Por: Faustino Rodríguez Bauza
Alfonso Cano, El líder de la Paz para Colombia, quien desde su entrada al Comando General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), había manifestado públicamente su decisión -- y la de las FARC y su Comando-- , de transitar el camino del Diálogo en busca de la Paz, murió en un combate, perseguido por el ejército colombiano, que usaba medios de extrema tecnología y orientación del ejérito estadounidese aposentado en Colombia
Alfonso Cano, quien no sólo manifestó su voluntad de Paz, sino que había tomado asimismo medidas concretas para darle forma a esa voluntad, como fue la liberación unilateral de varios de los presos de guerra en su poder, murió en un enfrentamiento con el ejército colombiano en el departamento del Cauca, donde fue abatido junto a otros rebeldes.
Se cumple así la voluntad del Presidente Juan Manuel Santos, respaldado y acosado por el comando de los militares de las tropas estadounidenses inmiscuídos directamente en la guerra de Colombia, por la godarria colombiana y por las propias presiones del paramilitar corrupto ex-Presidente Uribe, para que se arrecie la política de guerra y se echen a un lado las voces crecientes de una salida por la vía de la Paz a la guerra civil de Colombia, de la cual se habían hecho eco Alfonso Cano y el Comando y efectivos de las FARC.
Alfonso Cano, como Líder de las FARC, siempre manifestó su voluntad de Paz, incluso en su Documento inicial donde asumió ese cargo de Comandante General de las FARC, reafirmó que la política de las FARC, la del Comando de esa Fuerza, y de él como Comandante, para salir de la guerra, era y es el de la negociación, el camino del diálogo, reafirmando siempre la disposición de la organización rebelde para encontrar una solución política a la guerra civil que vive Colombia desde hace más de sesenta años.
Cano siempre manifestó, como Comandante de las FARC, en su nombre, en el del Comando de esa Fuerza, las FARC, de sus efectivos, la voluntad de Paz, y el camino del Diálogo. Lo había dicho recientemente, cuando declaró que: "Creemos en el diálogo, el diálogo es la ruta".
Alfonso Cano recordó recientemente que el actual Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, en su discurso de toma de posesión de la Presidencia, ""prometió dejar atrás los odios que habían caracterizado los ocho años del anterior Gobierno (2002-2010). Esa promesa la olvidó".
Al contrario de esas palabras del discurso de toma de posesión del Presidente Santos, la política del acento principal sobre la guerra, las acciones de guerra y de represión, se reforzaron con situaciones como el mantener la represión y la persecusión, denunciadas repetidamente por organizaciones campesinas y civiles colombianas, por la negativa en la práctica a todo diálogo,como quedó manifieto con la destitución de la senadora Piedad Córdoba, la expansión de la represión, y el mantener a miles de colombianos presos en las cárceles de ese País en condiciones infrahumanas.
En su política de búsqueda de la Paz el movimiento insurgente dió la libertad unilateral recientemente a seis de sus presos de guerra, que se suma a todos los anteriores conseguidos por la acción fundamentalmente de la Senadora Piedad Córdoba, liberaciones unilaterales que no han contado con una acción correspondiente de parte del gobierno de Colombia, ni el de Uribe, ni el de Santos.
Con toda seguridad, como ha ocurrido antes, la voluntad que han manifestado desde la insurgenia colombiana es la de conseguir la Paz en el país por medio de la negociación. La política de arreciar la guerra en ninguna oportunidad ha podido acabar con la insurgenia.
Insurgencia que obedece a las condiciones específicas económicas, sociales, políticas, imperantes en Colombia, desde que aparecieron los primeros alzamientos, incluso antes de la muerte de Gaitán, que fue un detonante que sirvió para ampliar y darle forma de ejército popular a las guerrillas que ya existían como respuesta a la represión y despojo del campesinado colombiano que cumplían los latifundistas apoyados por el gobierno de Colombia.
Fue la primera época, donde más adelante aparecieron líderes como, entre otros, Cheíto Velásquez. quien estuvo preso en Venezuela en la Cárcel Modelo de Caracas en la dictadura de Pérez Jiménez, donde siempre nos manifestó a los presos políticos venezolanos de entonces, como la voluntad de todos quienes se vieron obligados a alzarse era la búsqueda de la Paz y la eliminación de la condiciones que dieron origen al alzamiento, y de las gestiones y búsqueda de negociaciones al respecto que él mismo hizo.
Y esa será la salida al conflicto colombiano: la negociación, por encima de las presiones de los componentes de los interventores militares estadounidenses interesados en mantener posiciones militares en Suramérica contra los movimientos populares latinomericanos, de la godarria colombiana interesada en mantener en su poder todos los bienes robados a través de la guerra al pueblo de Colombia, de los grupos paramilitares consolidados en la guerra y componentes actuales de verdaderas invasiones a otros países en la política de guerra privada de los amos imperialistas.
Hay actualmente un factor muy importante como es la salida a la calle de los sectores populares en Colombia, que ya se hace imposible ligarlos a una política de guerra, treta usada por la derecha colombiana proimperialista para impedir el desarrollo de la actividad de la clase obrera y el pueblo colombiano, en un país que tiene el record de dirigentes sindicales asesinados, añadidos a todos los otros que los matan y los presentan como integrantes de las guerrillas.
Como ocurrió en Perú, que ya no se pudieron sostener más las políticas de derecha y se inició un cambio, como ourre en Chile que ya la política neoliberal y fascista del pinochetista Piñera está derrotada en la calle y el pueblo avanzará indetenible, como va a ocurrir seguramente en México, los signos del cambio en Colombia no podrán ser detenidos por la política guerrerista, neoliberal, de entrega al imperialismo, que aplica la oligarquía colombiana.
Pese a toda la campaña de propaganda que intensifican los medios al servicio del imperialismo y de la oligarquía colombiana, para el mundo entero Alfonso Cano muere como un símbolo de la Paz para Colombia, y eso se está poniendo a la vista desde ya en todos los sectores políticos populares e incluso moderados de Colombia, de América y el mundo.
Nuestro respeto al Lider de la Paz para Colombia, Alfonso Cano!!! Las calumnias y campañas del imperialismo, de Santos y la derecha no opacarán su memoria!!!
Fuente: PrensaPopularSolidaria