Por: Jesús PinoHay un dicho popular que reza: del árbol caído todos quieren hacer leña. El Profesor Vladimir Acosta, en su acostumbrado programa de los lunes, en la Radio Nacional de Venezuela, señalaba que ojalá que el planteamiento del presidente Chávez de llamar contrarrevolucionario y oportunista al PCV y al PPT, sea solo un discurso al fragor de la contienda electoral.
No voy a abogar por el PPT, pero si por el partido que me formó y en el cual tengo más de 30 años de militancia revolucionaria, el Partido Comunista de Venezuela
Los militantes del PCV hemos sido fieles al proceso que esta gestando en Venezuela, y reconocemos el liderazgo del Presidente Chávez. Siendo así nos duele que se ataque a una organización que no solo tiene 77 años de lucha anti-imperialista, revolucionaria, con aciertos y errores, pero con firmeza de principios. Las palabras del presidente tienen un gran peso entre quienes consideramos que este proceso de cambios, también con sus aciertos y errores, es el único que puede enrumbar a Venezuela a senderos de prosperidad y libertad plena.
He estado leyendo en diferentes medios escritos revolucionarios, como factores anticomunista, se han estado aprovechando de la sentencia del Presidente de la República, para caerle a palo al PCV, llamándonos ortodoxos y esgrimiendo el carácter contrarrevolucionario. Se le ha dado mucha centimetraje a estos escritos y nos preguntamos ¿somos los comunistas los enemigos de este proceso? ¿Los enemigos de la revolución bolivariana, no estarán muchos en la filas del PSUV mimetizados como revolucionarios, muchos de los cuales son llamados “pumalacas”, por el pueblo venezolano? ¿De donde ha salido la traición hacia el presidente Chávez, del PCV?
Ahora bien, es bueno por otra parte definir algunos términos:
Ortodoxia: de acuerdo a los dogmas de una religión o principios de una ideología (católica, cristiana).
Según este concepto, seríamos ortodoxos los comunistas, porque creemos en el marxismo leninismo, pero también lo son los católicos, porque se mueven en función de los dogmas de la religión católica. Y creer, como creemos en el legado filosófico, revolucionario de Simón Bolívar, también nos ubicaría dentro de ese concepto. Pero es que acaso, ¿eso no son los principios de la revolución bolivariana?
Contra-revolucionarios:
Aquellos que se ubican en contra de los cambios profundos que se impulsan en una sociedad determinada.
¿Por qué nos ubican a los comunistas como contra-revolucionarios? Porque en un determinado espacio político no apoyamos a algún candidato a gobernador y/o alcalde, que de acuerdo a nuestros principios consideramos que le hace daño al proceso revolucionario, como es el caso del Estado Bolívar.
Habría que preguntarle a los trabajadores de Sidor, si consideran al gobernador del Estado como revolucionario, después de la paliza que les mandó a dar, en la lucha que los compañeros libraron por un contrato justos, en contra de la transnacional Ternium. Y en esos momentos, estuvo acompañando a los trabajadores, el Secretario General del PCV, camarada Oscar Figuera ¿Es esto contrarrevolucionario?
Oportunista:
Quien saca partido de una situación o condición determinada.
Si en los Estados donde no apoyamos los candidatos del PSUV, estos tienen la primera opción de triunfo en las venideras elecciones de noviembre, lo lógico sería a, que si somos oportunistas, estuviéramos ahí pegados tratando de sacar provecho y de ganar prebendas, si estos compañeros ganan la contienda electoral.
¿Porque en los artículos de algunos camaradas de la dirección del PSUV, no dicen que el PCV apoya a candidatos a la gobernación en 17 estados del país? También somos contrarrevolucionarios, ortodoxos y oportunistas, en estos estados?
Es lamentable que la daga de nuestros compañeros de lucha, muchos de ellos verdaderos revolucionarios, esté apuntando a quienes hemos dado la vida por la revolución venezolana. Incluso alguno de ellos, que provengan de las filas del glorioso Partido Comunista de Venezuela.
Para los que no conocen como funciona nuestra organización, endosarnos estos calificativos, es signo de desconocimiento.
En el seno del PCV se realizan profundas discusiones sobre la realidad política, económica y social de Venezuela y del mundo. Y esta práctica nada tiene que ver con el dogmatismo. Lo dogmático no permite ningún análisis. Para lo dogmático las cosas son así porque si. Las religiones, son un claro ejemplo de ello. Cualquiera de ellas: católica, evangélica, musulmana, judía, etc., etc., etc.
No es así como funcionamos los comunistas. Ya en el VI congreso del partido, hablábamos de una conjunción de fuerzas populares, para la construcción de un gobierno anti-imperialista, profundamente popular, y donde se consideraran las raíces históricas de Venezuela (Bolívar, Simón Rodríguez, Ezequiel Zamora, entre otros).
Tenemos todo el derecho de conservar nuestra identidad. Esto en vez de perjudicar el proceso, lo nutre.
Tenemos el derecho de disentir sobre un candidato a gobernador, a alcalde y si lo consideramos nocivo para el proceso, decidir no apoyarlo.
Somos revolucionarios, anti-imperalistas, no de ahora sino desde 1.931.
Reconocemos el liderazgo del Presidente Chávez. Expreso mis criterios de manera voluntaria, de acuerdo a mis principios y a mi condición de comunista. Somos aliados de las fuerzas revolucionarias del proceso revolucionario venezolano. No es el PCV el enemigo de la revolución bolivariana. Los enemigos son otros y a esos son los que hay que atacar: el imperio, la burguesía foránea y nacional, los quinta columna, los pumalacas. Esos son los oportunistas, los contrarrevolucionarios.
Retomando nuevamente las palabras del Prof. Vladimir Acosta: digo las revoluciones pueden no ser comunista, pero no pueden ser anti-comunistas.
Finalizo con una sentencia del camarada Gustavo Machado, en el momento que el inciso VI de la Constitución de Gómez, prohibía la actividad comunista en el país, so pena de encarcelamiento y muerte:
¡SOY COMUNISTA!
Ciudad Guayana, Estado Bolívar.
Fuente: Tribuna Popular TP Diario Digital del Partido Comunista de Venezuela PCV
Edita: Prensa Popular Solidaridad Comunistas Miranda