDRO ORTEGA DÍAZ”.
4º Participar en la campaña electoral, a fin de mantener y lograr mayor presencia en la Asamblea Nacional y otras instancias legislativas en Estados y Municipios.
5º Continuar los esfuerzos por la formación y consolidación de las alianzas políticas en dirección a la creación del Frente Amplio Nacional Patriótico.
6º Cumplir con audacia las tareas financieras en curso.
XXXII Pleno del Comité Central del
Partido Comunista de Venezuela – PCV
Caracas, 16-17 de enero de 2010.