En cada momento histórico del desarrollo del proceso revolucionrio se presentan necesidades estratégicas, tácticas, y operativas concretas de las situaciones planteadas en el día a día del devenir político, en las cuales los integrantes de una Alianza, un determinado Frente integrado de Fuerzas, en un País cualquiera, pueden tener diferencias, sin que estas diferencias necesariamente requieran de la ruptura de la Alianza.
La unidad de la clase obrera, la unidad de los revolucionarios, constituye una base estratégica de la marcha y el triunfo de cualquier proceso revolucionario. Cuando hablamos de unidad, quiere decir que no hay una sola fuerza, uniforme, incorporada en el proceso revolucionario. Ni desde el punto de vista de las clases implicadas, ni desde el punto de vista de las organizaciones políticas y sociales que se incorporan al proceso revolucionario, se habla, cuando hay procesos unitarios, de una uniformidad total. Si la hubiera, no habría unidad, sino fusión, es decir, una sola fuerza.
Por eso en los procesos de unidad para el logro de determinados objetivos estratégicos, se plantea al mismo tiempo que la unidad, una situación de lucha, de confrontación de opiniones, que son visiones distintas, pero que están orientadas hacia buscar conseguir el mismo propósito, reflejado en el objetivo estratégico, táctico, e incluso en los elementos del avance del día a día, pero que son vistos desde distintos enfoques.
Actualmente en nuestro País se presenta una situación que puede servir de ejemplo a lo que afirmamos anteriormente. Es el caso de lo que se manifiesta en los señalamientos que se citan en una entrevista que aparece en nuestro Portavoz Digital Nacional Tribuna Popular, realizada por Moraida Rubio. Allí se dice que: "Desde las filas del proceso, se ha acusado a los Comunistas de darle armas al enemigo por sus posiciones encontradas con el Gobierno Bolivariano y la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sobre la necesidad de una nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo (LOT) o su solidaridad con la insurgencia colombiana".
Faltaría colocar allí un señalamiento acerca de como, al igual que la LOT, los Comunistas planteamos también la necesidad de discutir urgentemente la Ley de los Consejos de los Trabajadores, que al lado de la LOT, han planteado repetidamente los trabajadores, en las Fábricas y sitios de Trabajo, en los Sindicatos, en las Federaciones por Ramas de Producción y Regionales, como por las distintas Corrientes de Trabajadoras y la Central Nacional de Trabajadores Revolucionaria, la UNETE.
Igualmente se vislumbra una diferencia de enfoques en cuanto a la manera de emprender la estructuración del Polo Patriótico, que no en cuanto a la necesidad de organizarlo, en lo que hay perfecto acuerdo. Todo esto nos sirve de ejemplo para aplicarlo, porque en las situaciones regionales, locales, e incluso al nivel operativo en los organismos de lucha populares de base, en Sindicatos, organizaciones sociales, Consejos Comunales, y otros, se pueden presentar diferentes enfoques entre los revolucionarios, lo cual no significa diferencia en cuanto a los objetivos estratégicos, tácticos, e incluso operativos inmediatos, que nos impidan actuar juntos.
Casos de este tipo son los que nos permiten aplicar los consejos que avanzaba el camarada Jorge Dimitrov acerca de los Problemas del Frente Único, y de la Política de Alianzas en general, cuando señalaba que en toda unidad--donde entran en alianza fuerzas que tienen diferencias, pero que coinciden en determinado objetivo u objetivos fundamentales que son los que definen la situación--es posible plantear, manejar las diferencias, expresar las opiniones respectivas, luchar por la aplicación de una política dada en la cual no hay acuerdo, sin que ello necesariamente signifique romper las Alianzas.
En nuestro caso, son muy importantes y lo seguimos manteniendo. dejar establecido en cuanto a las formas de lucha, que estas--generalmente---no las imponen las fuerzas revolucionarias por un ejercicio de su voluntad, sino que surjen de las situaciones concretas de cada País, que responden a realidades del desarrollo político de un momento histórico dado.
En el caso de Colombia, viene la violencia desde antes del asesinato de Jorge Eliéccer Gaitán, cuando los terratenientes conservadores habían iniciado la toma por la fuerza de las tierras del campesinado llegando hasta la liquidación de familias campesinas, la persecusión de los liberales revolucionarios o de izquierda, nucleados alrededor de Gaitán, y de los comunistas, quienes constituyeron el apoyo y solidaridad con los campesinos, cuando se comenzaron a armar familias campesinas, y después muchas tomaron la vía de la autodefensa y después la preparación para una acción armada, los sucesos de la República de Marquetalia y desde allí hasta lo que conocemos ahora.
Los Comunistas tenemos como uno de nuestros principios básicos el de la solidaridad internacional, el internacionalismo proletario, y ese no lo podemos abandonar, ni condicionar nuestra solidaridad a que se apliquen determinadas formas de lucha. Nuestra solidaridad es con las luchas de los pueblos, en las formas en que estas se presentan, y no podemos imponer condiciones. Pero una situación de este tipo no es un elemento que pueda llevar a romper la alianza nacional. Como no son igualmente motivo de ruptura de una Alianza, el hecho de que nosotorss, los Comunistas, junto con la totalidad de la Clase Obrera y los Trabajadores venezolanos, como está ocurriendo, reclamemos la urgencia de la discusión de la LOT y la Ley de los Consejos de los Trabajadores.
Porque lo que unifica hoy a los venezolanos revolucionarios, patriotas, es la lucha por lograr los objetivos de la Liberación Nacional, de la lucha contra el Imperialismo, de crear las condiciones para el avance al Socialismo, de la lucha contra la imposición de la violencia, como lo está planificando el imperialismo y la derecha, de la construcción del gran Frente Patriótico con la Clase Obrera jugando su papel de sujeto real y principalmente interesado en el avance y construcción de la Sociedasd Socialista y de hacer todo lo necesario para avanzar a este objetivo.
En la información citada, sobre la entrevista al camarada Oscar Figuera, Secretario General del Partido Comunista de Venezuela, se dice que: "desde la oposición, paradójicamente, se le acusa (al Partido Comunista de Venezuela) de ser un Partido “satélite del chavismo” o también llamado “del oficialismo”.
Ni una ni otra cosa. El Partido Comunista de Venezuela, desde su inicio, en sus primeras Células aún no reconocidas internacionalmente como Partido Comunista , o parte de la Internacional Comunista--porque era necesario firmar un documento y formar parte oficial de esa Internacional--Células que existieron y trabajaron como Organizaciones Comunistas en diferentes ciudades de Venezuela, después cuando esa condición se cumplió--firmar el respectivo Documento y aceptación-- en el año de 1.931 y el PCV fue reconocido internacionalmente, y luego desde el año 1.938, organizado estructuralmente en todo el País, el Partido Comunista de Venezuela no ha sido, no es, ni será "satélite" de nadie, ni de personas ni de Organización alguna.
Porque los comunistas formulamos nuestras políticas con la participación total de nuestra militancia en nuestras Células, en la base partidaria de ubicación obligatoria para todos los militantes, y no como reflejos de alguna organización o personalidad cualquiera, por muy altas que estas sean. Nuestras políticas se formulan por nosotros, sin esperar a conocer otras para ver que vamos a hacer.
Podemos llegar a coincidencias, los ejemplos son muchos, como ejemplo lo sucedido con la dictadura de Pérez Jiménes, cuando desde un principio trabajamos por un frente único antidictatorial, el cual a la larga se logró. Eso no nos lo dictó nadie. Igual ocurre ahora. La política por la Liberración Nacional, por el avance al Socialismo, viene desde nuestros inicios, y en ello seguimos, y al coincidir, avanzamos juntos con quienes coincidimos, sin dejar por ello de tener nuestras características fundamentales como Partido Comunista.
Por lo demás, está a la vista de todo el mundo el hecho de que no somos un Partido del "oficialismo". No. Todos saben que nuestro Partido no tiene posición alguna en el Poder Ejecutivo o en cualquier otro. Ni nuestra política se basa en la búsqueda de posiciones. Así que no tiene sentido eso de "partido satélite" y partido "del oficialismo" en relación con el Partido Comunista de Venzuela.
Somos un Partido integrante de la gran Alianza en construcción por la Liberación Nacional y de avance al Socialismo, seguros igualmente de la necesidad de trabajar por la gran meta del Comunismo, y perfectamente claros en el sentido de plantear en un espíritu de fraternidad revolucionaria cualquier diferencia que pueda existir en la aplicación de políticas en las cuales no haya un acuerdo total, como son los casos de la LOT, la LCT, y la solidaridad con los movimientos revolucionarios de Colombia, donde es a los revolucionarios colombianos a quienes corresponde definir sus formas de luchas y nosotros les daremos siempre la solidaridad, cualquiera sean las que ellos escojan.
Fuente: PrensaPopularSolidaria
http://prensapopular-comunistasmiranda.blogspot.com/2011/09/la-unidad-de-los-revolucionarios-es-un.htmlCorreo: pcvmirandasrp@gmail.com