Partido Comunista de Venezuela: Ejercemos el legítimo derecho a postular candidaturas
Todo voto en la Tarjeta del Gallo Rojo es un voto cualitativamente diferenciado, consciente de lo que representa el PCV para la defensa irrestricta de los derechos del pueblo.
Luego de las declaraciones del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), en las que se informó del conjunto de candidaturas a gobernación que inscribió el Partido del Gallo Rojo para las próximas elecciones del 16 de diciembre, algunas personas se han expresado con ataques públicos en contra de la organización comunista.
Para ayudar a clarificar ante el pueblo los puntos de vista y las posiciones del PCV, Tribuna Popular reproduce dos entrevistas ofrecidas por el Miembro del Buró Político, Carlos Aquino, en las que se desmontan los burdos e interesados elementos lanzados contra el PCV.
PrensaPopular Solidaria reproduce, tomadas de Tribuna Popular, las dos entrevistas, en dos entradas distintas. La primera la realizó Sara Carolina Díaz, de El Universal, publicada muy parcialmente en ese diario, que presentamos a continuación en esta entrada, con el título original de:
Partido Comunista de Venezuela: Ejercemos el legítimo derecho a postular candidaturas
SCD: –La tarjeta del PCV aportó casi 500 mil votos a Chávez, pero el PSUV no postuló a Yul Jabour en Cojedes como se pensaba. ¿El PSUV sigue sin valorar el aporte de sus aliados?
CA: –La votación que aportó la tarjeta del Gallo Rojo en las elecciones del 7-O no fue para buscar candidaturas a gobernaciones, fue para que a través de la reelección del presidente Chávez se ayudara a crear condiciones para la profundización revolucionaria del proceso político que vive Venezuela, mediante la acumulación de fuerza popular revolucionaria.
El PCV no postuló al camarada Yul Jabour para la gobernación de Cojedes, estado que representa consecuentemente como diputado en la Asamblea Nacional. Nosotros planteamos otra alternativa, pero valoramos positivamente poder apoyar a Erika Farías.
El PSUV es el Partido de gobierno y es evidentemente mayoritario a nivel nacional, pero poco a poco se va dando cuenta de que existimos y activamos otras realidades que debe tomar en cuenta, y seguramente las irá valorando más en la medida de que las organizaciones clasistas, revolucionarias, autónomas, críticas y propositivas, como el PCV, sigamos fortaleciéndonos.
SCD –Aunque ustedes hayan aportado nombres que al final se postularon a las gobernaciones ¿por qué cree que se resisten en el partido de gobierno a dar un voto de confianza para que algunos de ustedes (de sus filas), como segunda fuerza del oficialismo, pueda ocupar un cargo en una gobernación?
CA: –Para nosotros el mayor problema no es que un militante comunista sea o no candidato a gobernador por parte del conjunto de las fuerzas políticas y sociales que impulsamos el proceso revolucionario. El problema es que deben crearse las condiciones para construir colectivamente los programas de gestión que beneficiarán al conjunto del pueblo en cada estado y, simultáneamente, generar los mecanismos para escoger al hombre o mujer a encabezar la gestión, indistintamente de su militancia partidista.
No es un asunto de un “voto de confianza” que gentilmente otorga alguien, o de una cuota por ser la segunda fuerza política, es el reto de construir nuevas formas de participación popular, como expresión de una democracia revolucionaria en gestación.
SCD –¿Por qué lanzaron candidaturas paralelas en Amazonas, Mérida, Portuguesa y Bolívar y rechazaron las propuestas por el PSUV en esos estados?
CA: –El PSUV hizo el anuncio público de sus candidaturas, algunas de ellas coincidentes con propuestas realizadas por el PCV, pero, al no haber un espacio de discusión, ejercimos nuestro legítimo derecho de seleccionar a quienes postularíamos.
Decidimos apoyar a 19 de las 23 candidaturas presentadas por el PSUV, tomando como referencia la información recogida a lo largo de varios meses en todos los estados a través de la estructura del Partido y de reuniones con diversas organizaciones regionales.
En los estados Amazonas, Bolívar, Mérida y Portuguesa se evidenció la dificultad de apoyar candidaturas que, en distinto grado, consideramos que no cumplen con las expectativas del movimiento popular ni los enunciados del proceso revolucionario en marcha.
En Amazonas postulamos a José Gregorio Mirabal, cuya candidatura emanó de asambleas desde las bases indígenas en la región, siendo postulado inicialmente por éstas mediante un Congreso regional y asumido por los comunistas para el fortalecimiento del protagonismo indígena.
En el estado Bolívar, el PCV ratificó la imposibilidad de apoyar a un personaje que tiene un largo historial de persecución y agresión contra el movimiento obrero y una política abiertamente anticomunista, por lo que levantó la candidatura de Manuel Arciniegas, con respaldo de organizaciones populares y de trabajadores de base.
En el estado Mérida, uno de los únicos dos en los que perdió el presidente Chávez, se precisa una candidatura reconocida por el pueblo y con experiencia, por lo que se decidió postular a Florencio Porras, ante las deficiencias de una gestión que no ha cumplido las expectativas del pueblo.
Y, en el estado Portuguesa, el sectarismo que se ha enquistado en la gestión de gobierno identifica la necesidad de impulsar una candidatura que agrupe a más amplios sectores, por lo que se inscribió al actual alcalde del Municipio José Vicente de Unda, Oswaldo Zerpa.
SCD –Desde el chavismo señalan al PCV de ser contrarrevolucionarios por postular candidatos distintos a los de Chávez...
CA: –Toda organización o factor político que activa por el proceso revolucionario –bien sea el presidente Chávez, el PSUV o el PCV–, tiene el legítimo derecho de expresar y postular a quienes considere idóneos para cargos de elección popular.
Las candidaturas no son unitarias porque las inscriban todas o muchas organizaciones, sino por emanar de un proceso de construcción colectiva, de debate, de análisis crítico y autocrítico, por lo que al no generarse espacios de intercambio político nosotros ejercemos el derecho de asumir alianzas alternativas que a nuestro entender reflejan mejor el objetivo estratégico de la profundización revolucionaria.
Ante la pretensión de algunos sectores interesados en asignarle al PCV y al movimiento popular autónomo alguna responsabilidad en el caso de que puedan perderse algunas gobernaciones, nosotros afirmamos enfáticamente que no se le puede endosar a los que se denominan “Partidos minoritarios” esta responsabilidad, sino que ésta le atañe es a los Partidos que más peso electoral tienen.
SCD –¿Por qué cuestionan la designación de Loyo? ¿Qué otros ministros desaprueban?
CA: –En el criterio del PCV, la construcción del Poder Popular no se genera espontáneamente por colocarlo en el nombre de un Ministerio como si fuera un accesorio decorativo.
La mejor designación que vemos es la de Ernesto Villegas en el MINCI, no sólo por compartir con él una consecuente vida de lucha, sino por su demostrado nivel profesional.
En el caso de Juan Carlos Loyo lo que hemos dicho es que arrastra muchas críticas en su gestión anterior al frente del mismo despacho de Agricultura y Tierras, con amplios señalamientos de sectores de pequeños campesinos, por lo que al menos debería hacerse un ejercicio de revisión y autocrítica para identificar fallas anteriores y poderlas remediar, si es que son sólo de eficiencia en la gestión.
No aprobamos o desaprobamos a ningún ministro o ministra, porque eso no nos corresponde, pero sí hacer señalamientos críticos o plantear reservas sobre alguno, como pudiéramos tenerlas con Néstor Reverol o Aloha Núñez, o expresar que el “Seguimiento de la Gestión de Gobierno” debe ser una tarea prioritaria del pueblo organizado mediante el control social y no estar castrada a una estructura burocrática ministerial.
SCD –¿Están dadas las condiciones para una alianza con el PSUV más allá de lo electoral? Un clamor que tienen ustedes desde hace más de 10 años. ¿Qué les hace pensar que esta vez se cumplirá? ¿Sólo se acuerdan de ustedes en elecciones presidenciales?
CA: –El PSUV, como tal, no alcanza los seis años, pero, incluso antes con el MVR, nosotros no tenemos 10 años planteando una alianza estratégica entre dos Partidos, tenemos ocho décadas propugnando y aplicando una línea política de amplia unidad antiimperialista, antioligárquica, antimonopólica, democrática y popular, una alianza obrero-campesina, la articulación de los amplios sectores excluidos y explotados.
Hoy en Venezuela están avanzando las condiciones para consolidar esta alianza, en un proceso de liberación nacional que le abra reales perspectivas a la conquista del Socialismo en rumbo a la sociedad totalmente libre y de desarrollo pleno: el Comunismo.
Del PCV no sólo pueden acordarse en elecciones, aunque se quiera, porque somos un Partido con ideología, con política y con activismo permanente.
SCD –¿Creen que el millón 700 mil votos que aportaron los aliados, más de la diferencia que logró el chavismo con la oposición, reconfigura su correlación de fuerza con el PSUV?
CA: –La correlación de fuerza que nosotros propugnamos no es contra el PSUV, porque éste no es un Partido contrarrevolucionario.
La necesaria acumulación de fuerza es de carácter popular revolucionaria, con la clase obrera y el pueblo trabajador en la vanguardia, frente al imperialismo, a la burguesía y al sistema capitalista de explotación.
Por eso seguimos luchando por un amplio frente nacional antiimperialista y, en su seno, un bloque popular revolucionario para el Socialismo.
SCD –¿Será que los descontentos con el PSUV votaron por ustedes y otros aliados?
CA: –Muy posiblemente. Pero no solamente descontentos con el PSUV, sino también con actitudes intransigentes y autoritarias de gerentes en empresas públicas que se oponen a las legítimas y justas aspiraciones de las y los trabajadores y que desarrollan agresivas prácticas antisindicales, con acoso y persecución en contra de la masa laboral que defiende sus derechos, así como funcionarios y funcionarias del Ministerio del Trabajo que favorecen a la patronal y obstaculizan el ejercicio de los derechos colectivos de las y los trabajadores.
Por ello, todo voto en la Tarjeta del Gallo Rojo es un voto cualitativamente diferenciado, consciente de lo que representa el PCV para la defensa irrestricta de los derechos del pueblo.
SCD –¿Chávez es el proyecto revolucionario? ¿Hay revolución más allá de Chávez?
CA: –Ninguna persona es un proyecto revolucionario y ningún proyecto revolucionario puede girar en torno a una persona, debe sustentarse en una ideología, debe aplicarse en una política y debe organizarse en principios de nuevo tipo.
El proyecto y la perspectiva revolucionaria venezolana se sustentan en la experiencia de lucha de más de 200 años de nuestro pueblo, en los fundamentos latinoamericanistas de Simón Bolívar, en la defensa de la soberanía frente al imperialismo estadounidense, en el internacionalismo y la solidaridad con otros pueblos en lucha; y la posibilidad de definitiva liberación y avance hacia el Socialismo está indisolublemente vinculada a la guía del marxismo-leninismo y a la Revolución proletaria.
Los hombres y las mujeres pasamos, pero la ideología y las experiencias quedan para nutrir a los pueblos en su largo camino de redención y de construcción de la vida mejor a la que tienen derecho.
Fuente: Tribuna Popular/PrensaPopularSolidaria
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