El 1 de Mayo, día internacional de la
fiesta del trabajo, viene marcado por una situación límite de emergencia
social, consecuencia de la aplicación de los recortes aplicados por un
Gobierno al servicio de los intereses de los poderes económicos, las
grandes fortunas, la banca y las corporaciones multinacionales, élites
que son los responsables de la crisis y la corrupción.
La aplicación de la política de recortes
está causando sufrimiento, pobreza e incluso muertes y todo esto para
que la banca y los poderes económicos sigan teniendo grandes beneficios,
a costa del 90% de la población.
Que la crisis subsiste inhumanamente
entre la clase trabajadora y los más desfavorecidos en nuestro país,
nadie lo oculta ya. Inclusive los cantos de sirena de los distintos
ministros del PP, intentándonos hacernos creer que ya estamos saliendo
de la crisis, no hace más que volverse en contra de sus falsos
pregoneros.